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No todo es Facebook e Instagram

Martha Nava Argüelles
Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Las redes sociales han sido clave para muchas empresas en este proceso de pandemia, muchas han enfocado sus esfuerzos de posicionamiento de marca y venta de producto absolutamente en el entorno digital, sin embargo, esto no significa que todas las grandes marcas estén trabajando de esta forma no sólo porque no resulte conveniente, sino porque estas no se adaptan a las necesidades, esencia y oferta de producto o servicio. Tal es el caso de Lush, una marca de cosméticos del Reino Unido que tiene tiendas en todo el mundo y cuyo valor de marca es de 934 millones de dólares.

Lush decidió abandonar Instagram, Facebook, Snapchat y Tiktok en noviembre del 2021 a fin de abogar por la salud mental, esto después del testimonio que se presentó en el Senado de Estados Unidos en el que se dio a conocer la preocupación de la influencia que Facebook, y otras redes sociales, ejercían en la salud mental. Por lo que la empresa realizó un análisis detallado de sus estrategias, y decidió que debían trabajar su marketing como trabajaban con sus productos, buscando mantener la imagen socialmente responsable que tanto les caracteriza, tal y como lo dijo la jefa de relaciones públicas globales de Lush, Karen Huxley a Business Insider “Si descubrimos que un ingrediente es dañino para usted, no lo incluiríamos en nuestros productos… Saber que esas plataformas en particular eran potencialmente peligrosas para los jóvenes, no es algo que podamos ignorar.”

Así la marca actuó en consideración a su esencia y con ello mantuvo la coherencia con el conjunto de actividades que realiza a favor de su imagen, y es que la marca es conocida por apoyar diferentes causas y no sólo aquellas asociadas a su rubro como el que todos sus productos son orgánicos y cruelty-free, sino también participa activamente en causas relacionadas con el medioambiente como la deforestación o sociales como Black Lives Matter. Si bien su salida de estas redes sociales sólo implicó que dejarían de publicar contenido ya que las cuentas se mantienen abiertas, también implicó que se mantendrían activos en redes como Twitter y YouTube, y que abrirían sus cuentas de LinkedIn y Pinterest, pues consideran que estas son “diferentes”.

Ahora, ciertamente la marca no ha dejado de buscar posicionarse pues sigue haciendo uso de los influencers y hoy enfocan gran parte de su trabajo en la aplicación que desarrollaron en 2015, también lanzó su podcast, creó unas listas de reproducción en Spotify que están inspiradas en cada bomba de baño, entre otras estrategias cuyo objetivo es ofrecer una experiencia integral del producto.

Al final, lo que esta marca nos deja de ejemplo es que no siempre debemos enfocar nuestros esfuerzos para atraer clientes a través de las redes sociales -o de todos los canales de comunicación-, ya que todavía existen alternativas novedosas que no sólo irán acorde a la imagen de nuestra marca, sino que además permitirán al cliente vivir una experiencia integral de la misma, y no sólo eso, Lush está marcando la pauta para que las empresas analicen la esencia de su producto, servicio y negocio con el objetivo de entender si esta empata con los valores de los medios en los que están orientando sus esfuerzos de posicionamiento.

Te invitamos a conocer el podcast de Imagogenia para saber las últimas opiniones