Una vez que el PSOE ya ha conseguido controlar todos los resortes de poder: gobierno central, Generalitat, diputaciones y ayuntamientos, el de Barcelona, entre otros muchos, el próximo curso político, escolar y vital catalán vendrá marcado por el control de la opinión pública, para conseguir el control social y, en definitiva, lograr una comunidad anestesiada y abúlica, como intento explicar a continuación.
Elisabeth Noelle-Neumann, (1916 – 2010) en su libro ‘La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social’ (1977), señaló que ‘el control social de la opinión pública se basa en la amenaza a los individuos que expresan opiniones contrarias a las asumidas como mayoritarias, de tal forma que el comportamiento del público está influido por la percepción que se tiene del clima de opinión dominante.
(…) Los individuos sondean continuamente el clima de la opinión con lo que Neumann denomina ‘sentido’, observando qué relación gradual guardan sus opiniones con las del espacio público, alentándoles si se acercan al mayoritario o cohibiéndoles si detectan que pueden formar parte de las minorías. La tendencia de la espiral es enmudecer a quienes prestan o tienen posiciones diferentes a las mayorías, pero para en seco cuando se encuentra con el ‘núcleo duro’, aquellos individuos que, aunque pocos, se reafirman en sus posiciones y opiniones y no cesan en el empeño de que su voz sea escuchada.
La perspectiva del ‘núcleo duro’ gana adeptos puesto que las opiniones mayoritarias, acomodadas en el número, no encuentran tesis para defender sus opiniones, que, al ser poco contestadas, se han dejado llevar por la masa.
La teoría de la espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y, al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas, para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada.
En esta disyuntiva, la principal fuente de información serán los medios de comunicación y estos definirán el clima de opinión sobre los asuntes que se traten. Un clima de opinión es una tendencia inespecífica que decanta las tendencias hacia una determinada opción. Este clima se cristaliza en opiniones y votos. Según Noelle-Neumann, un clima de opinión actúa como un fenómeno de contagio ya que la opción aparentemente mayoritaria se extiende rápidamente por toda la sociedad (…)
Nota: Me parece que es preciso señalar que Noelle-Neumann, con 19 años, militó con el partido nazi de Adolf Hitler, llegando a publicar escritos ideológicos a favor del gobierno; en 1947 fundó, con su marido Erich Peter Neumann, el Institut Demoskopie Allensbach, y, con el tiempo, pasó a ser asesora de los cancilleres Konrad Adenauer, Helmut Kohl y Ángela Merkel, como especialista en demoscopia (la denominaban ‘la sibila’ o ‘la dama de las encuestas’)
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Las teorías sociológicas de Noelle-Neumann tuvieron y siguen teniendo un notable reconocimiento académico, y me parece que retrata a la perfección la situación actual del conflicto español / catalán, como intento explicar.
Un gran ejemplo de la estrategia implantada por Pedro Sánchez, lo tuvimos ayer (26 de agosto) con unas declaraciones a la Cadena Ser, de José Manuel Albares, ministro de asuntos exteriores español.
Albares evitó clarificar si, según su criterio, el acuerdo sobre la reforma del sistema de financiación supone, o no, el establecimiento de un concierto económico con Catalunya, pero celebró ‘que el debate gravite alrededor de esta financiación y no de independencias unilaterales; en cuanto a la situación que afecta a Carles Puigdemont, afirmó que en las cumbres internacionales y encuentros con otros mandatarios ‘nadie’ le pregunta por este asunto, porque ‘todo el mundo entiende que es una cuestión interna del estado español’. (…) en los primeros meses del mandato de Pedro Sánchez los representantes de otros países preguntaban por la situación en Catalunya, pero, al cabo de ocho o nueve meses, y una vez activadas las políticas de Sánchez, el tema desapareció de las conversaciones. Y desde que yo (Albares) soy el titular de exteriores, ‘nadie’ me ha preguntado por Catalunya, la amnistía o Puigdemont (…) y el ministro se mostró feliz de que se esté hablando de financiación en Catalunya, cuando hace algunos años estábamos hablando de cosas tremendas, y ahora estamos hablando de servicios públicos y no de independencias unilaterales’.
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Sobre estas declaraciones hay mucho de que hablar
Que precisamente, sea este ministro el que haga los comentarios, tiene muchas connotaciones, claro, como si, inconscientemente, ¿ya nos consideraran independientes?
Respecto a las preguntas de sus homólogos, nada que objetar, en un entorno en el que predomina el mercadeo. Recordamos las presiones y pagos, que efectuó el gobierno español, para comprar voluntades, como aclaró José Manuel García Margallo y Marfil, ministro de exteriores de Mariano Rajoy, pagos que siguen en la actualidad, con el apoyo de aviones militares en los estados bálticos.
Por lo tanto, que sus colegas le pregunten o no, carece de valor; ¿o es que alguna vez le han preguntado sobre la corrupta corona española, o sobre la corrupción del PP y del propio PSOE?, claro que no, entre bomberos no se pisan las mangueras.
Y ya sabemos el gran ridículo de las instituciones europeas, empezando por su parlamento, dominado por la derecha y la extrema derecha y una ‘izquierda ‘acomplejada, ¿qué modelo quieren imponer?, ¿qué valor tienen esas instituciones?, cuando vemos el desprecio a la vida de los inmigrantes, y la desfachatez de las ayudas, que, en gran parte, de forma mayoritaria, revierten a los países donantes, disminuyendo las deudas de esos países africanos o mediante la compra privilegiada de sus materias primas. Y no digamos la desatención y despreocupación respecto a la persecución de las mujeres por parte de los talibanes en Afganistán, entre otros países; o mirando hacia otro lado, consintiendo, implícitamente, la matanza israelí en Gaza; etc.
