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‘Nunca más’, juventud y formas.

Amadeo Palliser Cifuentes
Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Ayer fuimos a ver una película magistral y pedagógica: ‘Argentina, 1985’, dirigida por Santiago Mitre, y el reparto encabezado por Ricardo Darín, que interpreta el papel del fiscal Julio César Strassera.

Esta película, con buena repercusión en el festival de Venecia, pasará sin pena ni gloria, ya que no será proyectada por las grandes cadenas. Y es una pena, una muestra más de que el poder mafioso (económico, financiero, político, militar, eclesial, mediático, etc.), siempre controla y quiere controlarlo todo.

La película narra el trabajo de Strassera, y su joven equipo jurídico, dirigido por el fiscal adjunto, Luis Moreno Ocampo (interpretado por Peter Lanzani); trabajo realizado a contrarreloj y bajo una presión constante de amenazas e insultos, para acusar a la cúpula de las sangrientas juntas de la dictadura militar argentina, por sus delitos de lesa humanidad.

Seguidamente reproduzco algunos fragmentos de esta historia, entresacados de varias webs, y que me parecen destacables:

‘Apenas supo que debía encarar este juicio, salió en busca de colaboradores. Los miembros de su fiscalía debían seguir llevando adelante el resto de las causas, las ‘normales’. En un principio acudió a nombres importantes, fiscales y abogados reconocidos. Pero nadie aceptó el desafío. Su principal colaborador fue Moreno Ocampo que tenía 33 años. Conformó un equipo de trabajo con una decena de colaboradores. Ninguna pasaba los 30 años. Los jóvenes fueron los únicos que se animaron a enfrentar esta empresa. La única excepción, fue la de Carlos Somigliana, abogado y dramaturgo, quién se dedicó a escribir los mejores pasajes de sus intervenciones.

La estrategia a utilizar debía ser perfecta, una maquinaria de precisión que no admitía fisuras. Cualquier flanco que diera, cualquier debilidad que presentara podría hacer tambalear la enclenque y flamante democracia. El nuncio apostólico lo apuntó con el índice y le dijo: ‘Strassera, mire que esto da vueltas siempre; piénselo’.

El proceso empezó el 22 de abril y durante cuatro meses y medio, en la sala de audiencias del palacio de justicia de la nación se escucharon 833 testimonios de sobrevivientes y familiares de desaparecidos. Es decir, lejos de los 30.000 que pregonaban los organismos, y de los 9.000 recogidos por la comisión de desaparecidos; por eso una de las acusaciones más frecuentes fue que ‘desinflaba’ los números reales. Pero prefirió centrarse en casos incontestables, sin fisuras.

Durante el proceso fueron constantes los rumores de atentados y de amenazas de muerte; y los medios hablaban del malestar en los cuarteles.

En el banquillo estaban sentados los comandantes de las tres primeras juntas: Jorge Rafael Videla, Eduardo Emilio Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Omar Graffigna, Armando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Anaya.

El proceso lo llevaba adelante un tribunal ordinario, integrada por los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio, que rotaban semanalmente la presidencia del tribunal. Pero el promotor clave del proceso judicial fue el presidente Raúl Alfonsín, que, en un momento, le dijo: ‘Oiga, fiscal … No se vuelva loco’. Y Strassera contestó: ‘Tarde, presidente’’.

Jorge Luis Borges asistió como público a la audiencia del 22 de julio, sin apenas ver nada, salió horrorizado luego de escuchar el testimonio del sobreviviente Víctor Basterra, el hombre que había logrado sacar de la escuela de mecánica de la armada, copias de las fotos que le habían obligado tomar, de militares para hacerles documentos falsos y de otros detenidos desaparecidos.

En el alegato magistral de Strassera comenzó el 11 de setiembre, dijo ‘No estoy solo en esta empresa. Me acompañan en el reclamo más de nueve mil (*) desaparecidos que han dejado, a través de las voces de aquellos que tuvieron la suerte de volver de sus sombras, su mudo, pero no por ello menos elocuente testimonio acusador’ (…)  y concluyó su alegato de la fiscalía, con una frase que marcó un hito en la reciente historia argentina: ‘Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ‘Nunca más’’.

(*) con el número de ‘más de nueve mil’, se refería solo a los casos recogidos por la comisión nacional sobre la desaparición de personas (Conadep) y no a la totalidad de desapariciones forzosas perpetradas por la dictadura.

El dramaturgo Carlos Somigliana, amigo personal de Strassera, autor de ‘Oficial primero’, obra estrenada en 1982, colaboró en la redacción y escenificación del fiscal, y suyas fueron frases como: ‘Buscamos la paz basada en la violencia y exterminio de nuestros adversarios y fracasamos; buscamos la paz basada en el olvido y fracasamos; ésta es nuestra oportunidad de buscarla fundándonos en la memoria, no en el olvido, y en la justicia, no en la violencia’.

