La acumulación de noticias producidas ayer muestra, de forma clara, el ADN del reino español, que lo contamina todo, como expongo seguidamente.
La información más relevante de ayer, 2 de abril, fue la publicación de la interlocutoria del tribunal supremo de justicia de Valencia, dando por archivada la causa contra Mónica Oltra Jarque (n. 1969), que fue vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, portavoz del Consell y consellera de igualdad y políticas inclusivas, entre los años 2015 y 2022.
En la citada interlocutoria se comenta que:
‘(…) no se ha acreditado, ni tan solo en el ámbito de los indicios, que Oltra, ni cualquier otra persona de la conselleria, dirigiese una orden, una instrucción, una consigna o ninguna indicación a los investigados sobre cómo debía ser su conducta en relación con Maite (la víctima de los abusos) o en relación con (Luis) Ramírez (Icardi, el condenado) (…) todos y cada uno de los indicios que fundamentaron las imputaciones judiciales provisionales contra las personas investigadas se han desvanecido por completo (…)’
En un país democrático, la apertura de una causa contra un político, obviamente, sería noticia: y su archivo, al no encontrar la justicia ningún delito, ocuparía unos mismos espacios informativos, para garantizar, de ese modo la debida restitución de su honorabilidad.
Pero, desgraciadamente, todavía estamos atados por el reino español, y en este estado, acomplejado desde sus orígenes, pues:
- el nombre de España, según los fenicios y los romanos, significa ‘tierra de conejos’, por la abundancia de esos animales, así que un nombre nada épico;
- su inicio como tal, se remonta al 24 de febrero de 1556, con la abdicación en Bruselas de Carlos I en favor de Felipe II, en el que se desgaja del Sacro Imperio Romano; con anterioridad, pues, desde el año 1492, siglo XV, con los Reyes Católicos, estaba constituido por la unión de diferentes reinos, por lo que España, en todo caso, es mucho más reciente que la milenaria Catalunya, formada, inicialmente, por el conde Guifré el Pilós, a finales del siglo IX, y consolidada a partir de los condados que formaron la Marca Hispánica del Imperio Carolingio;
- por eso, España es un estado, nunca ha sido un país, y eso ‘explica’ su aversión a las concepciones de los Països Catalans, por ejemplo;
- y en España seguimos con la ‘cultura’ franquista impregnada en todos los poderes, como nos muestran, desvergonzadamente, a diario.
Y por eso, el tratamiento dado a la mencionada Mónica Oltra, ha sido una muestra más del draconiano estado español, pero entendiendo ese adjetivo por su arbitraria y extrema e injusta severidad (y obviando las correctas prácticas de Drakön (s. VII a.C.), que fue un legislador de Atenas, que ocupó el cargo de arconte epónimo, y, desde ese cargo, quitó a los nobles la facultad de juzgar de forma arbitraria, mediante la recopilación y publicación de las leyes existentes, dando lugar a una legislación que fue el primer paso hacia un gobierno republicano)
Mónica Oltra es un claro ejemplo de lawfare (guerra judicial), pues su caso muestra la instrumentalización del sistema judicial para perseguir, neutralizar y destruir a sus competidores o adversarios políticos.
Para los lectores mexicanos, seguidamente explico este caso que nos ocupa:
El 16 de junio del 2022, Mónica Oltra fue acusada (encausada) de aprovechar su papel de consellera responsable de los menores tutelados, para esconder los abusos sexuales que Luis Ramírez, su exmarido (*), había cometido contra una joven menor de edad, en el centro en el que trabajaba. Según la acusación, ella se valió de su poder y obligó a los responsables del centro a esconder los hechos e impedir la investigación. El abogado defensor de la menor fue José Luis Roberto, líder de España 2000, de extrema derecha.
(*) llevaban varios años separados, ya que habían iniciado los trámites de divorcio en agosto del 2017
El 21 de junio del 2022, dimitió de sus cargos, comentando, entre lágrimas: ‘Me voy con la cara bien alta, pero con los dientes serrados (…) me voy para no dañar el proyecto del Botànic, pero, con este acto, ganan los malos, y que esto se recordaría en la historia de la infamia política, jurídica y mediática del país’ (…) Que nadie se pregunte, de aquí a veinte años -o de aquí a veinte meses- qué cojones pasó en este país. Este país tiene un problema cuando absuelve corruptos, cuando M. Rajoy no es un indicio, y se encausan inocentes. Y pasan cosas como Vicky Rosell, Alberto Rodríguez y las cuidadoras. Este país tiene un problema cuando no nos defendemos de la extrema derecha’.
Ramírez fue juzgado por dos causas, y los abusos se consideraron probados, y ahora cumple una pena de prisión que se acabará en febrero del 2029.
La causa contra Oltra fue iniciada por la denuncia de Cristina Seguí, fundadora de Vox y agitadora mediática de la extrema derecha y autora de una persecución de acoso y derribo contra Oltra.