Y que ni él ni sus colegas valoren el efecto de la represión que seguimos sufriendo, pues, el estado sigue aplicando el 155; y como explicó Noelle-Neumann, la anestesia de la ciudadanía genera unas mayorías silenciosas, que son verdaderas masas acríticas y amorales, en las que la norma para ser populares y aceptados es expresar las opiniones mayoritarias, confirmándose, así, el infernal círculo vicioso.
Pero ese silencio amoral es muy ruidoso, pues impone una censura, acallando las opiniones contrarias.’ El resultado, según la autora, es un proceso en espiral que incita a otros individuos a percibir los cambios de opinión y a seguirlos hasta que una opinión se establece como la actitud prevalente, mientras que la otra opinión la rechazarán todos, a excepción de los duros de espíritu, que todavía persisten en esa opinión (…) y lo que los medios digan influye en la construcción de la opinión de los individuos sobre este tema’.
Ante esta situación, con el PSOE controlando hasta las entrañas de todas nuestras instituciones, tenemos claro que intentarán españolizarlas y españolizarnos, pues, junto al PP, son los dos partidos del régimen del 78 (heredero del franquismo), que tienen como máximo objetivo el seguir teniéndonos atados y bien atados en su ‘España, una, grande y libre’ y monárquica, claro.
Por eso, el movimiento independentista hemos de ser una minoría ruidosa, consolidarnos como un verdadero núcleo duro, contra el que se chocará la mayoría silenciosa, carente de consistencia y de criterio, como dijo Noelle-Neumann.
Hemos de criticar la sistemática adoptada por Pedro Sánchez y Salvador Illa (155) de ni siquiera intentar tener unos presupuestos generales aprobados, y pasar la pelota hacia adelante (la excepción de Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, es que al no poder prosperar una moción de censura, se aplica automáticamente el programa minoritario). Y este procedimiento, demuestra, como afirma Vicent Partal en su editorial de hoy, que el PSOE tiene los diferentes poderes gracias a alianzas anti-natura y de ahí su debilidad para aprobar leyes; máxime cuando a esos partidos dinásticos, solo les interesa, sobre todo, tener el poder, pues carece de ideas y programa de izquierda y transformador.
Hemos de ser ruidosos hasta el extremo de hacernos oír, por más trabas que nos pongan; pues, en caso contrario, entraríamos en su espiral de silencio, y ese sería nuestro castigo, como el eterno retorno de lo mismo.
Y no podemos aceptar que nos ridiculicen, que desprecien al movimiento independentista, y nos digan que estamos derrotados, que lo hicimos todo mal, que es cosa del pasado, que tenemos que mirar el futuro, y demás lindezas por el estilo. Pues, todo esto tiene un único objetivo que es el de acabarnos de hundir en la desmotivación y la desesperación, para, así, rendirnos finalmente. Y tampoco podemos aceptar que critiquen a Carles Puigdemont, el president legítimo.
También debemos evitar que compañeros de ilusiones, vayan asumiendo tesis sibilinas, como la de dar por bueno el siguiente pensamiento de Oscar Finga O’Flahertie Wills Wilde
(Oscar Wilde, 1854 – 1900): ‘hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti’.
No podemos considerar positivo ‘que hablen de nosotros, aunque sea mal’, ni de su contraria ‘que hablen de uno, aunque sea para bien’.
Hay otras frases en esa línea:
- No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
- El desprecio duelo, la indiferencia mata.
- El odio no es lo más peligroso. Es la indiferencia.
- El mayor de los desprecios es la indiferencia.
- El peor castigo para una persona es la indiferencia de la persona que más quieres.
- No es necesario golpear para hacer daño. Una palabra, un silencio, una decepción, una traición, la indiferencia, estas cosas también duelen.
- Dice el sabio: defiéndete con la sonrisa, ataca con el silencio y vence con la indiferencia.
- La indiferencia es el desprecio más fuerte.
- Cuando ya no te quieran, lo sabrás, aunque no te lo digan. Lo sentirás desde lo más profundo porque la indiferencia jamás pasa desapercibida.
Pero no deberíamos olvidar que:
‘Lo preocupante no es la perversidad de los malvados, sino la indiferencia de los buenos’ y ‘No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena’ (Martin L. King)
En realidad, a mi modo de ver, debemos ser activos, y no dejar ninguna acción (insulto) sin reacción; debemos ser ruidosos, hasta el extremo que su espiral de silencio (represor y censor) acabe siendo la de un silencio tenebroso y aterrador que les sea imposible poder seguir asumiendo, y me refiero, exclusivamente, a los acomodados en él, no a los que lo llevan incorporado de nacimiento o instalado ya en su forma de ser.
Si aceptamos, si callamos, seremos abducidos, absorbidos, y pasaremos a ser parte de los malvados, como dijo Martin Luther King (1929 – 1968)
Es sabido que la memoria humana es frágil, por lo que es preciso ir consolidando nuestro relato con acciones.
Según una encuesta realizada por National Trust, el 57% de las personas somos incapaces de recordar los nombres de nuestros bisabuelos, y apenas sabemos nada sobre su existencia. Es así, apenas sabemos alguna referencia o anécdota de nuestros 4 abuelos, y nada de nuestros 8 bisabuelos y 16 tatarabuelos.
Por todo ello, no solo debemos actuar de palabra, si no también de acción, con manifestaciones, escritos en las redes sociales, mostrando todo tipo de muestras de rechazo, sólo así iremos visibilizándonos y podremos ir construyendo nuestro futuro relato, que habrá de ser puesto en práctica, si o sí.