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Oriol Junqueras, el ‘Django’ desencadenado

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Rememorando la película ‘Django Unchained’ (2012) de Quentin Tarantino, me parece que Oriol Junqueras, presidente de ERC, está siguiendo el papel del protagonista Django que, en la película, pacta con el Dr. King Schultz, el dentista alemán y, en realidad, caza recompensas que busca a los hermanos Brittle, (Schultz, en este juego de paralelismos, es asimilable a Pedro Sánchez), y con este fin, van a la finca propiedad de Calven Candie (el estado español), un despiadado que obliga a sus esclavos (catalanes) a luchar a muerte (luchas de Mandingos), y que es amo de la esclava Broomhilda (haciendo el paralelismo, Marta Rovira) y del esclavo de confianza del amo, Stephen (metafóricamente, Salvador Illa)

Muchos independentistas que no sintonizamos en absoluto con la actual línea adoptada por ERC, vemos que Oriol Junqueras, olvidó hace tiempo su lema anterior al 2017, que repetía hasta la saciedad en todas las tertulias, que: ‘el junquerismo es amor’, y ahora, vemos que, en realidad, el junquerismo es venganza, envidia y odio declarado hacia el president en el exilio, Carles Puigdemont y todo lo que representa.

Ayer oímos las críticas que Junqueras hizo a Puigdemont, sin citarlo, pero fueron explícitas, pues dijo:

‘Los independentistas que se desentienden de la lucha compartida se han de poner al servicio del país, arremangándose, olvidarse de sus egoísmos, superar su miopía y ser generosos’.

‘Sólo hay una estrategia para conseguir la independencia y la República Catalana, la de ser más fuertes en términos democráticos’.

‘Aquellos que se niegan a añadirse a esta estrategia, que es la única que funciona y que es útil para construir todo aquello que queremos construir, nos hace avanzar un poco más lentos de lo que querríamos’.

‘Este es un gobierno que hoy trabaja más para la independencia que antes’.

(Vilaweb, 27 de noviembre del 2022)

Estas declaraciones no merecen ser ni refutadas, son totalmente falsas, pues la gestión del gobierno de Pere Aragonès, siguiendo la línea fijada por Oriol Junqueras, nos han confirmado, repetidamente, que no trabaja para la independencia, si no, contra la independencia.

Muchos creemos que la concesión de los indultos concedidos por Pedro Sánchez exigió la firma de mucha letra pequeña, secreta, que explica el giro dado por los indultados, especialmente de ERC, pero también de Junts.

Por eso, muchos consideramos que todos ellos deberían haber dado no un paso atrás, si no, un kilómetro, y pasar a ser meramente militantes de base, sin mayor pretensión, para no estropear su biografía. Pero, claro, el supuesto pacto debía exigir su permanencia para desmovilizar y desmotivar a los independentistas de base. Y, por lo visto, se prestaron a ese juego diabólico, sus hechos lo confirman.

La dignidad, la ética, la coherencia y la responsabilidad, parece que no tienen el valor que deberían preservar. Siguen siendo prisioneros de ese indulto parcial y condicionado. Y ahora hacen de monosabios de sus amos, convencidos o influidos por el síndrome de Estocolmo.

Qué tristeza y desengaño.

Y qué desgracia que ese giro no tenga respuesta en sus respectivos partidos. Especialmente, vemos que ERC funciona como una secta, no hay margen de libertad para discrepar. En Junts se da una cierta confrontación, que ERC magnifica como negativa, despreciándola y ridiculizándola. Y, claro, los medios de comunicación hacen seguidismo de esta opinión; las subvenciones lo pueden todo.

Oriol Junqueras, como historiador, seguro que conoce la biografía de Cassius Clay, Muhammad Alí-Haj (Mohamed Alí), (1942-2016), el boxeador norteamericano que ganó el campeonato mundial de los pesos pesados en 1964, tres años después de adoptar la religión del Islam, de ahí el cambio de nombre, aparcando el de Cassius Clay.

