En vísperas del Día de Muertos, los mexicanos afinan en sus casas los últimos detalles de los altares que sirven para recibir a las almas de sus difuntos y que la pandemia de covid-19 ha llenado con decenas de miles de nuevos fallecidos durante el último año.
«Esta ofrenda se hizo en memoria de mis dos hermanos, que fueron jugadores profesionales, uno del Cruz Azul y otro del Atlante, y de mi mamá. Mi mamá y mis dos hermanos fallecieron los tres en quince días», cuenta este sábado a Efe Marcelo Romero frente al imponente altar instalado en el estacionamiento de su casa.