Es evidente que Pedro Sánchez ha conseguido españolizar a la sociedad española, en su conjunto, pues se ha colocado en el centro de todas las conversaciones, tertulias, artículos de prensa y, evidentemente, en los discursos de todos los partidos, sin excepción, y de forma especial, en Catalunya, ya que estamos en plena campaña electoral. Así que, seguiré con este tema, corroborando, así, que, desgraciadamente, no soy una excepción.
En mi escrito de ayer comenté, entre otras elucubraciones que: ‘(…) las expresiones de Salvador Illa y Hereu, me recordaron a la actriz Penélope Cruz, desbordante de alegría, gritando ‘Pedrooooo’, el 26 de marzo del 2000, al obtener Pedro Almodovar el Óscar por la película ‘Todo sobre mi madre’. Es decir, todo va de Pedros, y todo va de gritos histéricos y ridículos, infantilmente utilizados para tocar la sensibilidad del auditorio; y, claro, Salvador Illa, Jordi Hereu, etc., lo hacen sin pudor, totalmente convencidos, pues les va su sueldo y el de su partido/empresa de colocación’.
Y seguimos en esa ola, pues María Jesús Montero Cuadrado, vicepresidenta primera del gobierno y ministra de hacienda, así como vicesecretaria general del PSOE, es decir, la segunda persona en relevancia en ese partido y, virtual sucesora de Pedro Sánchez, en la reunión del comité federal de su partido realizada esta mañana, ha emulado, a Penélope Cruz, repitiendo: ‘Pedroooo, quééédate’. Pero, claro, las segundas partes nunca son tan buenas.
Y varios ministros y personas relevantes de ese partido (entre ellas Salvador Illa, claro), han repetido hasta la saciedad ese mismo mensaje, junto a otros, como ‘Pedro, claro que vale la pena’, ‘te necesitamos’, ‘no estás solo’, etc.; gritos multiplicados por las casi 12.500 personas (según la policía nacional) que se han reunido en las puertas de la sede de ese partido en Madrid, en la calle Ferraz.
Como he venido comentando en mis dos últimos escritos, esas muestras, a mi modo de ver, son una presión a Pedro Sánchez; pues, si realmente quería reflexionar y valorar personal y familiarmente, su futuro, esas muestras son una clara interferencia, una falta de respeto hacia su ‘líder’, una muestra de egoísmo y una afrenta a su sensibilidad herida, pues le exigen que siga, que se convierta en un mártir, por la causa, mejor dicho, por los miles de puestos de trabajo que ocupan, con sus respectivas prebendas.
Pero, de cada vez me parece más claro, que el verdadero interés de Pedro Sánchez, es buscar ese apoyo plebiscitario; es decir, que no es una estrategia, es una estratagema, un órdago propio de un tahúr, como él.
Y que José Luís Rodríguez Zapatero, en esa misma reunión, pida que ese apoyo popular se traduzca en la victoria de Salvador Illa en Catalunya, respaldado por Pedro Sánchez desde el gobierno central, parece la ‘prueba del nueve’ que confirma mi opinión al respecto.
Así que no creo que Pedro Sánchez se pase estos días en la Moncloa deshojando margaritas, y eso ya es positivo para esa especie, pues, en cinco días hubiera sido capaz de matar a todas esas flores de los jardines del palacio presidencial.
Si realmente hubiese sido un acto sincero por parte de Pedro Sánchez, su partido no hubiera organizado esos actos masivos en su apoyo, como he dicho, por eso, no le hace falta deshojar margaritas para decidir sobre algo tan complejo como es su continuación en la presidencia.
He encontrado que ‘la margarita no es una única flor, sino muchas. Por eso, cuando arrancamos un pétalo estamos arrancando varias. De manera que en este juego la naturaleza y la ciencia se combinan para marcar nuestro destino hacia la persona amada. Según los expertos, cada pétalo cuenta con cinco flores diferentes, y las distintas flores que se encuentran rodeando la corona siguen el patrón de Fibonacci, donde algunas margaritas terminarán con un número impar de pétalos y otras con un número par. Si la flor tiene un número par de pétalos, la respuesta será sí, y si es impar, la respuesta será que no’.
(https://www.pilaradiario.com)
Yo soy un ignorante, pero me parece que, también es básico el tipo de preguntas que se haga, tanto si las hojas son pares o impares, pues, a mi modo de ver, es la conjunción de ambas, la que determina la respuesta final.
La serie de Fibonacci (*), considerada razón áurica, ya era conocida en la cultura india desde el siglo VI, fue introducida en occidente, se basa en la sucesión de números, en la que cada uno es la suma de los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, etc.; y lo aplicó en el crecimiento de una población de conejos, pero estimó que se podía extrapolar a todo el universo, y, por lo tanto, también en las margaritas.
