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Pedro Sánchez no sabe que sus mentiras, como todas, tienen las patas muy cortas

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Nada nuevo bajo el sol, cuando Pedro Sánchez lo considera necesario, se desplaza a la colonia catalana, para prometernos ‘el oro y el moro’, pues sabe que, como hicieron sus antepasados al llegar a América, con meras baratijas y cuentas de vidrio, nos conformaremos, como intento explicar a continuación.

Así, vimos que, en una entrevista realizada por La Vanguardia, publicada este domingo pasado, mostró su cara comprensiva y empática con la situación y reclamaciones de Catalunya, que consideró justas; y se comprometió a solucionar el déficit económico, a defender la lengua, etc.; si bien, para ello, ensalzó la visión institucional de ERC, confiando que acabarán votando a favor de la investidura de Salvador Illa (PSC/PSOE), ya que así podrán cumplirse los milagros que nos ofrece el tahúr Sánchez.

Como era de esperar, de forma inmediata respondió el president Carles Puigdemont, mediante su cuenta en ‘X’, exponiendo que eso era un claro chantaje, pues el cumplimiento de la justicia no debe estar condicionado al voto a su ‘delegado’ Illa.

Es evidente que el Estatut de Catalunya, como ley orgánica, debe ser cumplido por el estado, y así, por ejemplo:

En el artículo 143, ‘Lengua propia’, en su primer apartado, dice:

‘Corresponde a la Generalitat de Catalunya la competencia exclusiva en materia de lengua propia, que incluye, en todo caso, la determinación del alcance, los usos y los efectos jurídicos de su oficialidad, así como la normalización lingüística del catalán.’

Por eso, Pedro Sánchez NO debe jugar con nuestra lengua, ni debe presentar la defensa del catalán como una gracia divina. Está OBLIGADO a cumplir la ley, y a velar para que TODOS los poderes del estado la cumplan. Pero, como sabemos, la realidad es muy diferente, y todos esos poderes, incluido el ejecutivo central, se dedican a vilipendiar y minusvalorar impunemente a nuestra lengua.

En el artículo 208, ‘Actualización de la financiación’, en su primer apartado, se dice:

‘El Estado y la Generalitat procederán a la actualización quinquenal del sistema de financiación, teniendo en cuenta la evolución del conjunto de recursos públicos disponibles y de las necesidades de gasto de las diferentes Administraciones.

Esta actualización deberá efectuarse sin perjuicio del seguimiento y, eventualmente, puesta al día de las variables básicas utilizadas para la determinación de los recursos proporcionados por el sistema de financiación.’

Y en su apartado 2, se fija que:

‘La actualización a que hace referencia el apartado 1 deberá ser aprobada por la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat.’

Y en el artículo 209, ‘Lealtad institucional’, se establece que:

Apartado 1:

‘De acuerdo con el principio de lealtad institucional, se valorará el impacto financiero, positivo o negativo, que las disposiciones generales aprobadas por el Estado tengan sobre la Generalitat o las aprobadas por la Generalitat tengan sobre el Estado, en un período de tiempo determinado, en forma de una variación de las necesidades de gasto o de la capacidad fiscal, con la finalidad de establecer los mecanismos de ajuste necesarios’.

Apartado 2:

‘Ambas Administraciones se facilitarán mutuamente el acceso a la información estadística y de gestión necesaria para el mejor ejercicio de sus respectivas competencias, en un marco de cooperación y transparencia.’

En el artículo 210, ‘La Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat’, en su punto 1, se establece que:

‘La Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado – Generalitat es el órgano bilateral de la relación entre la Administración del Estado y la Generalitat en el ámbito de la financiación autonómica. Le corresponden la concreción, la aplicación, la actualización y el seguimiento del sistema de financiación, así como la canalización del conjunto de relaciones fiscales y financieras de la Generalitat y el Estado. Está integrada por un número igual de representantes del Estado y de la Generalitat. La presidencia de esta Comisión Mixta es ejercida de forma rotatoria entre las dos partes en turnos de un año (…)’

Asimismo, en la disposición adicional segunda, ‘Acuerdos con el Gobierno del Estado’, se dice:

‘Si el Estatuto establece que la posición del Gobierno de la Generalitat es determinante para conformar un acuerdo con el Gobierno del Estado y este no la acoge, el Gobierno del Estado debe motivarlo ante la Comisión bilateral Generalitat – Estado.’

Y en la disposición adicional tercera, Inversiones en infraestructuras’, es especifica que:

‘La inversión del estado en Catalunya en infraestructuras, excluido el Fondo de Compensación interterritorial, se equiparará a la participación relativa del producto interior bruto de Catalunya con relación al producto interior b ruto del Estado para un período de siete años. Dichas inversiones podrán también utilizarse para la liberación de peajes o construcción de autovías alternativas (…)’

Y así, podríamos ir extrayendo obligaciones del estado respecto a Catalunya, pues, como he dicho, el Estatut es una ley orgánica, en concreto, la 6/2006, del 19 de julio, ‘de reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya’, firmado por el rey Juan Carlos I (ahora emérito), a propuesta del entonces presidente de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), (BOE núm. 172, de 20 de julio del 2006)

Así, ¿qué es lo que no entienden Pedro Sánchez y todos los poderes del estado?, ¿por qué debemos ir suplicando ‘favores’?, ¿dónde está la lealtad institucional mencionada?, ¿por qué, en virtud de esa lealtad, no facilitan las balanzas fiscales, como están obligados?, etc.

Y todos estos incumplimientos, y muchos más, nos confirman que, en realidad, la construcción y concepción institucional española es pura filfa, puro engaño.

