LIMA, 26 jun (Reuters) – El Gobierno peruano aprobó el viernes el levantamiento de la cuarentena en la mayoría de regiones del país a partir de julio, aunque mantendrá el cierre de sus fronteras y algunas restricciones como el tránsito de menores de edad y ancianos en busca de mantener a raya el coronavirus.
En un decreto de urgencia difundido en la noche, el Gobierno dijo sin embargo que mantendrá el toque de queda nocturno, de lunes a domingo a nivel nacional, en momentos en que el país andino está sumido en una crisis económica por la pandemia que ha llevado además al colapso de su sistema sanitario.
Perú fue uno de los primeros en América Latina en imponer, a mediados de marzo, una cuarentena para intentar frenar la pandemia, y la había ampliado varias veces hasta fines de junio; pero desde mayo el Gobierno ha permitido el reinicio gradual de actividades productivas para reactivar la economía.
De las 25 regiones que hay en el país, el Gobierno dispuso mantener la cuarentena en siete regiones como Arequipa, la segunda más poblada del país, y otras ubicadas en el centro y en zonas de parte de la selva amazónica, donde los niveles de contagios aún se mantiene altos, según el decreto.
En tal sentido, el Gobierno prorrogó el estado de emergencia nacional hasta el 31 de julio, periodo en que queda restringido derechos constitucionales, y decretó una inmovilización social obligatoria desde las 22.00 horas local hasta las 04.00 horas del día siguiente.
“Es una cuarentena focalizada”, dijo el ministro de Defensa, Walter Martos, a la estación de televisión por cable Canal N. “Tomámos esta decisión tras escuchar a los expertos”, agregó.
Los casos de coronavirus subieron el viernes a 272.364 en Perú, que pasó a España para ocupar el sexto lugar de contagios a nivel global y consolidarse como el segundo brote más alto en América Latina después de Brasil, según un recuento de Reuters.
En tanto, el número de fallecidos alcanzó los 8.939, según el último reporte del Ministerio de Salud.
NUEVA ETAPA
Lima, donde vive poco menos de un tercio de los 33 millones de habitantes de Perú, quedará desde julio libre de la cuarentena. “Aquí, de acuerdo a todas las evaluaciones que se vienen haciendo ya básicamente estamos en un descenso, si bien en forma lenta, en la gran mayoría de distritos”, dijo Martos.
Durante la emergencia se mantendrá el “cierre total de fronteras”, dijo el decreto, y sigue suspendido el transporte internacional de pasajeros por vía aérea, marítima o terrestre.
En esta etapa de “nueva convivencia” el Gobierno dijo que el aforo en bancos y supermercados será de 50%, con uso obligatorio de mascarillas y un distanciamiento social de un metro.
La ministra de la Producción, Rocío Barrios, dijo que el Gobierno está evaluando también permitir desde julio la apertura de restaurantes y el reinicio del transporte terrestre y aéreo interno de pasajeros, pero con limitaciones de capacidad.
Si bien el ritmo de aumento de contagios diario ha disminuido en los últimos días, expertos en salud temen un rebrote o una segunda ola de infectados, en medio de la reapertura esta semana de centros comerciales y una crisis hospitalaria se refleja en la falta de oxígeno.
La puesta en marcha de una cuarentena focalizada en Perú se produce en momentos en que países de la región aún luchan para contener la enfermedad. En Argentina, el Gobierno anunció el viernes que la capital Buenos Aires volverá a una etapa de un aislamiento obligatorio estricto desde el 1 de julio hasta el 17 de julio.
Casi la mitad de todos los casos de COVID-19 del mundo están en América y los números siguen aumentando, dijo esta semana la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Reporte de Marco Aquino, Editado por Juana Casas