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OPS advierte a Sudamérica: no es tiempo de relajar medidas

MIAMI (AP) — Con excepción de Venezuela, casi todos los países de América del Sur “están haciendo las cosas bien” y por eso han logrado una disminución de los casos y muertes por COVID-19, dijo el martes la Organización Panamericana de la Salud. Pero también les advirtió: lo peor que podrían hacer ahora es relajar las medidas.

“Cuando los casos disminuyen es porque estamos haciendo bien las cosas”, expresó Ciro Ugarte, director de emergencias en salud de la OPS refiriéndose a la situación de la pandemia en América del Sur. “Estamos en esa fase porque tomamos medidas adecuadas, no las relajemos” porque daría oportunidad a la aparición de nuevas variantes, explicó.

Ugarte hizo sus declaraciones en la rueda de prensa virtual de la OPS desde su sede en Washington en momentos que la región de las Américas ha casi duplicado la cantidad de infecciones con respecto al mismo período de 2020.

En la última semana se registraron casi 1,5 millón de casos de COVID-19 y más de 22.000 muertes en toda la región, donde Canadá y Estados Unidos continúan reportando aumentos de casos al igual que Costa Rica y Guatemala, entre otros países.

En un intento por explicar por qué han descendido los casos y las muertes en Sudamérica, Ugarte dijo que tras un aumento muy significativo registrado a fines de 2020 y comienzos de 2021 -cuando se incrementaron los viajes internos e internacionales y se relajaron medidas como el distanciamiento y el uso de mascarillas por reuniones familiares durante las festividades y vacaciones- las autoridades tomaron medidas estrictas e iniciaron la vacunación contra el COVID-19.

Indicó, sin embargo, que en Venezuela “hay una meseta” y sólo el 11% de la población ha sido completamente vacunada.

Venezuela recibió el martes el primer envío de vacunas a través del mecanismo COVAX de las Naciones Unidas: un lote de 693.600 dosis de la vacuna de Sinovac. El arribo fue casi 10 semanas después de que el presidente Nicolás Maduro confirmó el pago completo de las dosis tras una serie de obstáculos.

El país, que se negó a autorizar el uso de la vacuna AstraZeneca que primero le había designado COVAX, comenzó la inmunización en febrero con la rusa Sputnik V.

La OPS dijo que Venezuela es uno de los países prioritarios para la entrega de vacunas y que está trabajando para que se puedan concretar los próximos envíos de COVAX, el mecanismo multilateral creado hace un año para garantizar el acceso equitativo de vacunas en todo el mundo.

COVAX, que ha sido duramente criticado por no haber conseguido su objetivo, dijo el miércoles que ha logrado avances significativos: contratos para más de 4.500 millones de dosis en todo el mundo y el envío de más de 240 millones en sólo seis meses a 139 países.

Sin embargo, en un comunicado de prensa conjunto con la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y otros organismos con los que trabaja de manera conjunta, COVAX sostuvo que “el panorama global de acceso a las vacunas contra el COVID-19 es inaceptable”.

A nivel mundial, sólo el 20% de la población de los países de bajos y medianos ingresos ha recibido la primera dosis de la vacuna, comparado con el 80% en los países más desarrollados y de ingresos medios altos.

Para finales de septiembre COVAX espera haber entregado 60 millones de dosis en la región de las Américas, de acuerdo con sus proyecciones de suministros, y llegar a 180 millones hacia fines de este año. Eso incluye contratos y donaciones.

La estimación es que para fines de 2022 habrá entregado 275 millones de vacunas en la región, aunque podría variar según la disponibilidad.

Otros de los países que preocupan a la OPS son Guatemala y Nicaragua, con menos del 10% de vacunados, y Haití, con apenas un 1% de su población protegida.

Si bien países como Canadá, Chile y Uruguay tienen las dos terceras partes de su población completamente inmunizada, un cuarto de las naciones de la región aún no alcanzan al 20%.

Hasta ahora, sólo el 28% de la población de Latinoamérica y el Caribe ha completado totalmente la vacunación.

“Esta inequidad es inaceptable”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, refiriéndose a la dificultad que han tenido los países de la región para acceder a las vacunas.

“El gran desafío es que más personas tengan la vacunación completa en toda la región”, manifestó el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa.