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Opacidad española y su ombligo más negro y profundo.

Estos días vamos enterándonos que los contratos con las empresas farmacéuticas que están produciendo, o están en fase final de análisis de las vacunas anti covid-19, son unos contratos secretos, opacos al público. Y ante el incumplimiento del contrato, la comisaria europea los mostró, tachando párrafos, supuestamente claves.

Parece que esa opacidad es una exigencia del imperio farmacéutico, y que es aceptada en los EUA y considerada conforme, ese es el poder que tienen los lobbies, esos grupos de presión.

Y supongo que la urgencia por disponer de las necesarias vacunas, debió ser un motivo para que la UE aceptara esa opacidad, ese oscurantismo, como un trágala.

Obviamente, todo lo que no es transparente, me parece que tiene unos intereses inconfesables ética y moralmente. Y debería ser rechazado, pues los poderes siempre se aprovechan de las debilidades del necesitado. Pero la urgencia por salvar vidas ha de estar por encima de todo, incluso de esas prácticas mafiosas.

Así que, ahora que se incumplen dichos contratos, facilitando muchísimas menos dosis de las acordadas, desconocemos si hay manera de reclamar, de exigir. Y eso es una muestra más del escaso poder de la UE, frente a los EUA.

Y no es que la política de la UE se caracterice por el ‘slow life’, pues sabemos que no se mueven por garantizar el ‘vivir despacio, de manera plena, sostenible y consciente’, sino que es debido a la burocracia que requiere el acuerdo de los estados miembros. Y la lentitud que eso comporta, facilitó que el Reino Unido, por ejemplo, se avanzase tres meses a la compra de las vacunas y, claro, tiene su prioridad; prioridad debida, asimismo, a sus lazos de intereses.

A pesar de esa opacidad, he oído que los ministros de sanidad alemán y francés, han facilitado información, contestando, dentro de lo posible, a los periodistas.

Ahora bien, en el opaco reino de la opaca España, el opaco gobierno más progresista de la galaxia no ha informado de nada, más bien al revés, ha desinformado más, ya que hace unos días, en su visita a Barcelona, Pedro Sánchez siguió diciendo que en verano estaría vacunada el 70% de la población.

Ni Pedro Sánchez, ni su ya exministro de sanidad, Salvador Illa, han comentado nada de nada sobre la falta de vacunas. Eso sí, nos venden a Illa como el gestor modélico.

Evidentemente, como en todo, siempre hay grados, pues:

·       Son cuerpos transparentes, diáfanos, aquellos que cuando pasa la luz y la imagen a través de ellos, prácticamente no se altera (agua, aire, etc.) y pasa de forma rectilínea.

·       Los cuerpos translúcidos dejan pasar parte de la luz que incide en ellos, pero no deja ver nítidamente los objetos.

·       Son cuerpos opacos aquellos que no permiten el paso de la luz y, por lo tanto, producen una sombra.

Por lo tanto, la diferencia está en el grado de transmitancia (o transmitencia) y absorbancia (vaya términos) de los objetos.

(fuente: Wikipedia)

Así que mientras en algunos países más democráticos hay una cierta transmitancia, aquí tenemos una absorbancia total por parte del gobierno y, por eso, los ciudadanos nos quedamos en la sombra más absoluta, en la oscuridad total.

Y esa estrategia de Pedro Sánchez, es debida a la primaria consideración que dice el refrán ‘la información es poder’; basada en la frase de Thomas Hobbes (1558-1679) ‘quien tiene la información, tiene el poder’.

Hobbes se refería a la información (datos procesados y ordenados), no al conocimiento (adquirido por la experiencia, la educación, etc.).

Ese filósofo inglés, popularizó la frase ‘el hombre es un lobo para el hombre’, ya que tenía una visión negativa de las interacciones sociales: el ser humano en estado natural se inclina a la guerra de todos contra todos (Leviatán, 1651), por lo que deben firmar un pacto social por el que renuncian a su libertad y la ceden al soberano el que, a cambio, les ha de garantizar la paz social, el orden, contrapuesto a la libertad.

Como es sabido, Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) defendió la naturaleza (‘el buen salvaje’), mejorada por la educación y la cultura, (‘El contrato social’, 1762).

(fuente: Wikipedia)

Me parece claro que Pedro Sánchez, por su propia inseguridad, se basa en Hobbes, seguro que, sin conocerlo, pero, como mecanismo de defensa, aplica inconscientemente sus preceptos, como nos lo muestra su forma de proceder, en todos los ámbitos, no sólo en el de la información, que comentamos.

También lo vemos en su idea de diálogo con el gobierno de la Generalitat, del que sólo se hizo una primera foto hace casi un año; él busca el ‘pacto social’, es decir, los independentistas debemos renunciar a nuestra libertad, a cambio del orden.

Contrariamente, si siguiese el pensamiento de Rousseau, buscaría el ‘contrato social’, y un contrato se establece entre iguales, reconocidos como tales. Pero a Sánchez le falta la cultura precisa, y no sólo la cultura democrática, que también.

Otro ejemplo lo tenemos en la opacidad y rapidez con la que tramita la distribución y asignación de los 140.000 millones de euros del fondo de la UE (casi la mitad transferencias y la otra mitad préstamos), para hacer frente a la crisis ocasionada por la pandemia. Y, claro, él, y sólo él, tendrá el control de esos fondos, no delegará ni transferirá los fondos a las respectivas comunidades autonómicas, pues, como Hobbes, desconfía de todos. Hoy se aprueba el real decreto-ley 36/2020, del 30 de diciembre pasado y, claro, los partidos sistémicos le darán su apoyo, pues su visión del estado es idéntica, y los ‘beneficiados’ siempre son los mismos, las mismas familias que garantizan el ‘atado y bien atado’ de Franco.

