El Gobierno y el pueblo mexicano se despiden esta semana de cuatro años de caos, ofensas e incertidumbre de Donald Trump, pero las presiones proseguirán de otra forma cuando Joe Biden asuma la presidencia de Estados Unidos el miércoles.
«Auguro una relación estable, basada en el respeto, en donde el presidente de Estados Unidos otorga a México la dignidad que merece, en donde no depende de los ánimos de un casi seudodictador”, explica a Efe el representante del Partido Demócrata de EE.UU. en México, Gricha Raether.