- El choque de alta temperatura en el cuerpo requiere tratamiento de urgencia, puede afectar rápidamente órganos vitales y el daño empeora cuando se retrasa la atención médica.
- Los principales síntomas son náuseas, vómitos, dolor de cabeza, sopor, somnolencia y alteración de fibras musculares.
El coordinador de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Estado de México Oriente, doctor Miguel Ángel Quijada Fragoso, pidió a la población evitar un golpe de calor y no exponerse o realizar esfuerzo físico de manera prolongada a altas temperaturas, ya que las consecuencias por insolación o acaloramiento pueden agravarse rápidamente.
El especialista comentó que es imperativo buscar atención cuando se presenten síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, calor de la piel, sopor, somnolencia y alteración de las fibras musculares.
Exhortó a la población a usar ropa ligera, de colores claros y manga larga; evitar realizar actividades al aire libre entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde, y en caso de salir a la calle, es necesario usar filtro solar en las partes del cuerpo expuestas al sol, así como cubrirse con sombrilla, gorra o sombrero.
Quijada Fragoso comentó que es vital mantenerse hidratado con agua natural y no acudir a lugares concurridos donde se concentre el calor; “se debe tener especial cuidado con los bebés, quienes aún no cuentan con madurez de los mecanismos que regulan su temperatura”.
También pidió cuidar a los adultos mayores, que por su edad avanzada han perdido la capacidad de regulación, y a pacientes con alguna enfermedad crónico-degenerativa, “quienes por su situación médica se precipitan al golpe de calor”.
Detalló que el golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
Por ello, insiste en el llamado al público en general a acudir a los servicios de emergencia ante la presencia de un choque térmico y acudir a los servicios de Atención Médica Continua o Urgencias de su unidad médica más cercana, para recibir atención oportuna.