Oltra siempre defendió que ella se enteró de los abusos de su exmarido en agosto del 2017, cuando llegó a su domicilio (que todavía compartían, a pesar de haber iniciado los trámites de separación) una citación judicial contra Ramírez.
Ximo Puig (PSV/PSOE), en ese período president de la Generalitat Valenciana, fue un cobarde oportunista, que aprovechó la imputación, para romper con Compromís, el partido político de Oltra, en lugar de defender el principio de inocencia de su vicepresidenta; un president incapaz de soportar y defender a su gobierno, que prefirió la salida ‘más cómoda’ y llegó a pedir en público, que ‘hiciera un pensamiento, para no perjudicar el pacto de gobierno’. Medio año después de la dimisión, en una entrevista a la Sexta, Oltra comentó que: ‘me amenazaban con expulsarme del gobierno, y esto habría sido una bomba que habría roto el gobierno de coalición. El PSOE hacía tiempo que fantaseaba con la idea de gobernar solo. Y yo sé como gobierna el PSOE solo, no se aleja mucho de cómo lo hace el PP’
En estos casi dos años, el juez instructor ha ido alargando el procedimiento de instrucción, haciendo declarar a todo el equipo de Oltra, y reclamar miles de documentos; y así, habiendo separado a Oltra, y dilatando la instrucción, la INjusticia española influyó de forma decisiva en las elecciones (autonómicas y municipales), y por eso, el PP y Vox tienen el poder de las instituciones valencianas. El lawfare, por lo tanto, dio sus resultados,
(fuente: vilaweb y el nacional.cat)
Todo clama al cielo, clama justicia, máxime viendo que todos los medios de comunicación, prensa, radio y televisión españolistas, llenaron portadas y páginas contra Mónica Oltra, infundiendo todo tipo de insultos y ofensas contra ella. Y hoy, todos esos medios han obviado la noticia, o se han limitado a una breve nota en el interior.
El País, ha publicado en portada, en pequeño, la siguiente nota, titulada ‘El juez archiva la investigación que llevó a dimitir a Mónica Oltra’, pero sin disculparse, pues ese medio también se abonó, en su momento, pidiendo la dimisión de Oltra. La Vanguardia, ni eso, pues, incluso, prioriza en la portada, el posible veto de fumar en las terrazas; situándose, así, en línea con La Razón, El Mundo, etc.
Esta es la ética, la moral de esos medios, que no tienen la menor decencia de restituir, como es justicia, a una política inmoralmente perseguida.
Y en esa misma línea podemos ver al PP, Vox, etc., así como la tibieza del PSOE.
Como he dicho, ésta fue la información más relevante de ayer, pero también tuvimos:
- la presentación, por parte de Pere Aragonès, de su propuesta, en pre-campaña electoral, de nuevo referéndum, acordado con el estado, de acuerdo con el artículo 92 de la constitución;
- la publicación de las listas electorales de ERC;
- las continuadas escuchas del ‘juez’ García-Castellón;
- etc.
pero este escrito ya es suficientemente largo, y comentaré en un posterior escrito.
De todos modos, y siguiendo con el vergonzoso panorama informativo de hoy, la noticia ‘estrella’ ha sido la gran expectación mediática ante la llegada y detención, durante unas horas, de Luis Rubiales, el expresidente de la federación española de fútbol. Y, claro, esto también merece ‘comer aparte’, pues no deja de ser el humo con el que despistarnos, de mantenernos con nuestro pan y circo.
Por todo esto, he titulado este escrito como ‘carnaval caníbal’, como la orgía de las mentiras, de los engaños, como el gran akelarre de la inmoralidad, pues ese es el circo del país de los conejos.
Y lo triste es ver que algunos de nuestros políticos siguen queriendo jugar con sus reglas, conseguir un referéndum acordado…, pero, claro, parece que su motivo es meramente electoral, para seguir engañando a sus potenciales votantes, sin avergonzarse de que pasar de querer, hace unos meses, un acuerdo de claridad (con tres preguntas y porcentajes antidemocráticos) a querer, ahora, un referéndum binario y sin porcentajes discriminatorios, es ridículo, pues me recuerdan a Julius Henry ‘Groucho’ Marx (1890 – 1977): ‘estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros’.
Ayer, al hacerse público que se archivaba su causa, Mónica Oltra escribió en Instagram: ‘por larga que sea la noche, el alba relucirá’; y Miquel Real, que fue jefe de gabinete de Oltra y también fue encausado, citando al grupo Manel, escribió: ‘Es noche fría por ser abril, no se está en ningún lugar como en casa; es abril, y a pesar del frío, la primavera empieza a florecer’.
Yo dudo de que la carpetovetónica España sea corregible, por lo que debemos independizarnos, y que ellos sigan fieles a su ADN, que tanto les agrada y les satisface.