Calimaya, Estado de México, 20 de agosto de 2024 – Una vez más, la negligencia en el Zoológico de Zacango ha resultado en la trágica muerte de un animal en peligro de extinción. Freya, un majestuoso ejemplar de jaguar, perdió la vida el pasado julio en un ataque brutal por parte de otro jaguar, un suceso presenciado por decenas de visitantes del zoológico, entre ellos niños, quienes horrorizados y sin comprender lo que sucedía, alertaron al personal del parque. Lamentablemente, los empleados no reaccionaron ante la tragedia, dejando a los espectadores atónitos y sumidos en la confusión.
Este incidente pone en evidencia las graves fallas en la gestión de la fauna a cargo de las autoridades del zoológico y la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF). Según fuentes cercanas consultadas por “Edomex Al Día” y con expertos de la Semarnat, Freya no debía ser colocada junto a otros jaguares debido a su comportamiento, un detalle que fue advertido por personal capacitado que fue despedido injustificadamente. Sin embargo, esta recomendación fue ignorada por el MVZ Huitzilihuitl Barrera Manzano y la C. Mara Callejas Ortega, quienes decidieron juntar a los ejemplares sin seguir los protocolos adecuados para la integración de animales, lo que culminó en la muerte de Freya.
Lo más alarmante es que esta tragedia no es un caso aislado. En lo que va del año, el Zoológico de Zacango ha perdido al menos 150 animales, muchos de ellos también en peligro de extinción, sin que se tomen medidas correctivas. La directora de CEPANAF, Alma Diana Maya Tapia, ha optado por ignorar estos hechos, confiando ciegamente en las afirmaciones del MVZ Barrera Manzano.
Este fiasco se suma a una serie de desaciertos recientes en la gestión del Zoológico de Zacango. Apenas unos días antes, el zoológico había promocionado el cumpleaños de Freya, un jaguar ahora fallecido, haciendo aún más trágico y absurdo este desenlace. Además, el zoológico fue objeto de críticas por la fallida dinámica de nombrar a dos tigresas nacidas en sus instalaciones, de las cuales una murió poco después, y por haber presumido el nacimiento de una hipopótama que también falleció a los pocos días de haber nacido.
Entre las víctimas recientes se encuentran también un canguro rojo, el último ejemplar de su especie en la institución, que estuvo letárgico durante más de un año sin recibir tratamiento adecuado, un búfalo cafre, una guacamaya verde que nunca fue atendida médicamente, una avestruz, entre otros. Estas muertes revelan un patrón de negligencia sistemática que pone en entredicho el compromiso del zoológico con la conservación y el bienestar animal.
Resulta indignante que la directora de CEPANAF, quien además es médico veterinario zootecnista, se convenza de que sus personas de confianza Huitzilihuitl Barrera y Mara Callejas que minimizan la gravedad de estos incidentes. La situación exige una revisión profunda de las prácticas del Zoológico de Zacango y una rendición de cuentas inmediata por parte de las autoridades responsables. La conservación de especies en peligro de extinción no puede ser tratada con la desidia que ha caracterizado la actual administración del parque ecológico.
