La presidenta del Parlament (ejercicios 2021 – 2022) cesada y suspendida como diputada, de forma amoral y preventiva el 28 de julio del 2022 por los diputados unionistas apoyados por ERC (ahora pseudo españolista), hoy ha sido finalmente condenada.
Borràs ha sido condenada por unos supuestos delitos de prevaricación y falsedad documental, por haber dividido (según los ‘magistrados’) entre 18 contratos parciales a un informático amigo (Isaías Herrero) y a un empresario (Andreu Pujol), por un montante de 335.700 euros, para efectuar una web de la Institució de les Lletres Catalanes, de la que fue directora entre 2013 y 2018.
Laura Borràs y sus abogados defensores, Gonzalo Boye e Isabel Elbal, argumentaron, en el juicio, que se trataba de diferentes actividades segmentadas, que, efectivamente se realizaron en ejercicios diferentes. Y que el informático en cuestión era el mejor y el que más bien conocía la labor a realizar. Y la Web efectivamente se finalizó y, según argumentaron, funcionaba efectivamente hasta que, por motivos desconocidos, al ser denunciada, desapareció de la red, comportando, por lo tanto, la dilapidación del montante invertido.
Asimismo, el equipo de Boye denunció las irregularidades del propio juicio, ya que el presidente del tribunal, es decir, el magistrado Jesús María Barrientos, presidente también del tribunal superior de justicia de Catalunya, se ha manifestado repetidamente contrario al movimiento independentista, y, en su currículo de méritos para ascender al tribunal supremo (que no consiguió), indicaba haber condenado en el 2017, al ex President de la Generalitat Artur Mas, a la ex vicepresidenta Joana Ortega y a la ex consellera de educación, Irene Rigau, por desobediencia y prevaricación, por la consulta sobre la independencia del 9 de noviembre del 2014. Y en setiembre del 2019, Ese mismo magistrado inhabilitó al president de la Generalitat, por no quitar un lazo amarillo durante la precampaña electoral municipal. Boye intentó recusar a Barrientos, sin éxito.
Posteriormente, en el 2022 el magistrado Barrientos fue apartado del juicio contra el ex president del Parlament, Roger Torrent, por su parcialidad y su posicionamiento contrario a los independentistas.
Gonzalo Boye intentó recusarlo del juicio de Laura Borràs, pero no lo consiguió, pues el poder judicial se bunquerizó, tras la recusación citada.
Otra de las irregularidades denunciada por Gonzalo Boye, fue el pacto oculto mantenido por la fiscalía con los abogados de los otros dos acusados; un pacto para que denunciasen a Borràs, a cambio de rebajarles sus futuras penas. Ese pacto fue conocido un par de días antes del juicio. Una gran vergüenza procesal, ya que Boye había elaborado toda la defensa, con los abogados de los otros dos encausados. De ese modo, la fiscalía conoció de primera mano y con antelación, la estructura de la defensa de Borràs. Finalmente, la sentencia confirma el resultado del pacto, respecto a Herrero y Pujol.
Está claro, en el corrupto reino español, todo vale, el fin justifica los medios.
Respecto a la sentencia conocida hoy, por cierto, filtrada irregularmente a la prensa tres horas antes, condena a Laura Borràs a cuatro años y medio de prisión, trece años de inhabilitación para cargo público, y una multa de 36.080 euros, por prevaricación y falsedad documental. Pero, al mismo tiempo, la sentencia incluye una petición de indulto para Borràs para rebajarle la pena a dos años para que no tenga que entrar en prisión. Así, pide al gobierno español el indulto parcial para que la pena de prisión no exceda de dos años y pueda evitar la prisión.
El argumento de esa insólita petición de indulto la argumenta el tribunal ‘por considerar excesiva la ineludible métrica penal vigente, es decir, la suma de las penas que prevé el código penal (…) Todo y que las conductas sometidas a nuestro conocimiento imponen la cualificación jurídica desarrollada y llevan fijadas penas a las cuales conduce de manera ineludible la métrica penal vigente, consideramos ahora que las concretas actividades falsarias desplegadas por los acusados, además de no estar orientadas a la obtención de un lucro personal, encontraban su único sentido o razón de ser en el enmascaramiento delante los organismos de control de la conducta prevaricadora inicial, por la que la señora Borràs i Castanyer ya recibe la consecuencia de pena prevista por el citado ilícito en toda su dimensión’
Y los magistrados Jesús María Barrientos y Fernando Lacaba concluyen que la duración de la pena de prisión es excesiva ‘porque no admite ninguna posibilidad que pueda acogerse a las fórmulas sustitutivas de cumplimiento’.