El miércoles 18 de setiembre de 1985, la sentencia determinó 5 prisiones perpetuas para 5 excomandantes: Videla, Massera, Agosti, Lambruschini y Viola.

En el año 1987, Strassera fue destinado a Ginebra, como embajador argentino de derechos humanos ante los organismos internacionales. En 1989, con el cambio de gobierno, dimitió, pero el presidente Carlos Menem lo confirmó. Su idoneidad era innegable. Pero cuando Menen promulgó los indultos, en diciembre de 1990, Strassera dimitió: no podía representar a un gobierno que liberaba a los responsables de una masacre; y lo combatió, como había hecho contra las leyes:

  • de punto final, en 1986, para la paralización de los procesos judiciales contra los imputados de ser autores penalmente responsables de haber cometido el delito de desaparición forzada; que fue derogada en el 2003, y
  • de obediencia debida, en 1987, que estableció una presunción iuris et de iure, es decir, que no admitía prueba jurídica alguna en contrario, respecto a los delitos cometidos por los. Miembros de las fuerzas armadas.

dictadas por el gobierno de Alfonsín contraviniendo sus compromisos electorales’.

(Información: Infobae y Wikipedia)

De esta historia, me parece incuestionable que podemos extraer diferentes lecciones, salvando las distancias, entre ellas:

La observancia de que los poderes, a la larga y, si es preciso, metamorfoseados, siempre ganan, salvo que la voluntad popular sea determinada y fuerte, intelectual y emotivamente.

Aquí en EspaÑa, con la traicionera transición, no se depuraron las responsabilidades, y por eso, vemos que las grandes familias que gozaron del privilegio franquista, siguen dominando todos los medios del poder actual. Y uno de los grandes culpables fue Felipe González, que con su físico y verborrea ‘cantinflanescas’ (en el peor sentido del término), nos engatusó y engañó a muchos. El PSOE traicionó sus principios, convirtiéndose en la muleta de la corona borbónica; y así nos va.

Otra de las lecciones que deberíamos extraer de Strassera, es que confió en un equipo de jóvenes, ‘los fiscalitos de Strassera’, como despectivamente les llamaban los medios de comunicación. Y eso fue determinante, pues la ilusión que mostraron y sus deseos de justicia, no estaban empañados ni comprometidos por cortapisas ni ‘servicios’ anteriores.

Y aquí, en este momento del independentismo catalán, personalmente encuentro a faltar ese compromiso de la juventud. Sé que todos tienen obligaciones laborales (por cierto, muy precarias) y familiares. Pero, de todos modos, creo que podrían hacer mucho más de lo que hacen.

Otra lección son las formas, pues, siguiendo con nuestra situación aquí, sabemos que el prepotente estado antidemocrático que tenemos se salta todas las normas y modos, considerándonos idiotas, cuando la realidad es que quedan retratados perfectamente sus autores, por ejemplo:

Ahora se ha sabido que la guardia civil (mejor dicho, incivil, por sus actuaciones e invenciones), elaboró un informe de 71 páginas que remitió a la audiencia nacional en julio del 2019, diciendo que nuestro gobierno tenia el objetivo de dotar a Catalunya de una red de infraestructuras propias por medio de la inteligencia artificial, y una estructura paralela de defensa, mediante drones de combate.

(Elconfidencial.com, 22 de octubre)

En ese informe se citaba que Jordi Puigneró, exsecretario de telecomunicaciones, y ex vicepresidente del gobierno, preparaba un ejército de robots, un sistema defensivo con tecnología de antimisiles, drones de combate autónomos y ejércitos de robotización con inteligencia artificial.

(RAC1, 24 de octubre)

Si eso lo hubiera escrito un crío para un trabajo escolar cómico, aún podría tener cierta gracia, pero no es el caso, desgraciadamente. El estado profundo (judicial, militar, etc.) no tienen ningún tipo de escrúpulos, como vimos en el juicio farsa, acusándonos de nuestras miradas terroríficas.

Esto es así, y no podemos hacer nada. Sabemos que todos mienten interesadamente, que nos tiran y tirarán toda la mierda que les convenga. Poniendo cara de santo, o la de ‘Cruella de Vil’, como Pedro Sánchez, según le conviene en cada momento.

El estado muestra su prepotencia, como hacen los dictadores, como vimos hace un par de días, en la clausura del XX congreso del partido comunista chino, en el cuál, el todopoderoso Xi Jinping, purgó públicamente a su predecesor (2003-2013) Hu Jintao, de 79 años.

Pero nosotros debemos ser honestos y morales, y mantener una estética impecable, como la de Julio César Strassera, sin dejar un flanco abierto ni mostrar debilidad, para evitar que el estado incremente su abuso.

