Nuevo golpe de gracia al estado español

‘El Tribunal de Justicia de la UE ha emitido una sentencia que abre la vía de retorno de los exiliados.

Amadeo Palliser Cifuentes    amadeopalliser@gmail.com

El TJUE con sede en Luxemburgo ha fijado, desde hoy, un precedente para que no se pueda perseguir a los exiliados con sentencias contrarias a las euroórdenes, pues puede servir de un precedente muy importante para que el estado español se vea obligado a permitir el libre retorno de los exiliados.

De momento, puede tener una aplicación directa en el conseller Lluís Puig y en el caso del president Carles Puigdemont. Porque Puig tiene una sentencia firme de la justicia belga denegando la extradición al estado español por la acusación de malversación, y Puigdemont tiene una resolución firme de un tribunal alemán contra la acusación de sedición.

Y hoy, el Tribunal de Luxemburgo dice que no se puede detener un ciudadano europeo que tiene el derecho de la libre circulación si ya ha sido juzgado con una sentencia firme por un estado miembro de la UE, por los mismos hechos por los que se les detuvo y juzgó.

Lo establece en respuesta a unas preguntas pre-judiciales formuladas por el tribunal administrativo de Wiesbaden, en Alemania, sobre el caso de un ciudadano alemán al que los EUA pedía, en 2012, la extradición, acusado de un caso de corrupción. Un caso por el que ya cumplió una condena dos años antes.

Este ciudadano alemán presentó un recurso contra la R.F. Alemana el 2017, pidiendo que se tomasen las medidas necesarias para retirar la notificación de la Interpol que habían emitido las autoridades de los EUA para su extradición, ya que aquella notificación le impedía moverse libremente por los estados miembros de la UE (…) Este ciudadano considera que se vulneraba el artículo 54 del tratado de Schengen, por el cual no puede ser detenido ni perseguido por un caso por el cuál ya ha estado juzgado (el principio ‘non bis in ídem’), y también el artículo 21 del Tratado de Funcionamiento de la UE, que establece el derecho de circular y residir libremente en el territorio de los estados miembros de la UE.

Para resolver este caso, el tribunal de Wiesbaden pidió al TJUE que hiciese una interpretación de estos artículos para decidir cómo se habían de proteger los derechos de este ciudadano alemán.

La sentencia no es del todo satisfactoria para el demandante, porque dice que en su caso concreto sí que estaría justificada una detención provisional. El TJUE lo argumenta porque no se ha podido demostrar que el caso por el cual ya cumplió la condena es el mismo por el que se pedía la detención para extraditarlo.

Pero, en cambio, sí que establece unos criterios de interpretación de los tratados que fijan jurisprudencia para los casos de los exiliados catalanes.

(…)

A pesar de que este caso se basa en una demanda de extradición de un estado que no es miembro de la UE (en el caso de los EUA) sobre un ciudadano de la UE mediante la Interpol, la sentencia del TJUE fija criterios para los estados miembros.

(…)

El Tribunal Superior de Slesvig-Holstein dictó una sentencia denegando la extradición por sedición o rebelión, después de haber examinado el caso, entrando al fondo, evaluando el alud de documentación que el juez Pablo Llarena había remitido a los jueces alemanes para convencerlos que había habido violencia y que aquellos hechos encajaban con aquellas acusaciones. Pero no les convenció en absoluto.

(…)

La malversación quedó pendiente, el tribunal no entró y dijo que ya lo juzgaría el tribunal supremo español, pero este tribunal no lo quiso, Llarena no aceptó la extradición de Puigdemont solo por malversación, por la vergüenza de haber estado desautorizado por los cargos principales (…).

(Josep Casulleras Nualart, Vilaweb, 12 de mayo del 2021)

Pero todos sabemos cómo las gasta la hidalga y quijotesca España, la del:

Yo me estoy sintiendo profundamente antieuropeo. Que inventen ellos, que nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues (…) estoy convencido de que la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí dónde se inventó’, dijo Román, a lo que Sabino respondió: ‘Acaso mejor’.