Esa sentencia contempla un voto particular de uno de los tres magistrados de la sala de injusticia, es decir, de la magistrada María Jesús Manzano, que considera que Borràs no debería ser condenada por falsedad documental, que es la pena que implica los años de prisión. Dice Manzano que sí que ve el delito de prevaricación, y que tanto Herrero como Pujol deberían haber sido condenados como cooperadores necesarios de este delito. En todo caso, propone una condena alternativa a Borràs, por delito de estafa, del cual dice que es inductora y los otros dos acusados, coautores. En este caso, habría una pena de prisión que, según la magistrada, debería de ser de veintiún meses, pero que, con la aplicación necesaria de atenuante de dilaciones indebidas por una larguísima instrucción de cinco años, la pena de prisión resultante ya no implicaría la entrada en prisión’.
(Fuente: Vilaweb, 30 de marzo del 2023)
Es preciso señalar que la sentencia no es firme, y puede ser recurrida al tribunal supremo, pero ya conocemos cómo se las gasta el poder judicial desde el 2017, y hace un par de días volvimos a ver la quijotesca actuación ejercida contra la eurodiputada Clara Ponsatí.
Si el poder judicial tuviera alguna neurona sana, aprovecharía esta sentencia, para respaldar el voto particular de la magistrada Manzano, y, de ese modo, intentar ‘lavar’ su imagen ante la justicia europea, pues mostrarían que no es cierto que vayan en contra de los independentistas, como ‘grupo objetivamente identificado’ (GOI); pero si les queda esa simple neurona, la utilizarán para mostrar su gallardía en defensa de la esencia de la unidad de SU España.
Y en este caso, todo quedaría en manos del Pinocho Pedro Sánchez,que, en función de sus cálculos sobre la incidencia que el posible indulto pudiera tener en sus cálculos electorales.
Esa es la única lógica que entiende su lacayo Félix Bolaños, el infame ministro de la presidencia, que ayer, en el congreso de los diputados, dijo, en referencia al regreso de Clara Ponsatí: ‘Los que vivieron del conflicto del 2017 ahora intentan sobrevivir con teatros como el de ayer para tener un minuto del telenoticias, que, a su entender, son los últimos coletazos de la Catalunya del pasado, que no llevó a ningún lugar y que no llevará a ningún lugar (…) me parece muy bien que esta señora vuelva a Catalunya y a la España del 2023, en la que hay acuerdos, oportunidades y futuro, a diferencia de la Catalunya y la España que dejaron ella y otros el 2017, anclada en el pasado, el enfrentamiento y el conflicto’.
Ciertamente, no se pueden decir más majaderías y mentiras en menos espacio de tiempo; y muestra que sigue imperando el mensaje de que ‘Catalunya es de España’, es suya, y no admiten ni quieren ver los sentimientos de más de dos millones de independentistas catalanes, les importa un bledo la ética y la moral, sólo les interesa su ley del embudo.
Volviendo al tema original, el supuesto fraccionamiento efectuado por Laura Borràs, es preciso señalar que la sindicatura de cuentas, en su informe de la auditoria 31/2022, señaló que la gestión de Puertos de la Generalitat, que gestiona 19 puertos del litoral catalán, en el ejercicio del 2019, detectaron el 98,7 % del número de contratos formalizados y un 25,1% del importe total de las contrataciones se realizaban como contrataciones menores, con criterios subjetivos.
Y en ese informe de la sindicatura de cuentas señaló que el 28,38% del total de los 155 que la sindicatura ha publicado desde el 7 de febrero del 2018 hasta ahora incumplieron las normas para los contratos menores, que tienen un máximo de 15.000 euros para los suministros y servicios, y de 40.000 para las obras. En la lista de posibles irregularidades aparecen contratos de la Institució de les Lletres Catalanes (caso Borràs), la Sindicatura de Greuges (Defensor del Pueblo), la Oficina Antifrau (Antifraude) de Catalunya, la Línea 9 del metro, el Departamento de Justicia y diversos organismos municipales.
(Fuente: El Periódico, 5 de marzo del 2023)
Obviamente, si la justicia española fuera justa, en lugar de ser únicamente una ‘justicia española’, una ‘justicia de España’, no habría bicho viviente en ningún estamento, pues, como sabemos, la corrupción política es el deporte nacional.
