- Recomienda especialista estar atentos, sobre todo si han existido antecedentes como maltrato, abuso sexual o acoso.
- La mejor manera de prevención es mantener una buena comunicación en familia y evitar siempre un ambiente hostil.
A nivel mundial hay una muerte por suicidio cada 40 minutos, por lo que es imperativa la prevención en el seno familiar, aseguró la médica Aránzazu Thea González, adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 91, del Instituto Mexicano del Seguro Social Estado de México Oriente, quien mencionó que algunos síntomas para identificar de manera oportuna una coducta suicida son los cambios de humor, el retraimiento y el aislamiento de las personas.
La especialista comentó que también influyen el uso de sustancias psicoactivas, el abuso del internet o redes sociales y el difícil manejo de las emociones, sobre todo en jóvenes entre los 15 a 29 años.
Explicó que se debe tener especial atención en las cuatro fases que presenta la conducta del suicidio, pues si son identificadas a tiempo, se podría evitar su culminación: la primera es la ideación, en la que surgen los pensamientos suicidas; la segunda es la amenaza donde se comienza a comentar y externar sus pensamientos; la tercera es la planeación, donde buscan la forma de hacerlo, y en el peor de los casos se llega a la cuarta, cuando se presenta el intento y la consumación de la muerte por suicidio.
Thea González alertó a la población ante esta situación en la que, insistió, participan diversos factores, pero los principales son: tener antecedentes de problemas de salud mental como la depresión, la esquizofrenia, trastorno bipolar y patologías, además de antecedentes familiares como el maltrato, el abuso sexual y el acoso.
Invitó a las familias a estar atentos de sus adolescentes, principalmente a los cambios de comportamiento, pues la familia es su eje fundamental y puede ser un factor de riesgo ante la depresión o puede ser un factor protector y evitar conductas suicidas.
“Una forma de poder evitar esto es mantener una buena comunicación familiar y no tener un ambiente familiar hostil”, añadió.
La especialista también explicó que estas conductas suicidas se pueden reflejar físicamente en el adolescente, ya que en muchas ocasiones pueden autolesionarse, tener alteraciones en la conducta alimentaria que reflejen aumento o reducción de peso y consumo de sustancias psicoactivas.
Ante los primeros síntomas de cambio de conductas, el IMSS cuenta con los especialistas necesarios para brindar ayuda psicológica y psiquiátrica para ayudar en esta prevención.