La vergonzante utilización por parte de Pedro Sánchez, de la ‘conmemoración’ de los 50 años del fin del franquismo, es una muestra más de su ilógica, amoral, falta de ética y carencia de toda memoria democrática, pero, claro, como buen tahúr y trilero, hace todo tipo de trampas, para aprovechar cualquier circunstancia, en beneficio propio y de su partido, el PSOE, como explico a continuación.
Es preciso señalar, en primer lugar, que el asesino dictador Francisco Franco murió en la cama, el 20 de noviembre de 1975, así que, hasta dentro de 10 meses, no se cumplirán los 50 años de la afortunada muerte de ese personaje, que espero que se encuentre en el noveno círculo del infierno de Dante (Durante di Alighiero degli Alighieri, 1265 – 1321), destinado a los sembradores de la discordia o la maldad.
Y esa ‘conmemoración’ que inauguró ayer Pedro Sánchez, en el museo Reina Sofía de Madrid, consistirá en más de un centenar de actos, a lo largo de este año, por todo el estado, y tiene como lema ‘España en libertad’.
Pues bien, sobre esa ‘conmemoración’ es preciso comentar diferentes aspectos:
1 – Contexto histórico:
Como acertadamente señala Vicent Partal, en su editorial de hoy (09/11) de Vilaweb:
‘(…) España es el único estado que no tiene una fecha de inicio de la democracia, como sí que tienen otros países: Eslovenia (25 de junio de 1991), Portugal (25 de abril de 1974), Dinamarca (5 de mayo de 1945), etc. ‘Pero qué día empezó la democracia en España es una pregunta sin respuesta’.
y es evidente, ya que, en el reino español, no hubo una ruptura con el franquismo, y como señala Partal:
‘(…) la continuidad del régimen es objetiva y lleva corona. Cuando el padre del monarca actual aceptó el cargo afirmó que la monarquía nació de la ‘legitimidad política surgida del 18 de julio de 1936’, del golpe de estado de Franco. Y esta fecha si que es clara e indiscutible. Él es el continuador indudable de lo que empezó aquel día. Como es para su hijo. Que, por más que la quieran ocultar, la foto de Felipe VI sonriendo mientras daba la mano a Franco en el Pazo de Meirás, existe (…).
Asimismo, los 50 años desde esa muerte, nos han mostrado que la ‘modélica transición’ fue una verdadera traición, a la que colaboró, como el ‘tonto útil’ el partido del PSOE, especialmente sus líderes del momento: Felipe González y su acólito Alfonso Guerra (el del ‘sobaco ilustrado’, por pasearse siempre con un libro bajo el brazo, pero que, personalmente, nunca mostró ilustración alguna)
Y esos líderes, en ningún momento mostraron empatía con los asesinados, torturados y encarcelados por el franquismo, ya que la ley de amnistía de 1977, como indicaba en su artículo primero, apartado ‘a’:
‘Quedan amnistiados todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día quince de diciembre de mil novecientos setenta y seis’
Es decir, amnistiar a las víctimas y a los verdugos, ponerlos en un mismo plano, igualándolos, es cualquier cosa, menos justicia, empatía y democracia. Fue un acto político inmoral, amoral y falto de toda ética y responsabilidad.
Y comparando las fechas, es decir, desde la muerte de Franco en la cama (el 20 de noviembre de 1975) hasta la fecha fijada en esa amnistía tramposa (15 de diciembre de 1976), escapa de toda lógica y racionalidad, que también se amnistíen a torturadores de ese año posterior a la muerte del dictador; y, a la vez, es la confirmación de que la dura represión siguió tras la muerte del asesino dictador.
Y como sabemos, la dura represión siguió muchos años (y sigue), como recordamos y no perdonamos; a modo de ejemplo, cabe señalar la ‘Operación Garzón’ llevada a cabo entre el 29 de junio y el 14 de julio de 1992 (con algunas detenciones posteriores: 25/09 y 08/12), es decir, las semanas previas a las Olimpiadas de Barcelona 92; en esa operación, el ‘juez’ Baltasar Garzón (titular del juzgado central de instrucción número 5) hizo detener a 45 personas vinculadas al movimiento independentista catalán, siendo detenidos y torturados. Muchos años después, en el 2004, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos condenó al estado español por haberse negado a investigar las denuncias de torturas.
Y, obviamente, todos recordamos y muchos no olvidaremos ni perdonaremos, la represión del estado contra el movimiento independentista: las cargas policiales del 1 de Octubre del 2017 (fecha de nuestro referéndum), la represión policial, judicial, mediática, económico-financiera, etc., patrocinada y alentada por el infame Felipe VI.
Con este caldo de cultivo, ¿es moral y ético el lema ‘España en libertad’, propuesto por Pedro Sánchez, para estas conmemoraciones?, ¿esa es su concepción de la libertad?, ¿realmente la democracia nació en 1975, como repiten Sánchez y sus papagayos a coro?, ¿qué tenemos que celebrar y por qué, aparte de la muerte del dictador, que ya fue celebrada en ese momento, por los antifranquistas?
2 – Respuesta de los actuales poderes del estado a esa ‘conmemoración’:
Sobre el particular, Partal, en su editorial citada, añade:
‘(…) Y, mira por donde, el Borbón de turno (Felipe VI) decide que él no piensa ir, de ninguna manera, a conmemorar la muerte del hombre, Franco, a quien debe el cargo, él y su familia -y que de hecho es la única persona que le ha votado para el cargo que ostenta- (…)’
La casa real se apresuró a decir que su ausencia era debida a un problema de agenda, ya que tenía previsto recibir las cartas credenciales de media docena de nuevos embajadores extranjeros.