Y quiero añadir, pues me parece importante, que toda persona que se dedique al servicio público ha de ser modélica y ejemplar, como el machista dicho de que ‘la mujer del César no sólo debe ser casta y honesta, sino también parecerlo’ (los hombres no, por o visto), según la sentencia de Julio César a su esposa Pompeya.
Así que, si una justicia justa demostrara que Borràs hubiese cometido irregularidades, debería ser condenada, de forma estrictamente proporcional al supuesto delito, no en plan de venganza y castigo.
Pero eso no es así, y el ‘juicio’ efectuado, con todas las irregularidades mencionadas, no ha sido un juicio justo.
Y si la sindicatura de cuentas señala tantas irregularidades, incluso con importes superiores, y por entidades más paradigmáticas, como la oficina antifraude y el departamento de justicia: ¿por qué se ceban con Laura Borràs? Y, claro, sólo hay una respuesta, y es por ser quién es, por ser cómo es, por ser una activista independentista de piedra picada.
Ya sabemos que tenemos todo el estado español en contra nuestra. Eso no es nada nuevo. Hace más de 300 años que vivimos así. Por eso no nos sorprendemos, y esperábamos una sentencia como la que finalmente han publicado.
Y también sabemos que los partidos unionistas como el PSC/PSOE, los Comunes/Podemos, PP, Vox, etc., siempre, y siempre es siempre, van en contra nuestra, de los independentistas. Por eso tampoco nos sorprende que ahora hayan celebrado y aplaudido con las orejas la sentencia contra Laura Borràs.
Pero la desgracia es ver que ERC, sigue con su táctica españolista, y argumentar que el tema contra Borràs es ajeno al independentismo, acogiéndose al argumento vergonzante de la sentencia de Barrientos y compañía.
Y esto es vergonzoso, y una muestra de anteponer los intereses partidistas, ante los intereses nacionales, de país.
Y tampoco nos sorprende, hace años que ERC vendió su alma al diablo Mefistófeles, por mantener su poder fáustico.
ERC debería tener presente el lema del código del emperador romano Justiniano I (482 – 565), código legal del 529: ‘quod omnes tangit ab omnibus approbari debet’ (lo que a todos toca, todos deben aprobarlo), y tener una actitud ética y respetuosa con sus ideales previos al 2017, basada en la unidad, y que desde ese momento tergiversaron y traicionaron, dirigidos por sus líderes sectarios Oriol Junqueras y Marta Rovira, personajes que espero que la historia los ponga en el puesto que se merecen, es decir, en el estercolero de la historia.
ERC debería tener presente, asimismo, el lema nacional de Suiza, ‘Unus pro omnibus, omnes pro uno’ (uno para todos, todos para uno), el de los mosqueteros de Alejandro Dumas (1802 – 1870)
Pero vemos que ERC está por ampliar las bases, que no es otra que bajar el nivel del independentismo, e ir descafeinando nuestras pretensiones. Así, vamos perdiendo alforjas en cada viaje.
Es evidente que ERC, lo que quiere, es que en lugar de coger completo el lema ‘uno para todos, todos para uno’, únicamente ven la segunda parte, que todos converjan con ellos. Y en esa misma línea está la Cup, y muchos de la propia Junts.
Los independentistas que seguimos fieles al objetivo del 2017, sabemos que los lemas realmente importantes son el de que ‘menos es más’ (less is more) del arquitecto Mies Van der Rohe (1886 – 1969), y el lema del escritor Antoine de Saint-Exupéry (1900 – 1944): ‘la perfección no se alcanza cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar’.
Efectivamente, en el 2017 fuimos más de dos millones los que votamos por la independencia, una mayoría democráticamente suficiente, pues toda democracia se basa en el 50% más un voto. Debemos olvidarnos de las majaderías de Junqueras / Rovira, abogando por la imposición a Montenegro, que fue una traición a la democracia, y sería una rendición al estado español.
ERC debería ser consciente que la ‘perfección’ que buscan, añadiendo a no independentistas, se aleja de la perfección real, pues ‘menos es más’, como vimos el 2017.
Pero ERC sigue la ilógica de ‘la tiraría de la abundancia’ que es la hegemónica actualmente en todos los órdenes, pero debemos ir contra esa tiranía, como contra todas, incluidas las tesis que quiere imponer sobre Laura Borràs.
Y, ahora viendo, los mensajes de la portavoz de ERC, Marta Vilalta, y de las juventudes de su partido, está claro que ya han cruzado el Rubicón, para mí, y para muchos, han alcanzado la sima de la desvergüenza, de la inmoralidad. De pena. Para ellos mi mayor desprecio, que nunca olvidaré.