‘En 1966, al ser reclutado por el ejército, para ir a la guerra del Vietnam, se negó, alegando sus creencias religiosas y su oposición ética a la guerra, siguiendo los consejos de Elijah Muhammad (Nación Islámica). Por ello, fue condenado a cinco años de prisión y fue desposeído de todos sus títulos de boxeo. No entró en la prisión, ya que recurrió y en 1971 el tribunal supremo de los EUA, pero lo perdió todo.

Su negativa a ir a la guerra le convirtió en un icono, a la vez que un símbolo del orgullo racial de los afroamericanos.

Como musulmán, se afilió a la Nación del Islam (NOI), si bien más tarde se desvinculó, adhiriéndose al Islam sunnita, dando soporte a la integración racial, como su amigo y mentor Malcolm X (Malcolm Little, 1925-1965).

Malcolm X sufrió una infancia dura, su padre fue ejecutado por el Ku Klux Klan y su madre ingresada en un psiquiátrico, como consecuencia del asesinato de su marido; y él pasó cuatro años en un reformatorio. En 1953 cambió su apellido por X, al considerar que ‘la X anuncia lo que había sido y que será siempre: exfumador, exbebedor, excristiano y exesclavo’. La ‘X’ también correspondía al apellido desconocido de los esclavos, de los que era descendiente y, seguramente, el apellido Litte, fue elegido por su amo.

Mohamed Alí y Malcolm X fueron los afroamericanos más admirados y legendarios del siglo XX, y su amistad fue máxima, ya que se consideraban hermanos de sangre, seguidores de Elijah Muhammad (líder de Nación del Islam).

Malcolm X abandonó Nación del Islam, en 1964, y fundó Muslim Mosque Inc, y años después, Mohamed Alí, enfrentado con Elijah Mohammad, por verse utilizado como una herramienta de propaganda de la secta, también abandonó su partido, como ya he dicho. En realidad, Alí, desesperado, quería volver al ring, a cualquier costo, pero Nación del Islam no toleró su insubordinación y le dio la espalda.

Pero la marcha inicial de Malcolm X enfrió y rompió la amistad entre él y Alí, cosa que ambos lamentaron, y que Alí intentó remediar; pero ya estaban muy distanciados. Malcolm explicó que no se había ido del partido, que en realidad había sido expulsado y que, en su peregrinación a la Meca, había aprendido mucho y se había dado cuenta de las mentiras de Elijah, pero Alí no se lo creyó, e hizo caso a Elijah, que le había prohibido acercarse a su amigo.

Tras varios atentados, un año después, Malcolm X fue asesinado, mientras iniciaba un discurso en Manhattan’.

(Fuente: varias páginas de Wikipedia)

Es verdad que la coherencia es difícil, y que eso no priva de tomar decisiones equivocadas, magnificando los malentendidos, como lo mostró la amistad entre Malcolm X y Mohamed Alí, pues ambos fueron coherentes y cometieron errores.

Y volviendo a Oriol Junqueras, creo que su ‘X’ de excautivo le sigue pesando, es una losa que no le permite ser libre; y por eso sigue con su resquemor hacia Carles Puigdemont, como vemos.

Obviamente, todo este mal rollo desmotiva y desmoviliza a muchos independentistas, y esa es la gran labor, la gran función que le tiene encomendada el estado español. Una vergüenza excesiva.

A pesar de todo eso, muchos independentistas de base seguimos, persistimos, pues consideramos válidos los siguientes pensamientos, expresados en frases notables de Malcolm X, como:

‘Si no estáis prevenidos delante de los medios de comunicación, os harán estimar al opresor y odiar al oprimido’

‘Si no defiendes alguna cosa, morirás por nada’

‘Si no estás preparado para morir por la libertad, saca esta palabra de tu vocabulario’

‘Normalmente, cuando las personas están tristes no hacen nada, solo lloran su condición, pero cuando están enfadadas, provocan el cambio’

‘Nadie puede darte tu libertad. Nadie puede darte tu igualdad o justicia o cualquier otra cosa. Si eres hombre, cógelas’

‘El poder en defensa de la libertad es mayor que el poder en nombre de la tiranía y la opresión’

Los independentistas ‘sólo’ queremos llevar a cuestas las siguientes ‘X’: la de exespañol y la de exsúbdito.