En mis últimos escritos voy reflejando mi pesimismo, mi decepción, ante la situación política actual, en especial en el conflicto entre España y Catalunya. Y me parece que esas sensaciones son bastante generalizadas entre los independentistas catalanes de base; en las élites, que persiguen el mantenimiento o mejora de su statu quo, la situación es muy diferente, claro.
Por eso, me parece que es interesante efectuar un ejercicio de reflexión, para intentar cambiar esa tendencia.
A tal fin, considero que es aconsejable leer algunos pensamientos de Malcolm X, (Malcolm Little, 1925 – 1965), el líder afroamericano que cambió su nombre por el de El-Hajj Malik el-Shabazz, al convertirse al Islam (también conocido como Àssad Mahmood, Detroit Red y Omowale):
- Si no estás preparado para morir por ella, saca la palabra libertad de tu vocabulario.
- No puedes separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz, a no ser que tenga su libertad.
- Estados Unidos tiene un problema muy serio. No sólo América tiene un problema muy serio, sino que nuestro pueblo tiene un problema muy serio. El problema de América somos nosotros. Nosotros somos su problema. La única razón por la que tiene un problema es que no nos quiere aquí.
- Nadie puede darte tu libertad. Nadie puede darte tu igualdad o justicia o cualquier otra cosa. Si tú eres un hombre, cógelo.
- La bisagra que rechina es la que consigue el aceite.
- Normalmente, cuando las personas están tristes no hacen nada. Sólo lloran sobre su condición. Pero cuando están enfadadas, provocan el cambio.
- Nuestro objetivo es completa libertad, justicia e igualdad, por cualquier medio necesario.
- Esto no quiere decir que yo defiendo la violencia, pero al mismo tiempo, no estoy en contra de usar la violencia en defensa propia. Yo no lo llamo violencia cuando es en defensa propia, lo llamo inteligencia.
- Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido.
- La historia es la memoria de un pueblo, y sin memoria, el hombre se degrada a los animales inferiores.
- Hemos de tener en cuenta en todo momento que no estamos luchando por la integración, ni estamos luchando por la separación. Luchamos por el reconocimiento … Por el derecho a vivir los seres humanos libres en esta sociedad.
- Donde quiera que vayáis, y sea aquello que hagáis, recordad siempre que seguimos siendo hermanos y hermanas, y que siempre tenemos el mismo problema. No despilfarremos el tiempo en condenarnos y combatirnos recíprocamente. Ya hemos perdido demasiado en el pasado.
- Si no defiendes algo, morirás por nada.
- No hay nada mejor que la adversidad. Cada derrota, cada angustia, cada pérdida contiene su propia semilla, su propia lección sobre cómo mejorar tu rendimiento la próxima vez.
- El futuro pertenece a quienes se preparan para el hoy.
- Tropezar no es caer.
- Si no tienes críticos, es probable que no tengas éxito.
- El poder nunca da un paso atrás, solo ante más poder.
- Estados Unidos predica la integración y practica la segregación.
- No tienes una revolución pacífica. No tienes una revolución de poner la mejilla. No existe tal cosa como una revolución no violenta.
- ¿Qué es un Dixiécrata? Un demócrata, un dixiecrat no es más que un demócrata disfrazado.
- El poder en defensa de la libertad es mayor que el poder en favor de la tiranía y la opresión, porque el poder, el poder real, proviene de nuestra convicción que produce acción, acción intransigente.
- Etc.
Efectivamente, los independentistas catalanes somos pacíficos, no violentos, pero eso no quiere decir que debamos asumir el vasallaje al que nos somete el reino español. Y, como dijo Malcolm X, refiriéndose a los EUA, pero que es extrapolable a España, ese es su serio problema; les gusta Catalunya, pero no les gustan los catalanes, y menos los independentistas.
Por eso, tenemos que buscar la confrontación, no rehuirla. Una confrontación inteligente.
Y esa inteligencia nos la podemos retroalimentar de diversas formas, entre ellas, escuchando la siguiente canción:
‘Canto a La Libertad’ (álbum ‘Tiempo de espera’, 1975)
De José Antonio Labordeta Subías (1935 – 2010)
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga libertad.
Hermano, aquí mi mano
será tuya mi frente
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.
Haremos el camino
en un mismo trazado
uniendo nuestros hombros
para sí levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.
Sonarán las campanas
desde los campanarios
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.
También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.
Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.