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Nueva vergüenza

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Ayer, 10 de marzo, tuvimos una nueva muestra de desvergüenza informativa, ya que, por encima de todas las noticias, primó y seguirá primando hoy 11, la entrega de los Óscar de Hollywood, como explico seguidamente.

Estos días la noticia ‘estrella’, era el recordatorio del atentado terrorista en Madrid, el 11 de marzo de 2004, con 193 muertos y unos 1700 heridos; un atentado realizado por una célula de Al-Qaida. Este año, se han cumplido 20 años, y ya sabemos la afición humana por los aniversarios, especialmente, cuando se trata de números redondos, como este caso, que se cumplen los 20 años.

Y está bien que se recuerden las víctimas, pero lo justo sería que también se pidiesen responsabilidades a los líderes del PP del momento, por mentir descaradamente a la ciudadanía, atribuyendo la autoría a ETA. Pero, vemos que José María Aznar, presidente del gobierno; Ángel Acebes, ministro de interior; Eduardo Zaplana, portavoz del gobierno; así como los ‘periodistas’ José Antonio Sánchez y Alfredo Urdaci, director y jefe de informativos de RTVE respectivamente; Pedro J. Ramírez, director de El Mundo; y un sinfín de medios de comunicación, se rindieron y mostraron la cara más servil y sumisa con el gobierno; incluso tras el desmentido de ETA y el comunicado de las brigadas de Abu Hafs al Masri.

Es cierto que esas mentiras provocaron la caída del PP, así en las elecciones del 14 de ese mismo mes de marzo, ganó las elecciones José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE); pero, aún así, durante años, si años, el PP siguió dudando de la autoría de Al Qaida.

Pero, nadie pidió ni pide el repudio y la inhabilitación de esos personajes; más bien, todos los documentales se centran en mostrar el morbo, propio de la prensa amarilla. Y todos esos ‘personajes’ siguen dando lecciones de moral, vergonzoso.

Y también es vergonzoso, que hoy, 20 años después, se conozcan nuevos detalles, como que Aznar movilizó a 300 espías del CNI, si 300, según se ha informado hoy, para que encontrasen vínculos entre Al Qaida y ETA, amenazándoles de despedirlos a todos y enviarlos al paro, si no conseguían evidencias en ese sentido. 

Otro tema que también pasará sin pena ni gloria, es el comunicado de ayer del Papa Francisco, pidiendo la rendición de Ucrania, que presente la bandera blanca y empiece las negociaciones, con el apoyo de las potencias internacionales. Y ese argumento lo explicó para evitar más sufrimiento a la población.

Esa declaración me parece del todo desafortunada, pues, si bien es ético pedir el final del sufrimiento, no lo es hacerlo ahora, tras cientos de miles de muertos y un país destrozado. Por eso, pedir el sacrificio del débil, de la víctima, me parece incluso descarado, pues pedirle que asuma como inútiles los sacrificios sufridos, y que acepte la participación de su estado, es conceder la victoria absoluta a Vladimir Putin, que debe haber aplaudido con las orejas el discurso papal.

Lógicamente, el embajador de Ucrania en el Vaticano, replicó, rápidamente, que, en su momento, nadie pidió negociar con Adolf Hitler, ni el Vaticano.

Y tampoco se ha dado el eco preciso a un nuevo ataque contra la lengua catalana, ya que, por un error informático, en un tren de Renfe, que hacía el recorrido entre Málaga y Fuengirola, la publicidad de las pantallas dio la información en catalán. Y, claro, la mayor parte de pasajeros mostraron su catalanofobia, y políticos del PP, como el diputado por Málaga, Mario Cortés, presentó su queja formal, diciendo que ‘ante la gradual degeneración de los servicios ferroviarios de la provincia. ¿Además de llevarse las inversiones a Catalunya, el gobierno pretende reírse de los españoles?