Y la Moncloa se ha apresurado a confirmar que no hay ningún tipo de problema, que sobre el particular hay una total sintonía con la casa real, y que el monarca participará en alguno de los actos programados.
Pero estar ausente en el principal acto, el de la inauguración de esa ‘conmemoración de nada’, y con la excusa de los problemas de agenda, es ‘una excusa de mal pagador’, como dice el refrán, pues es un ‘argumento’ infantil, con perdón de los niños.
Todos sabemos que en política nunca hay nada improvisado, y que la coordinación de las agendas es habitual y obligada. Si el rey no podía eludir su compromiso, ¿por qué no se fijó la inauguración de esa ‘conmemoración tramposa’ al día de hoy, ya que el día 8 de enero es un día tan soso, insípido, intrascendente e insignificante, como el de hoy, día 9?
Franklin Delano Roosevelt (1882 – 1945), como he repetido en varias ocasiones, dijo:
‘En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede decir con seguridad que fue preparado para llevarse a cabo de esa manera’.
Y para colmo de los colmos, Pedro Sánchez dijo que, en algún acto, deseaba que participase, también, el demérito y corrupto rey Juan Carlos I. Y eso ya es el súmmum de la desmemoria, un verdadero insulto a la ‘democracia’ y una nueva traición a los reprimidos.
Asimismo, el PP (Alberto Núñez Feijóo) y Vox (Santiago Abascal) tampoco participaron ni participarán en esos actos. Feijóo dijo que ‘la conmemoración sólo busca tapar los problemas del ejecutivo de Sánchez en los tribunales’.
Evidentemente, otra excusa infantil, ya que sabemos que tanto el PP como Vox, tienen sus raíces, tronco y ramas en el franquismo. Así que es coherente que no quieran ni puedan romper con su pasado, que añoran; como los máximos representantes de los poderes judicial, militar, policial, etc. Pero a todos ellos les falta valentía para reconocerlo.
De los socios de investidura de Pedro Sánchez, solo asistieron ERC y PNV, demostrando, una vez más, su dependencia y su interés por quedar bien, es decir, su falta de convicciones y desmemoria histórica.
3 – Oportunismo de Pedro Sánchez:
Es evidente que todo este circo montado por el narcisista Sánchez tiene unos claros objetivos:
Arrinconar al PP y asimilarlo a Vox, con fines meramente partidistas y de beneficio personal.
Presentarse, ante sus ‘homólogos’ europeos, como el defensor de la democracia, ante el avance metastásico de la derecha y extrema derecha internacional.
Por eso, en su discurso de ayer, dijo que ‘la historia nos enseña que la libertad no se conquista de manera permanente, se puede perder, como pasó hace un siglo. Puede volver a pasar. No es preciso ser de izquierdas, de centro ni de derechas, para mirar con terror los oscuros años y temer que el retroceso se repita. Es suficiente con ser demócratas y entender que la verdadera libertad es la que nos hace mejores como personas y como sociedad’ (…) Los valores y regímenes autoritarios avanzan en medio mundo. El fascismo que creíamos haber dejado atrás es la tercera fuerza política en Europa (…)’.
Y claro, ese discurso es un simple brindis al sol, pues está hueco, como todos los del trilero Pedro Sánchez, ya que él y todo el PSOE/PSC apoyaron la aplicación del 155 y la represión del independentismo.
Y es evidente que la única forma de conseguir una democracia, es ejerciéndola diariamente, potenciando las libertades en todos los ámbitos; pero vemos que no es así, y tenemos muchos ejemplos:
- la persecución de los independentistas;
- el acoso a nuestra lengua;
- la infrafinanciación de nuestro país;
- la falta de una verdadera educación histórica, para que en las escuelas e institutos se explique ampliamente la verdadera historia de los reinos y naciones (no las fabulaciones interesadas y mentirosas, como que España tiene una historia milenaria, que el ‘español’ es la lengua superior que une a todos, que la transición fue mágica y envidiable, etc.);
- la falta de una nueva ley de partidos basada en listas abiertas;
- la inapliación de un estado verdaderamente aconfesional, sin los privilegios de la iglesia católica;
- la no depuración de todas las instituciones y poderes;
- la defensa de la monarquía, sin someterla a un referéndum;
- y, claro, la prohibición de efectuar un referéndum de independencia en Catalunya;
- etc.
En definitiva, que todas estas conmemoraciones son un verdadero circo, costosísimo, para mayor gloria del narcisista Pedro Sánchez y, claro, su monaguillo Salvador Illa se ha apuntado rápidamente al carro de su amo y señor, para decir que en Catalunya se harán varios actos al respecto.
Y ese supremacismo de Sánchez es tan inconsistente como cuando repite que ‘España es una democracia plena’, ya que, por más que lo repita, no es verdad; como dice el refrán ‘dime de qué presumes y te diré de qué careces’.
Por eso, me ha parecido idóneo titular el presente escrito asimilando a Pedro Sánchez, con ‘el maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela’. Y, siguiendo con los refranes: ‘de mal maestro no sale discípulo diestro’, por eso, con ese ‘mal maestro’ tenemos toda la corte de aplaudidores pagados (con cargos, subvenciones, etc.) que, tienen una concepción de la libertad, totalmente tergiversada e interesada.
Así que sólo nos queda la opción de efectuar una confrontación con el estado, hasta que Pedro Sánchez sea consciente del próximo colapso, y se decida / atreva a dar el paso definitivo para permitir un nuevo referéndum en Catalunya. Y si no es capaz o no quiere, que caiga.