(Miguel de Unamuno,1864-1936, ‘El pórtico del templo’, 1906)

Y precisamente, esa hidalguía les impide rectificar, más bien al contrario, se empecinan en seguir en su error, pues, como ejemplo, tras varias sentencias europeas contra actuaciones del exjuez Fernando Grande-Marlaska, el Tribunal de Derechos Humanos condenó a España por torturas bajo la instrucción del citado juez, que debía protegerlo, ya que el implicado estaba bajo su custodia. Y, ¿qué hizo el estado español?, pues claro, ascenderlo, el narcisista Pedro Sánchez, el más progresista del mundo mundial, como se autoconsidera, le nombró ministro de interior, y así sigue.

Y ejemplos en esa línea los hay a montones, pues, contraviniendo los acuerdos de la UE así como los consejos de muchas organizaciones internacionales, en el primer semestre del 2019, España vendió armas a Arabia Saudita, por 23,5 millones de euros. Y, claro, el estado español sólo mira el negocio, las presuntas comisiones, los lazos ‘de familia’ entre las monarquías de ambos países, y todo esto, a pesar del uso indiscriminado de esas armas contra la ciudadanía yemení.

Esta es una muestra más de la laxa ética y moral de Pedro Sánchez.

Así que tenemos muchos antecedentes más, que nos indican por dónde se pasarán esta nueva sentencia del TJUE.

Y lo triste es que la UE no tenga recursos, ni voluntad política, para obligar. En todo caso, pondrá una multa, en su día. Y el estado español la pagará gustosamente, pero seguirá sin rectificar. Así que, siendo la noticia positiva, no podemos ser optimistas.

Sabemos que el yugo y las flechas falangistas, siguen en el ADN español, y no están por estar.

Y contra ese yugo y esas flechas, los independentistas catalanes estamos solos, y nuestra única fuerza es nuestra voluntad, nuestra unidad y nuestra determinación para confrontarnos con el estado español, mediante actos de movilización popular, democrática, pacífica e inteligente, como nos pidió Puigdemont.

Pero para esto, es fundamental la unidad de la población, las organizaciones sociales y los partidos políticos, ya que enfrente tenemos un estado vengativo, como lo muestra el informe del tribunal de cuentas contra la secretaría de exteriores de la Generalitat anterior a la aplicación del 155, y contra el Diplocat (la dirección de asuntos exteriores), que pretende arruinar las familias de una treintena de responsables.

‘Ahora bien, una vocal de ese tribunal, María Dolores Genaro Moya, que ha analizado el período 2011-2017, señala que ‘no parece que hubiera extralimitaciones de la acción exterior ejercida por la Generalitat en relación al ámbito competencial que le corresponde’, asimismo, señala ‘la urgencia incomprensible’ del tribunal para finalizar el informe a finales de mayo del 2019, a pesar de las peticiones que ella misma había hecho para que se ampliase el plazo y pudiese efectuar observaciones de carácter técnico. Denuncia que esto ya es una vulneración del procedimiento que no se había visto hasta aquel momento.

La consejera citada sostiene, asimismo, en su voto particular, que el documento se aleja de la función del tribunal de cuentas, que tendría que ‘hacer un hacer ‘un juicio estrictamente técnico sobre el sometimiento a los principios de legalidad, eficiencia y económica de la actividad económico-financiera desarrollada por la Generalitat en relación con la acción exterior. En este punto señala que el tribunal de cuentas ha incumplido sus propias normas porque no ha basado la fiscalización de la acción exterior de la Generalitat en lso principios de ‘imparcialidad, claridad, concisión, equilibrio y ponderación’.

Recuerda que la norma técnica del tribunal obliga al hecho de que este analice la documentación ‘de forma objetiva e imparcial’, ‘recogiendo con exactitud y precisión los hechos verificados, y evitando juicios de valor e interpretaciones que no están suficientemente fundamentadas’, cosa que, a su entender, no se ha producido.

También retrae que el tribunal no se haya ceñido al procedimiento que le obliga a ‘distinguir entre los hechos comprobados y las valoraciones que merecen’, y a ‘evitar expresiones ambiguas que puedan dar a entender la existencia de deficiencias no comprobadas adecuadamente’. Además, el resultado de la fiscalización se ha de exponer de forma ‘equilibrada y ponderada’, y, según apunta, no es el caso’.

