El pasado sábado 11, en Madrid, la extrema derecha y la ultra extrema derecha hicieron un homenaje a la división azul. Y el gobierno más progresista de la historia española autorizó el homenaje, saltándose la ley de memoria democrática.
Según explica Berto Sagrera, ‘en Alemania se han hecho cruces con esta marcha de neonazis (…) conmemorando la división de la Wehrmacht (las fuerzas armadas alemanas durante gran parte del régimen de Adolf Hitler, es decir, en la década de 1935-1945)
(…) unos 200 ultraderechistas se juntaron en la capital española e hicieron repetidamente el saludo romano – utilizado por los dictadores Hitler, Mussolini y Franco – Un discurso antisemita hablaba de un mal globalista detrás del comunismo y que todavía afecta a España’
(…) el motivo de la concentración era el octogésimo aniversario de la batalla de Krasni Bor, en la cual unos 5000 soldados españoles fueron derrotados por unos 35.000 soviéticos en febrero de 1943 (en plena Segunda Guerra Mundial), e hicieron una ofrenda floral a un memorial por los caídos de la División Azul, en el cementerio de la Almudena. A última hora de la noche, jóvenes de la Falange conmemoraron a Matías Montero – a quién veneran como el primer mártir del movimiento falangista, después de ser asesinado el año 1934.
Las imágenes muestran todo tipo de simbología fascista, así como uniformes militares nazis y franquistas. Es por eso que Democ (colectivo de memoria democrática) apunta que ‘el tratamiento social de la guerra civil y el franquismo sigue siendo parte de una polémica permanente en España’
(…) el diputado Jon Iñarritu (EH Bildu) ha planteado ¿Por qué el gobierno autoriza un homenaje a los nazis de la División Azul?’
(Elnacional.cat, 12 de febrero del 2023)
Efectivamente, Pedro Sánchez debería responder a esa pregunta, y a otras muchas, por ejemplo, ¿por qué existe, todavía, ese memorial en el citado cementerio?, ¿por qué siguen empeñados en espiar de forma repetitiva y continuada a los movimientos independentistas catalanes, y no a estos grupos de extrema derecha?, ¿qué sanciones impondrán por los emblemas, saludos y uniformes nazis?, etc.
Pero ya sé la respuesta, Pedro Sánchez se esconderá detrás de su infumable ministro de interior, Fernando Grande-Marlaska, que, con su verborrea sin ética, hará nuevamente el ridículo, y no pasará nada. Así es el gobierno que se autoconsidera el más progresista de la galaxia. Y así es su responsable Pedro Sánchez, un narcisista Pinocho sin ética ni moral.
A continuación, me parece interesante hacer un breve repaso de la historia de la división azul mencionada:
La 250ª división de infantería, llamada oficialmente en España ‘división española de voluntarios’ fue a luchar contra la Unión Soviética, para lo cuál, se enmarcó en el Heer, ejercito nazi. Entre 1941 y 1943, cerca de 45.000 soldados españoles participaron en diversas batallas fundamentales relacionadas con el sitio de Leningrado.
El primer comandante español fue Agustín Muñoz Grandes y, después, Emilio Esteban-Infantes y Martín.
Si insignia era un escudo con la bandera española, sobre la que había la cruz de hierro y las flechas falangistas.
Su lema fue: ‘sin relevo posible, hasta la extinción’. Similar a los ‘novios de la muerte’ de los legionarios.
También formaron parte de la división 146 mujeres, como enfermeras del recién creado Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar, bajo la dirección de María de las Mercedes Milá Nolla, a la que me referiré más adelante.
La guerra incivil española acabó el 1 de abril de 1939, y cinco meses después, el 1 de setiembre, estalló la Segunda Guerra Mundial, y Franco tuvo que corresponder la ‘ayuda’ de la legión cóndor, autora de muchísimos bombardeos a la población civil.
Por eso el ministro Ramón Serrano Suñer (el ‘cuñadisimo’ de Franco), el 24 de junio de 1941 leyó la siguiente proclama:
‘’Camaradas: no es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable! Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador. Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de España’.
A los voluntarios se les garantizó la misma paga de la legión, y a sus familiares que cobrarían un subsidio de 7,30 pesetas, doble cartilla de racionamiento, el mantenimiento de sus derechos laborales a su regreso, etc.
Según el historiador Stanley Payne, las regiones con menos éxito de reclutamiento fueron Catalunya, el Euskadi y Nafarroa.
El 31 de julio, ocho días después de comenzar la instrucción en la base de Grafenwöhr, hicieron el juramento al Führer.
La manifestación realizada este fin de semana en Madrid, tenía por objeto recordar la batalla de Krasni Bor (la segunda batalla del lago Ládoga), que tuvo lugar entre el 10 y el 13 de febrero de 1943, en las afueras de Leningrado. El 13, las fuerzas soviéticas se vieron obligadas a detener su ofensiva en este sector.
Entre los españoles tuvieron 2127 muertos y 1035 heridos.
Así que ese hecho es el que conmemoró la derecha española, con permiso y autorización del gobierno español. Y hoy, lunes 13, concluyó esa batalla, si bien todos sabemos que Hitler perdió esa guerra en Rusia, precisamente, así que de esa batalla fue un éxito puntual y menor.
