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Pedro Sánchez, el Belerofonte español

Estos últimos días se ha hecho popular el programa espía Pegasus, por lo que en este escrito reproduzco la leyenda mitológica de Pegaso, el caballo alado; y, después intentaré hacer un paralelismo con la actual situación española y catalana.

“En la mitología griega, Pegaso (hijo de Poseidón) era un caballo alado, nacido del cuello tallado de la Medusa (su madre) y aquí se relaciona con el mito de Perseo.

(…)

Las leyendas más conocidas en las que interviene Pegaso son las relacionadas con el héroe Bel.lerofont o Belerofonte.

Mientras Pegaso estaba bebiendo en la fuente Pirene, Belerofonte, gracias a la ayuda de una brida mágica que le había dado Atenea, consiguió montar el caballo. (…) Seguidamente, Belerofonte y Pegaso fueron a luchar contra el monstruo Quimera, matándolo. Después consiguió vencer a las amazonas.

Gracias a Pegaso, Belerofonte consiguió triunfar en todas las aventuras en las que participó. Eso le hizo engreído, hasta el punto de creerse capaz de llegar, a lomos de Pegaso, hasta el Monte Olimpo, donde vivían los dioses. Zeus no toleró tanta soberbia y envió un aguijón que picó al caballo, encabritándolo hasta el extremo de tirar al suelo al jinete.

Libre de Belerofonte, Pegaso continuó volando solo, hasta el Olimpo. Desde ese momento, Zeus lo utilizó para llevar los relámpagos”

Centrándonos en Belerofonte:

“Según algunas tradiciones era hijo de Poseidón (como Pegaso) y de Eurinome.

Su nombre original era Hipónoo o Leofontes, pero se lo cambió por el de Belerofonte (que significa ‘asesino de Belero’) después de haber matado accidentalmente a un tirano de Corinto llamado Belero. En otras versiones, mató accidentalmente a un hermano suyo a quien se le llama Deliades, Pirén o Alcímenes.

(…)

Belerofonte fue luego odiado por los dioses, por motivos desconocidos, y en cierta ocasión quiso llegar al Monte Olimpo montado sobre Pegaso. Sin embargo, el dios Zeus no fue tomado por sorpresa y clavó un aguijón en Pegaso por lo que logró enfurecerlo. Belerofonte no pudo tranquilizar al caballo y esto provocó que su jinete perdiera el equilibrio y se precipitara al vacío.

Según una tradición, Belerofonte logró sobrevivir a la caída. Sin embargo, quedó cojo o ciego y terminó vagando por la llanura Aleya. Pegaso, por su parte, se remontó hacia el cielo donde se inmortalizó como una constelación. En otra versión, Belerofonte se precipitó al suelo por vértigo o terror y murió en la caída”.

(fuente Wikipedia)

Haciendo un forzado paralelismo, podríamos realizar las siguientes similitudes:

·       Pegaso, en nuestro caso, es la aplicación spyware, desarrollada por NSO Group, utilizado para entrar en los diferentes dispositivos y efectuar las gestiones de piratería deseadas.

De ese modo, tanto en la mitología como en nuestra negra realidad, Pegaso es el medio, el utensilio.

·       La Quimera (no el monstruoso animal fantástico, si no la ninfa siciliana que se enamoró del hermoso Dafnis) y las amazonas, podrían asimilarse a los independentistas catalanes, perseguidos y que querrían aniquilar.

La quimera, según el diccionario (RAE) “es aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo”.

El 18 de setiembre del 2012, el entonces rey Juan Carlos I inauguró la web de la casa real, emitiendo un mensaje político diciendo, entre otras cosas que “Es un momento decisivo para asegurar o arruinar el bienestar (…) En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia (…) un momento decisivo para el futuro de Europa y e España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar (…) actuando unidos, aunando nuestras voces, remando a la vez (…)”

Como se puede ver, el ‘todavía’ rey emérito, ya consideraba que los independentistas perseguíamos una ‘quimera’, cuando, leyendo ese mensaje ahora, y haciendo una lectura ‘presentista’ (que ya comenté que es un error), podemos ver que la quimera era él, que se vendía y lo vendían como un rey modélico y ejemplarizante, no siéndolo.

·       Por último, Belerofonte, inicialmente un héroe mítico, tras matar (metafóricamente, pero no accidentalmente) a sus oponentes en su propio partido (PSOE), principalmente a Susana Díaz, con malas artes consiguió / heredó el Pegasus, para espiar y derrotar a sus oponentes democráticos (independentistas catalanes).

Los dioses (en este caso, no de barro, sino de excrementos), como Felipe González, José Mª Aznar, etc., viendo que el Belerofonte – Sánchez, no acaba de seguir sus consignas, especialmente con el gobierno de coalición con Podemos, deciden descabalgarlo y castigarlo.

Es el viejo lema, “Roma no paga a los traidores”, frase que, según los historiadores, en el año 139 a. C., tras una década de lucha entre los romanos y los lusitanos comandados por Viriato (Viriathus), Marco Pompilio sobornó a unos lugartenientes de Viriato (Àudax, Ditalco y Minurus) para que asesinaran a su líder. Tras el magnicidio, los asesinos fueron a buscar la recompensa prometida por Marco Pompilio, el cónsul Escipión ordenó que fueran ejecutados por traidores, al tiempo que les decía ‘Roma no paga traidores’ (fuente jdiezarnal.com).

De momento, sólo han sido críticas y manifestaciones de todo tipo, y las elecciones gallegas y vascas no les han ayudado, pero no cejarán en conseguir castigarlo.

Me parece que el papel de Belerofonte encaja a la perfección a Pedro Sánchez, ya que sus ‘transitorias y efímeras victorias’ y sus malas artes y engaños, no le durarán mucho tiempo, y los que perseguimos nuestros sueños (que no son quiméricos), si no entramos al trapo del emérito, discutiendo entre galgos y podencos, y vamos unidos, podremos demostrarles que aquí no encontrarán a ningún Àudax, Ditalco ni Minurus, por mucho que los Marco Pompilio vengan prometiéndoles el oro y demás prebendas en la mesa de diálogo, si es que finalmente se convoca.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com