JERUSALÉN (AP) — La Autoridad Palestina anuló un acuerdo por el que Israel le transferiría 1 millón de dosis de vacunas contra el COVID-19 a cambio de una cantidad similar que los palestinos esperan recibir más adelante este año, horas después de que se anunciara el acuerdo el viernes.
Los palestinos alegaron que las dosis, que Israel empezó a enviar a la Cisjordania ocupada, están demasiado cerca de caducar y no cumplen con sus normas. Al anunciar el acuerdo, Israel había dicho que las vacunas “expirarán pronto”, pero no especificó fechas.
Las autoridades palestinas fueron muy criticadas en las redes sociales tras el anuncio del acuerdo, y muchos las acusaron de aceptar vacunas de baja calidad e insinuaron que podrían resultar poco eficaces.
No hubo comentarios inmediatos por parte de Israel, que estuvo cerrado en gran medida por el Sabbath semanal.
Israel dijo el viernes que transferiría alrededor de un millón de dosis de vacunas contra el COVID-19 que están a punto de caducar a la Autoridad Palestina a cambio de un número similar de dosis que los palestinos esperan recibir a finales de este año.
Israel, que ha reactivado sus actividades tras inmunizar a alrededor del 85% de su población adulta, ha sido criticado por no compartir los fármacos con los 4,5 millones de palestinos que viven en la Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza.
Esa misma disparidad se ha manifestado en todo el mundo, ya que la mayor parte de las vacunas se destinó a países ricos. A medida que esos gobiernos han logrado avances para contener sus propios brotes, comenzaron recientemente a prometer suministros para los países más pobres que se vieron rezagados durante meses.
El acuerdo inicial fue anunciado por el nuevo gobierno israelí, que tomó posesión el domingo. Explicó que enviará dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer-BioNTech que están a punto de caducar y que la Autoridad Palestina devolverá una cantidad similar cuando reciba las suyas de la farmacéutica en septiembre u octubre.
Horas más tarde, en una conferencia de prensa el viernes por la noche, la ministra de Salud palestina, Mai Alkaila, dijo que los funcionarios de Salud que inspeccionaron las vacunas encontraron que “no cumplían con los estándares y por eso decidimos devolverlas” a Israel. Aludió a un primer cargamento enviado el viernes.
Israel ha llevado a cabo una de las campañas de vacunación más exitosas del mundo, lo que permitió la reapertura total de negocios y escuelas. Esta semana, las autoridades anularon la obligación de utilizar mascarilla en público, una de las últimas restricciones vigentes.
Los grupos de derechos humanos han señalado que Israel, como potencia ocupante, está obligado a proporcionar vacunas a los palestinos. Israel lo niega, basándose en los acuerdos de paz interinos alcanzados con los palestinos en la década de 1990.
Según éstos, la Autoridad Palestina, que tiene una autonomía limitada en algunas partes de la ocupada Cisjordania, es la responsable de la atención de salud, pero contempla que las dos partes deben cooperar para combatir pandemias.
Israel ha ofrecido vacunas a los más de 100.000 palestinos de la Cisjordania ocupada que trabajan en suelo israelí, así como a los palestinos en Jerusalén oriental.
La Franja de Gaza es gobernada por el grupo insurgente islamista Hamas, al que Israel y Occidente consideran una organización terrorista.
La Autoridad Palestina dijo que está adquiriendo su propio suministro de vacunas mediante acuerdos con empresas privadas y un programa de la Organización Mundial de la Salud diseñado para ayudar a los países necesitados.
Hasta la fecha se han vacunado alrededor de 380.000 palestinos en Cisjordania y unos 50.000 Gaza. En los dos territorios se han reportado más de 300.000 casos de coronavirus, incluyendo 3.545 decesos.
Israel capturó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos quieren un estado que incluya los tres territorios. En la última década no se han celebrado conversaciones sustanciales de paz.
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Los periodistas de The Associated Press Fares Akram en El Cairo y Areej Hazboun en Jerusalén contribuyeron para este despacho