Esa visión monolítica del estado, impuesta por la transición / traición, es la que seguimos teniendo, ya que vemos que se mantiene la picaresca y la corrupción sistémicas, desde los trapicheos del rey emérito Juan Carlos I, hasta el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, vacunado del covid-19, saltándose todos los protocolos, como hizo la cúpula militar, y han hecho alcaldes, etc., abusando de su poder.

Pero, claro, la fiscalía, que depende jerárquicamente del ministro de justicia y, por lo tanto, de Pedro Sánchez, sigue haciendo la vista gorda, mirando hacia otro lado; no imputa a nadie, obviando que apropiarse de unas vacunas, tan escasas, es dejar a personas vulnerables condenadas a muerte; se trata, por lo tanto, de un delito contra la sanidad pública, pero eso a Pedro Sánchez le importa poco, más bien, nada.

Eso sí, esa misma fiscalía investigará los cortes que hacemos en la avenida Meridiana de Barcelona, a petición del partido de derechas, anti-independentista, Ciudadanos; y con gran satisfacción de Ada Colau, la alcaldesa, que sólo aspira a ampliar su poder de influencia, propugnando un gobierno de coalición en la Generalitat de Catalunya, gobierno formado por sus Comunes, el PSOE-PSC y ERC. Si finalmente se cumple ese sueño de Colau, y de otros, será nuestra peor pesadilla.

El citado partido de Ciudadanos ha aprovechado este momento de precampaña electoral, para presentar una denuncia contra el corte mencionado.

Es coherente que ese partido siga con la persecución del independentismo, y quiere que eliminen toda manifestación pro-libertad de los presos, exiliados e imputados políticos y sociales. Y, mal que nos pese, también es coherente que Ada Colau, y muchos de los Comunes / Podemos, piensen igual; pues ya vimos que lo importante para ellos es ocupar el poder, aunque para ello tengan que pactar con Manuel Valls (el ex jefe de gobierno francés), de Ciudadanos. Es decir, no es que los extremos se toquen, en este caso son y buscan una misma cosa: el poder.

Por todo eso, la única alternativa que tenemos, aunque sea difícil, es la independencia de Catalunya, y establecer una república catalana, democrática y transparente, en la que los chupópteros no puedan llegar a ocupar cargos de representatividad, que queden invalidados de por vida.

La alternativa sería continuar, de facto, como una mera colonia del reino de España, como lo fueron las diferentes colonias americanas, africanas, asiáticas.

Y si todas esas colonias se fueron independizando y nunca, nunca, se han arrepentido ni han deseado volver a depender de los borbones; nosotros, los catalanes, deberíamos poder seguir también ese camino, no hay otra.

Pero somos conscientes que el poder español, sus diferentes cúpulas, sus cloacas, etc.; así como los estados de la UE, defenderán a ‘capa y espada’ el estatus quo, pues les va muy bien.

(‘La expresión ‘a capa y espada’ aparece ya en El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Decía el escritor que luchar a ‘capa y espada’ por algo o por alguien es defenderle a todo trance y por encima de todo. Y explicaba que a capa y espada era el modo en que luchaban los caballeros, liándose la capa al brazo izquierdo para parar los golpes, mientras manejaban la espada con la mano derecha. Al contrario que los pícaros, que peleaban a ‘capotillo y puñal’)

(muyinteresante.es)

Sigmund Freud (1856-1939) utilizó los sueños como la ‘vía regia’ para llegar al inconsciente, pero declaró que hay un límite, a partir del cual no se puede avanzar más; y a ese lugar inaccesible le denominó ‘el ombligo del sueño’; Jacques Lacan (1901-1981) consideró a ese ‘ombligo’, como una trama, como un enredo, como un nudo, como el ‘orificio que se cerró’, lo que está fuera de los límites de la interpretación. Y según James Joyce (1882-1941), ese orificio, ese agujero, hace que el sentido se vacía, produciendo, con su fuga, el efecto de real que allí se inscribe. (fuente: Wikipedia)

Y precisamente, esa opacidad es similar a la del estado español, del cuál nunca podremos esperar ningún grado de transmitancia (o transmitencia), pues, por constitución, este anacrónico reino es pura opacidad, pura absorbanciaTenemos ejemplos cada día, y hoy, además de la opacidad de las vacunas y de la distribución de los recursos europeos, hemos visto como la audiencia nacional ha decretado el ingreso en prisión, en un plazo de diez días, del rapero Pablo Rivadulla i Duró (Pablo Hasél), de 33 años, por injurias y calumnias a la corona y a las fuerzas de INseguridad; y también veremos, hoy o mañana, como la fiscalía se vuelve a oponer al acceso al tercer grado de nuestros presos políticos y sociales; y acto seguido el tribunal supremo, el juez Marchena, revocará ese tercer grado, ya que él busca el arrepentimiento, así como seguir aplicando su venganza.

A pesar de todo, y como dijo Lacán: ‘Está claro que el hombre se pasa el tiempo soñando, que nunca se despierta’; y los independentistas seguimos soñando, pero también debemos despertar y actuar.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com