Y un ejemplo de ese abuso prepotente lo vimos, también, en la visita que el pasado 21 efectuó Pere Aragonès (president de la Generalitat, de ERC) a un par de comisarios europeos, en Bruselas. Hasta aquí, perfecto. Pero que una visita a esa capital, Aragonès no incluyera una visita a Carles Puigdemont (nuestro president legítimo en el exilio), a mi modo de ver, fue un insulto como el que sufrió Hu. Buscar esa ‘NO foto’, fue una muestra de prepotencia que confirma el síndrome de Napoleón que mencioné ayer. Ese fue un error premeditado, una afrenta, que muchos no olvidaremos.

Y que Salvador Illa (PSC/PSOE), ahora contraataque esa visita, con una suya, a tres comisarios, para ‘ganar’ a Aragonès, es una muestra más de ese facherío cutre que todo lo cubre.

Es decir, la estrategia de nuestros partidos independentistas está dejando todos los flancos abiertos y, de ese modo, mostrando nuestra debilidad. Y, como sé que no son tontos del todo, únicamente me cabe pensar que lo hacen expresamente, para mantener el statu quo del poder borbónico. Y eso es durísimo e imperdonable.

Sabemos y confiamos que, a la larga, ganaremos y seremos independientes, pero, a corto y medio plazo, nos tenemos que seguir enfrentando al poder prepotente, como el del siguiente cuento:

‘De gallegos y norteamericanos:

Conversación grabada en la frecuencia de emergencia marítima de la costa de Finisterre (Galicia).

Gallegos: Les habla el A-853, por favor, desvíen su rumbo 15 grados Sur para evitar colisionarnos. Se aproximan directos hacia nosotros, distancia 25 millas náuticas.

Americanos: Recomendamos que desvíen su rumbo 15 grados norte para evitar colisión.

Gallegos: Negativo. Repetimos, desvíen su rumbo 15 grados Sur para evitar colisión.

Americanos: Al habla el capitán de un navío de los EEUU de América, desvíen ustedes su rumbo 15 grados Norte para evitar colisión.

Gallegos: No lo consideramos factible ni conveniente, les sugerimos que desvíen su rumbo 15 grados Sur para evitar colisionarnos.

Americanos: (muy exaltados), Les habla el capitán Richard James Howard, al mando del portaaviones USS Lincoln, de la marina de los EEUU; el segundo navío de guerra más grande de la flota norteamericana, nos escoltan dos acorazados, seis destructores, cinco cruceros cuatro submarinos y numerosas embarcaciones de apoyo, nos dirigimos hacia aguas del Golfo Pérsico para preparar maniobras militares ante una eventual ofensiva de Iraq. No les sugiero … les ordeno que desvíen su curso 15 grados Norte. En caso contrario nos veremos obligados a tomar las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad de este buque y de la fuerza de esta coalición. Ustedes pertenecen a un país aliado, miembro de la OTAN y de esta coalición … por favor, obedezcan inmediatamente y quítense de nuestro camino.

Gallegos: Les habla Juan Manuel Salas Alcántara. Somos dos personas. Nos escolta nuestro perro, nuestra comida, dos cervezas y un canario que ahora está durmiendo. Tenemos el apoyo der cadena dial de A Coruña. No nos dirigimos a ningún lado ya que les hablamos desde tierra firme, estamos en el faro A-853 Finisterre, de la Costa de Galicia. No tenemos la más puta idea en qué puesto estamos en el ranking de faros españoles. Pueden tomar las medidas que consideren oportunas y les de la puta gana para garantizar la seguridad de su buque de mierda que se va a hacer (censurado), contra las rocas, por lo que volvemos a insistir y les sugerimos que lo mejor, más sano y más recomendable es que desvíen su rumbo 15 grados Sur para evitar colisionarnos.

Americanos: Bien … recibido, gracias’.

(Sergiobernues.com)

Los independentistas catalanes sabemos que no podemos seguir soportando la prepotencia del estado español, que reprime nuestros derechos sociales y nos oprime económicamente; y, como decía, confiamos que, a la larga, seremos independientes, pero, sinceramente, me gustaría verlo, vivirlo y disfrutarlo.

Por eso necesitamos que los partidos independentistas, en especial ERC, que ostenta el poder, tenga la mínima sensibilidad y honorabilidad, para respetar a los otros partidos independentistas. El que ostenta el poder es el que ha de dar la mano, pero no para abofetear.

Sólo así, dejaremos de mostrar nuestra debilidad ante el estado; seremos más fuertes. Eso es lo que consiguió el fiscal Strassera, por lo que recomiendo que vayan a ver esa película con la mente abierta, para aprender mucho.

Quizás, si aprenden, podremos alcanzar nuestra República en la que nunca debamos decir: ‘Nunca más’.