Y, lo triste es que nadie del gobierno de Pere Aragonès (ERC) hizo ningún comentario para defender una de las lenguas cooficiales; por lo que debemos dar las gracias al actor cómico catalán Toni Albà, que respondió, mediante la red X, en castellano: ‘¿Os jode? Pues aguantaros: en Catalunya llevamos aguantando la mierda inversa desde hace siglos’.

Tampoco es noticia que ayer se iniciase el Ramadán, que, según dictaminó Arabia Saudí, durará hasta el 9 de abril. Pero sí pudimos ver una mínima referencia de esa práctica de ayuno diurno en una población como la palestina de Gaza, castigada con la falta de alimentos, agua y vivienda desde el pasado 7 de octubre; y eso, a mi modo de ver, tiene un trasfondo un tanto sádico.

Pero que ese ayuno afecte directamente a más de 600.000 catalanes, ninguna referencia.

Y todos estos ejemplos son, meramente eso, noticias que pasan, como he dicho, a simples notas menores, en detrimento de la gran noticia que nos quieren vender e imponer, es decir, la entrega de los Óscar de Hollywood, que lo invade todo (no en vano, los principales medios de comunicación avanzaron los principales artículos sobre el citado atentado del 11 de marzo, ya que hoy, el pienso que nos dan al ganado (que no ciudadanos) son el detritus americano.

Pero, a los medios catalanes, les ha salido el tiro por la culata, ya que la película de Juan Antonio García Bayona, director de ‘La sociedad de la nieve’, no obtuvo el óscar a la mejor película de habla no inglesa, ni los maquilladores para esa película, David Martí, Montse Ribé y Ana López Puigcerver, tampoco consiguieron el premio para el que estaban nominados. Tampoco lo consiguieron Sandra Tapia e Ignasi Estapé, productores de ‘Robot dreams’, una película de animación. 

Efectivamente, para el cine catalán, la consecución de esos premios hubiera sido un gran reconocimiento, como se esperaban las instituciones y medios catalanes.

Una prueba de eso, es que incluso los periodistas más mediáticos, como Jordi Basté (RAC1) se desplazó el viernes pasado, para efectuar la retransmisión en directo. Y eso es una muestra más de falta de consideración y de respeto a los radio-oyentes del programa del viernes, pero, a mi modo de ver, y más grave, es una falta de compañerismo total, pues en la cadena hay especialistas de cine, con más conocimientos especializados que el mencionado locutor. Igualmente pasa en las Olimpiadas, en las finales de fútbol, en el final del concurso de eurovisión, en las elecciones generales de los principales países (EUA, Francia, Reino Unido, etc.) e, incluso, el día del sorteo de Navidad realizados en Madrid; siempre es Jordi Basté la ‘estrella de la cadena’.

Un locutor, con un pasado dedicado al deporte, que nunca se cansa de repetir que hace años se ha ‘futbolizado la política’, y, claro, quiere ‘futbolizarlo todo’, ese es su estilo, hacer un show de todo, como si fuera el acontecimiento del año.

Y ese es un ejemplo, pues todas las cadenas y medios, ayer y hoy, y seguramente mañana, seguirán explotando el tema de los Óscar; si bien, al no conseguir ningún Óscar, el ‘glamour’ pasará rápido. Por eso, el citado Basté ha hecho esta mañana un programa casi habitual, desde Los Ángeles. Pero, las noticias de ayer, como los ejemplos citados, ya han pasado a mejor vida, la velocidad de los acontecimientos impone esa exigencia.

El cine, el teatro, y todas las artes en general, requerirían más espacio en todos los medios, de forma habitual; pero utilizarlos, de forma abusiva y exclusiva, hasta el extremo de anular a todas las otras informaciones, es excesivo, pues todos los medios, en lugar de ser generalistas, durante estos días pasan a ser monotemáticos, es de pena.

Nos quieren adocenados, vulgares, mediocres, y todo a más gloria de la pompa americana, no del cine en general, pues el que cuenta con menos medios, el independiente, no juega en esa liga, y está abandonado todo el año.

Por todo eso, seguimos con el ‘pan y circo’, y deberíamos actuar de forma crítica, sin tragarnos todo lo que nos echan.