(*) Leonardo de Pisa (1170 – 1240), también conocido como Leonardo Bonacci o Leonardo Fibonacci.
Esa costumbre de deshojar margaritas parece que se remonta a muchos siglos atrás, y se encuentra en diferentes culturas: oriental, celta, etc., y se aplica en otras muchas flores, pero la margarita blanca está en el pódium, por su sencillez y múltiples significados simbólicos.
Incluso en la novela ‘Frankenstein’ (1818) de Mary Wollstonecraft Shelley (nacida Mary Godwin, 1797 – 1851), vemos que el doctor Víctor Frankenstein, tras crear a su monstruo, que no tiene nombre, y que atemoriza a la población, en un momento, en su inocencia, ve una niña deshojando una margarita, y el monstruo quiere hacer lo mismo, y considerando que la niña es una flor, la mata.
Esa novela, recuerda el mito de Prometeo (castigado por entregar el fuego a los hombres), explora varios temas, principalmente el de la moral.
Pues bien, siguiendo con el paralelismo con Pedro Sánchez, si ‘ahora’ se ha dado cuenta de que el estado español es un monstruo descontrolado y antidemocrático (como Frankenstein), lo que debería hacer es tomar medidas adecuadas para intentar corregirlo, no abandonarlo para que siga campando a sus anchas y ‘matando civilmente’ a cuantos le molesten. Y, para ello, debería instrumentar las leyes precisas para reformular los poderes judicial, policial, mediático, etc.; ha tenido seis años, y no ha hecho nada, pues, hasta ahora le iban bien las acciones del monstruo, que él ha reforzado y con el que ha comulgado.
Efectivamente, el poder judicial es independiente, pero hay varias fórmulas para establecer leyes que limiten sus arbitrariedades, sus mandatos, y, por ejemplo, invalidando a los jueces claramente antidemocráticos. Y, el poder policial, como sabemos, también requiere una inmediata reorganización, para depurar a todos los que han ‘inventado’ pruebas, han falseado informes, etc.
Pero, si el objetivo de Pedro Sánchez se limita a seguir engordando su ego narcisista, buscando aclamaciones populares, para seguir respaldando su carrera política (en España o en la UE), y aprovechar, asímismo, esa estratagema, ese órdago, para potenciar a su partido ante los próximos comicios (Catalunya y de la UE), nos demostrará, espero que ya definitivamente, que es una persona en la que no se puede confiar.
Y, claro, a todos los trompeteros (siguiendo con la fábula de Esopo que comenté ayer) que ahora se rasgan las vestiduras, quejándose del lawfare, mediafare y el ‘politicfare’ (que inventé ayer) pero que hasta ahora han aplaudido y avalado toda la represión contra los independentistas, y que, en realidad, buscan aprovechar la aparente ‘espantá’ de Pedro Sánchez, para sus fines personales y partidistas (especialmente Salvador Illa, que está en plena campaña electoral), espero que la ciudadanía no les compre sus falsos y tendenciosos mensajes, y no los vote.
En definitiva, el lunes saldremos de dudas, y me encantaría equivocarme, y que la reflexión de Pedro Sánchez haya sido sincera, debida a haber tocado fondo personal; y, claro, en ese caso, la única salida es la dimisión (que hubiera debido ser inmediata, con la carta, no en diferido). Pero si esconde un interés espurio, si busca y se contenta con el aplauso de sus incondicionales, nada cambiará, y la presión sobre él, su familia, y todos los represaliados y sus familiares, seguirá.
No queremos mártires, y si bien, todos los entornos (políticos, sociales, etc.) se basan, fundamental e históricamente, en líderes, en realidad no hay nadie insustituible; y, aunque no sea fácil, siempre hay otras personas que pueden sustituir a cualquier líder, en el ámbito que sea, con excepciones, claro, pues en el mundo intelectual: los líderes científicos, filosóficos, etc., son de más difícil sustitución; pero, en el ámbito político, ya hemos visto cambios y recambios, y la historia ha seguido, sin más e incluso, en muchas ocasiones, mejor.
Y Pedro Sánchez ya ha estado seis años en la cúspide del poder (que sería aconsejable que estuviera limitado a ocho), y ha tenido tiempo más que suficiente para efectuar las reestructuraciones pertinentes, y se ha limitado, por ejemplo, a maquillar la ley mordaza y pero manteniendo a toda la maquinaria represora, a pesar de haber dicho y repetido en campaña que derogaría dicha ley, por lo que, a mi modo de ver, se trata de un ‘líder’ que ya está amortizado, por lo que, si dimite, no lloraré.