WASHINTON, D C.- Febrero 28/2020.- El presidente de México emitió un decreto que prohíbe la importación y exportación de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado, tan solo para ayudar a proteger a niños, adolescentes y jóvenes (obvio ambos géneros) del riesgo de adicción a la nicotina, así como también contribuir al impulso de la salud de la población mexicana.
Así lo declaró aquí, la directora de Programas para América Latina de Campaign for Tobaco-Free Kids Patricia Sosa, quien aplaude al presidente Andrés Manuel López Obrador por tomar importantes medidas para proteger la salud pública.
El decreto presidencial, firmado el 19 de febrero, es un paso notable en los esfuerzos de control del tabaco en México para proteger a las nuevas generaciones de la adicción a la nicotina y a los productos de tabaco. El uso de cigarrillos electrónicos por parte de las personas jóvenes presenta serias preocupaciones ya que el consumo de nicotina en cualquier forma a temprana edad no es seguro, provoca adicción y puede dañar el desarrollo cerebral de adolescentes y jóvenes, destacó.
Añadió que, los responsables políticos y las agencias reguladoras deben tomarse en serio los cigarrillos electrónicos y actuar rápidamente para regularlos adecuadamente a fin de evitar que las personas jóvenes los utilicen y, al mismo tiempo, reducir el consumo de tabaco.
Las políticas efectivas sobre los cigarrillos electrónicos deben; Prevenir el uso por parte de las personas no fumadoras, particularmente jóvenes; Minimizar los riesgos para la salud de los usuarios y no usuarios de cigarrillos electrónicos; Evitar que los cigarrillos electrónicos perjudiquen el progreso en la reducción del consumo de tabaco y la adicción a la nicotina; Proteger la política de salud pública de los intereses comerciales de las industrias del tabaco y los cigarrillos electrónicos; y Ayudar a las personas que fuman a dejar de fumar y evitar el uso dual.
Para lograr estos objetivos de política, los reguladores deberían prohibir los cigarrillos electrónicos por completo, o bien regularlos como productos medicinales o terapéuticos solo cuando esta regulación esté basada en evidencia científica confiable e independiente, o bien regularlos estrictamente bajo las medidas de control del tabaco. Para los productos de tabaco calentado, los gobiernos deberían considerar prohibirlos o regularlos (incluidos los dispositivos de calentamiento) de la misma manera que a los cigarrillos convencionales, de acuerdo con sus obligaciones en virtud del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Por el contrario, en Estados Unidos, el uso de cigarrillos electrónicos se ha disparado a niveles epidémicos gracias a las tácticas de comercialización de compañías como Juul y la amplia disponibilidad de sabores de cigarrillos electrónicos, como mango, menta y chicle.
Las tácticas de marketing utilizadas para promover los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado son las mismas que usan las grandes tabacaleras para los cigarrillos convencionales, desde la contratación de influencers en las redes sociales hasta la utilización de celebridades. Y exponen a una generación nueva de jóvenes a productos adictivos y amenazan con deshacer décadas de progreso en la reducción del consumo de tabaco.
La Campaign for Tobacco-Free Kids, aplaude al presidente Andrés Manuel López Obrador por su acertada acción de proteger a los jóvenes en México, “Instamos a que continúe luchando por medidas adicionales de control del tabaco, como el fortalecimiento de la Ley General para el Control del Tabaco, que realmente pondrá al país en el camino correcto para reducir el consumo de tabaco”, subrayó la directora. (por Gilberto Solís Flores)
