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Ofrece el presidente de El Colegio Mexiquense hacer permanente el proyecto del observatorio de la lectura en el Estado de México

*En la presentación de El libro y la lectura en el Estado de México. Un repertorio de saberes, se donaron 200 ejemplares de la obra para el sistema estatal de bibliotecas

Por sus resultados exitosos en diagnosticar e incidir favorablemente entre los actores del ecosistema del libro en el Estado de México, el proyecto que se ha llevado a cabo en los últimos años para crear un observatorio de la lectura se hará permanente, pues ésta es una herramienta de mejoramiento social y cultural, y la investigación que retribuye a la sociedad demuestra sus beneficios, dijo Raymundo César Martínez García, presidente de El Colegio Mexiquense.

            En la sala de lectores de la Biblioteca Pública Central, en el Centro Cultural Mexiquense, destacó la complejidad y riqueza del ecosistema del libro gracias a quienes participan en él y a los procesos que lo integran en los más diversos rincones del Estado de México, de lo cual da cuenta El libro y la lectura en el Estado de México. Un repertorio de saberes, obra de la que se entregaron 200 ejemplares para el sistema de bibliotecas de la entidad.

            En su intervención, Zulema Sánchez Lugo, directora general de Patrimonio y Servicios Culturales del Valle de Toluca, dijo que el fomento de la lectura es un pilar insustituible para mejorar el aprovechamiento en la educación, así como para fortalecer los lazos sociales e impulsar el crecimiento cultural y artístico de la población mexiquense, pues, a fin de incrementar el índice de lectura y el consumo de libros y revistas, se debe comprender la condición lectora de la gente.

Sebastián Rivera Mir, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense y responsable técnico del proyecto «El ecosistema del libro en el Estado de México. Hacia un observatorio de la lectura» agradeció a los bibliotecarios porque participaron de diversas maneras en los textos que componen el libro, en especial en los talleres realizados.

Detalló que el proyecto ha transitado de hacer un diagnóstico a tratar de incidir en los índices de lectura en el Estado de México, pues las cifras muestran que se va leyendo cada vez menos y que el libro es más ajeno incluso para los estudiantes de cursos de producción editorial, en un contexto -subrayó- en que una parte importante de la población busca primeramente resolver sus necesidades más básicas, las cuales influyen en la lectura.

Detalló los logros del proyecto en cuanto al diagnóstico sobre la falta de diálogo entre los actores del ecosistema -editores, bibliotecarios, libreros, promotores o mediadores y lectores-, pero asimismo en hechos como los esfuerzos que se hacen en Tejupilco, Tecámac y en otros municipios, con el trabajo de profesores que son promotores y de libreros, editores y los mismos lectores.

Habló de los cuatro cuadernillos publicados, dos ellos dedicados, respectivamente, a la autoedición en lenguas indígenas y a la promoción de la lectura en el ambiente digital, ala vez que detalló el contenido de la página digital que se ha creado con mapas e información en capas que relacionan la lectura con problemas sociales, educativos, la violencia y los índices de alfabetización.

            Luego de la donación que de manera simbólica recibió Trinidad Monroy Vilchis, subdirectora de Bibliotecas y Documentación, se hizo la presentación del libro, moderada por Roberto Urra, uno de los coordinadores de la obra y participante destacado del proyecto, con los comentarios y lectura de fragmentos por parte de Sofía O. Laines, Gabriela Ballesteros y el poeta Heber Quijano.