Así, es consecuente que, si incumplen sus propias leyes orgánicas, ¿cómo van a cumplir promesas efectuadas para conseguir la investidura, o el voto a Salvador Illa, que, en realidad, son meros ‘acuerdos’ interesados y puntuales?

Pero, claro, si alguien engaña, es porque otro se deja engañar, el mentiroso siempre encuentra a alguien dispuesto a dejarse engañar, como escribió Niccolò di Bernardo dei Machiavelli (Maquiavelo, 1469 – 1527) en su obra ‘El príncipe’ (1513):

‘Los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a sus necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar.’

Y ese mismo autor, en esa obra citada, comentó que ‘el fin justifica los medios’, y esto, claro, Pedro Sánchez lo aplica constantemente, sin importarle su ética ni su moral.

Según la rumorología, Abraham Lincoln (1809 – 1865) dijo:

‘Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo’.

Y, los independentistas catalanes ya conocemos el percal del estado, y de Pedro Sánchez, sabemos que ‘sus mentiras, como todas, tienen las patas muy cortas; pero sabemos, también, que los charlatanes tienen las piernas muy largas.’

Y también sabemos que por más que nos repitan sus mentiras, nunca se convertirán en verdades, como decía Josep Göebbels (1897 – 1945): ‘una mentira repetida mil veces se convierte en verdad’; así que los diferentes poderes del estado y sus medios de comunicación paniaguados, pueden repetirnos hasta la saciedad de que somos unos despilfarradores, que gastamos en acciones para conseguir la independencia, que debemos respetar ‘el café para todos’ (excepto para los vascos y navarros, claro), que somos unos avariciosos desagradecidos, etc., que, por miles de veces que repitan esos insultos, nunca serán ciertos, nunca se ajustarán a la realidad. Y, lo que es más grave, es que ellos lo saben, pero son así de goebbelianos.    

Esos poderes y medios unionistas, nunca contemplan la realidad, pues si en Catalunya tenemos asumidas responsabilidades que las otras comunidades autonómicas del régimen común rechazaron, como la policía autónoma, las instituciones penitenciarias, etc., además, en nuestro caso, la lengua propia (como también la tienen los gallegos, etc.), obviamente, no nos pueden aplicar un ‘café para todos’.

Ahora, el gobierno central habla de financiación singular, atendiendo a esas diferencias, ¿pero, eso no es una muestra de su inmoral concepción de su poder colonizador? Es cierto que, en el momento de la transferencia de esas actividades, se concedió un plus de subvención al respecto, pero después, hacer un totum revolutum, y aplicarnos los porcentajes del café para todos, ¿no es una falta de lealtad, como fija el Estatut?

Y, comparativamente, vemos que la comunidad autónoma que siempre sale beneficiada, por la puerta de detrás (que es su concepto de capitalidad), es Madrid, que sí que tiene históricamente un tratamiento singular y, en paralelo, sus presupuestos de inversiones estatales siempre superan lo aprobado inicialmente, mientras que, en Catalunya, históricamente nos quedamos en el 50% de la ejecución de esos presupuestos.

Pero, claro, Madrid es la capital institucional y mental, el gran agujero negro que absorbe todo lo que le interesa; pues la concentración de funcionarios del estado, hijos de largas sagas funcionariales, siguen manteniendo su carácter hidalgo castellano, centrípeto, conquistador y depredador.

Por todo eso, debemos dejar de ser tontos inocentes, debemos saber que los wikingos no llevaban cascos con cuernos, y debemos darnos cuenta de que ‘antes se coge al mentiroso que al cojo’, y, por eso, ya sabemos que no podemos fiarnos más, que no debemos picar nunca más en su señuelo, por más bonito que nos lo pinten.

Sabemos que, como dice otro refrán, ‘con una mentira se suele ir muy lejos, pero sin esperanzas de volver’, y así, esperamos que Pedro Sánchez no vuelva por aquí, y menos, para intentar engañarnos de nuevo; que no venga a lucir ‘su palmito’ ofreciéndonos más baratijas o cuentas de vidrio sin valor, como hicieron los castellanos a los nativos americanos, a cambio de su oro, pues, como dice otro refrán ‘con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad’; y la verdad que hemos constatado, es que nos engañan sistemáticamente. Por lo que debemos ser racionales, coherentes y catalanistas.

Así, vemos que en el acuerdo de investidura figuraban la amnistía, financiación singular, el reconocimiento del catalán en las instituciones europeas, etc.; pero Pedro Sánchez, una vez investido presidente, se ha olvidado de ese acuerdo, y lo ha ido reutilizando, pues ha ido y va segmentando los diferentes temas, siempre con la amenaza de que, si no se aceptan, vendrán la derecha y la extrema derecha; y de este modo, multiplica infinitamente el beneficio, o disminuye la merma, del estado, sin beneficios para la contraparte catalana.

Pedro Sánchez, como máximo representante del estado, tiene la capacidad de engañarnos mostrándonos su visión como un apeirógono, un infiriperégono, es decir, el polígono con un infinito número de lados, ese es su actual juego de cuentas de vidrio, de sus baratijas. Así que, espero que ERC no se deje engañar y no acabe apoyando la investidura de Salvador Illa, que, al menos, hoy ha confirmado que no presentará, hasta tener garantizado el voto republicano.

De ese modo, Salvador Illa confirma de nuevo su papel de segundón, de mero comparsa, ya que las negociaciones se efectuarán directamente en Madrid, y eso es una muestra más de la devaluación de nuestras instituciones, por esto no lo queremos ni querremos nunca como president de la Generalitat.