De esta información recogida de Wikipedia, me ha sorprendido que también fueran con la división azul 146 mujeres, como enfermeras del recién creado Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar, bajo la dirección de María de las Mercedes Milá Nolla y claro, enseguida he pensado en la periodista y presentadora de televisión Mercedes Milà.
Esta periodista, María Mercedes Milà Mencos (n. 1951, en Esplugues de Llobregat), es hija de José Luis Milà Sagnier y Mercedes Mencos.
Y según Wikipedia, al consultar su información, señala que es nieta de Josep María Milà i Camps, pero no menciona a la abuela paterna.
Al buscar a su padre, José Luis Milà i Sagnier (2do. conde de Montseny) (1918 – 2012), se cita a su padre Josep María Milà i Camps, como he citado, pero tampoco figura su madre.
Y al buscar a su abuelo, Josep María Milà i Camps (1er conde de Montseny), (1886 – 1955) se indica que era hijo de Josep María Milà i Pi, primo de Pere Milà i Camps, y relaciona toda la parentela, entre ella, Mercedes Milà Nolla (prima hermana), que es la enfermera que fue con la división azul, pero tampoco se dice nada de su esposa.
Así, vemos que, efectivamente, la famosa periodista es familia de la directora del colegio de enfermeras y voluntaria en la división azul.
Obviamente, nada que objetar, en todas las guerras civiles se dan este tipo de relaciones y de favores, como el del título de conde del Montseny, y la posesión de una gran masía familiar en Esplugues de Llobregat, justo al lado de la empresa multinacional en la que trabajé durante décadas. Pero, lo que es extraño, y no he podido descubrir, es a qué viene el ocultamiento de algunas de las mujeres de la familia paterna, pero eso ya es otra historia, que se escapa del objetivo del presente escrito, por más que no deja de intrigarme.
Hoy hemos visto la película ‘The Banshess of Inisherin’ (Almas en pena de Inisherin) un drama escrito y coproducido en 2022 por Martin McDonagh, ambientado en la imaginaria isla de Inisherin, de la costa oeste de Irlanda, al final de la Guerra Civil Irlandesa de 1923; una película protagonizada por Colin Farrell y Brendan Gleeson, como dos amigos que, un día, se encuentran en un momento que uno de ellos rompe su relación; el músico de folk Colm Doherty empieza a ignorar a su amigo, al que encuentra aburrido, y de ahí surgen todo tipo de desencuentros, que, mediante una dramática escalada, llega a un final bastante duro.
La película me ha parecido muy interesante y sugerente, pues toca muchos aspectos psicológico-sociales que requieren ser pensados; y por esto, en el presente escrito me ha parecido interesante mencionarla, ya que es un claro ejemplo de que hay cicatrices que nunca se llegan a curar.
En una guerra incivil, es obvio que ni se olviden ni se perdonen, pues al haber vidas perdidas por medio, el drama es mayúsculo.
Además, hay otros intereses, como los que apoya la derecha española, como vimos en la con concentración en recuerdo de la división azul, que expresan que incluso jóvenes abracen esa ideología. Y esos intereses, nada ocultos, son la añoranza del franquismo, y su deseo de rehabilitarlo, y, claro, seguir manteniendo los principales puestos de poder del estado, para seguir garantizando que todo sigue ‘atado y bien atado’, como encomendó el dictador y asesino Francisco Franco a su elegido, Juan Carlos I, que, no lo olvidemos, había jurado los principios fundamentales franquistas.
Como he indicado, en la concentración fascista de este fin de semana se conmemoró, asimismo, la memoria de Matías Montero (1913 – 1934), un falangista asesinado, por haber participado en el asalto de un local de la Federación Universitaria Escolar, en la que hubo varios heridos de bala, entre ellos, Antonio Zárraga García.
En su entierro, José Antonio Primo de Rivera pronunció el siguiente discurso:
‘¡Hermano y camarada Matías Montero y Rodríguez de Trujillo! Gracias por tu ejemplo. Que Dios te dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte’. Este mismo discurso lo utilizó franco cuando J. A. Primo de Rivera (1903 – 1936) fue enterrado en El Escorial.
Como vemos, esos ‘personajes’ que siguen con la mentalidad falangista / franquista, consideran que la cosecha no ha llegado todavía, al menos no en su plenitud. Y por eso siguen maquinando todo lo posible y lo imposible.
Y hoy hemos visto, también, que el juez Manuel Marchena, ha retocado la sentencia de los líderes independentistas, para adaptarla al nuevo código penal (que excluyó el delito de sedición), si bien, ha adoptado el delito de malversación grave, manteniendo la inhabilitación que inicialmente había fijado, en línea con lo solicitado por el juez instructor Pablo Llarena. De ese modo, el poder judicial ha dado un golpe de muerte (o de estado) decisivo, a la presumida ‘desjudicialización’ por parte de ERC. Y, claro, así, el poder judicial he hecho un alarde de su fuerza ante el poder ejecutivo y legislativo. Y, ‘casualmente’ lo ha hecho público hoy, 13 de febrero, en línea con la mencionada ‘victoria’ de Krasni Bor, y yo, hace muchos años que ya no creo en las casualidades.
Así están las cosas, en este impresentable e incorregible reino español, como sabemos los independentistas catalanes de base, de cada vez más alejados de los partidos y las élites políticas.
Y de ahí mi pesimismo, pues esta no es la vía para conseguir nada bueno y nuevo.
Y ya estoy muy cansado y hastiado del reino español que nos tiene subyugados.