(Ara, 13 de mayo del 2021)

Como vemos, nada nuevo bajo el sol, ya estamos acostumbrados que el poder judicial español no es justo ni imparcial.

Y sabemos, también, que hay una buena parte de la población (el 48% según las últimas elecciones del 14 de febrero), así como organizaciones empresariales, sindicales, partidos políticos unionistas, etc., que nunca estarán por nuestra labor. Democráticamente, todo es y ha de ser aceptado, no faltaría más. Pero a las patronales y sindicatos, es preciso darles de comer a parte, ya que presentarse de forma homogénea, con una ideología unionista, recuerda, más bien, tiempos pretéritos de los sindicatos verticales.

Ante el actual gigantesco reto, a los independentistas, nos es precisa la unión, ya que la suma, la unidad, hace la fuerza. Y en ese sentido:

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, (esta tarde ha podido salir de prisión, de permiso) ha cerrado el acto de Òmnium en la Farga d’Hospitalet de Llobregat, con un discurso crítico con los partidos independentistas y la imposibilidad de formar gobierno: ‘Queremos avisar la clase política: si se impone la disputa estéril entre partidos, que no cuenten con Òmnium. Que paren los insultos y linchamientos entre los compañeros de lucha. Basta, de verdad, basta’, ha exclamado delante la presencia de representantes de ERC, Junts y la Cup.

Cuixart ha remarcado que la entidad se mantendría al margen de las negociaciones, pero ha pedido a los partidos que salgan de este punto muerto político porque, dependen de las decisiones políticas que se tomen estos días, ‘las consecuencias para las instituciones, los partidos y la misma sociedad, pueden ser irreversibles’.

Cuixart, que después del acto ha tenido que volver a la cárcel de Lledoners, ha seguido su arenga para que la sociedad civil vuelva a las calles: ‘Solo si somos capaces de volver a ocupar plazas y calles, seremos escuchados otra vez. Esta es la llamada que os queremos hacer hoy’.

Ha señalado que estos últimos tres años, el independentismo ha hecho muchos aprendizajes, como que la represión y el exilio ‘no pueden ser límites a nuestras aspiraciones nacionales’; que ‘el 1 de octubre del 2017 es un ‘patrimonio a preservar’, y que el 3 de octubre de ese año (huelga general) ‘habíamos de haber llegado más lejos’.

(Vilaweb, 12 de mayo del 2021)

Evidentemente, muchos independentistas tenemos a Jordi Cuixart i Navarro, como uno de los máximos referentes morales y éticos; no en vano se están recogiendo firmas para proponerlo como próximo candidato al Premio Nobel de la Paz.

Òmnium tiene 190.000 socios, y se financia con las cuotas de todos nosotros, pues no recibe ningún euro del erario público; mientras que los partidos, sindicatos, organizaciones empresariales sí. Por eso, Òmnium, como la ANC, son organizaciones transversales con una gran implantación territorial, y pueden movilizar a la población.

Y todos los que nos manifestamos diariamente en el corte de la avenida Meridiana de Barcelona, sabemos que esa ocupación espacial y temporal, comporta unos riesgos, como tenemos cada día.

Por ejemplo, hoy, nos han visitado un grupo de una decena de unionistas (uno de ellos, con casco de motorista, así que no es vecino del barrio), que se han sentado en una terraza de un bar, y desde allí nos filmaban y decían improperios, mientras que en las esquinas del corte, teníamos otros ‘observadores similares’. Y, el colmo ha sido que desde un piso nos han tirado un huevo (y no es la primera vez); alertados los mossos (policía autonómica), han subido al piso, y no sabemos cómo ha acabado, pero mucho nos tememos que no habrá acabado en nada, siempre pasa lo mismo, siempre se defienden más a los que nos provocan.

En definitiva, que mientras seamos pocos, sabemos que no conseguiremos nada, pero si la población siguiese la llamada de Cuixart, y tipos de cortes u otros movimientos y acciones se generalizaran por todo el país, las cosas cambiarían. Y en eso confiamos.

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