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Oposición de Papel

Miguel Ángel Sosa
Miguel Ángel Sosa
@Mik3_Sosa

A la oposición le urge definir los perfiles de candidatas y candidatos que podrían encabezar una gran alianza para la elección presidencial del 2024. Si se privilegia la construcción de un proyecto de unidad y altas miras, las posibilidades de derrocar al obradorismo aumentan, si no dejarán todo planchado para que el régimen se imponga.

Sin embargo, frente a esa terrible necesidad, lo que vemos en la actualidad es una retahíla de discursos vacíos que usan los líderes nacionales del PAN, PRI y PRD, quienes tratan a toda costa de mantenerse a flote al interior de sus institutos políticos.

Por desgracia, la continuidad de la alianza “Va por México” se encuentra en márgenes de utopía. El gobierno federal lo sabe y, por ello, hace hasta lo imposible por dinamitar los puntos de convergencia entre los opositores.

¿Qué tan urgente es definir a quien encabece la candidatura de la oposición? Los tiempos corren, y con el pasar de los días se van perdiendo oportunidades de comunión y planeación integral que más tarde será difícil recuperar.

No hay que darle tantas vueltas, la apuesta debe ser en torno al hombre o mujer con mayor capacidad no solo de aglomerar el voto opositor, también de detener la maquinaria gubernamental y sumar el espíritu ciudadano al nuevo proyecto de país, el cual desgraciadamente los partidos parecen haber olvidado.

Procesos transparentes de selección, apertura total a las críticas y opiniones y no aferrarse al manual arcaico usado por décadas de cómo seleccionar al abanderado o abanderada. Si no han entendido que las cosas no funcionan si se hacen del mismo modo, entonces no han entendido nada.

Por ejemplo, si el gobierno está en plena escalada del posicionamiento de Claudia Sheinbaum, la oposición debería de tener ya una batería con las fichas de sus posibles cartas en los careos con la aún jefa de gobierno de la Ciudad de México, y así estar preparados si es que al final resultara ella la elegida.

En cambio, siguen con la baraja de nombres inservibles como el de Ricardo Anaya, Alito Moreno, Alfredo del Mazo, entre otros gobernadores acomodaticios que, si se hiciera un ejercicio real para medir el apoyo en torno a ellos, no sumarían ni a sus propios paisanos.

La cerrazón ha llevado a los partidos a revolcarse en más de lo mismo, sin haber aprendido un ápice de la derrota y los batazos que a diario les acomodan desde Palacio Nacional.

Para pelear contra algo primero se debe saber a qué se enfrenta uno, la ceguera de la oposición parte de egos inflados que se niegan a demostrar un poco de cariño por México, de ese que tanto mencionan en sus estridentes discursos de papel.