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Poder y engaño – engaño y poder

‘Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana, y, de la primera no estoy seguro’

Albert Einstein (1879-1955)

Amadeo Palliser Cifuentes
Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

El círculo vicioso del título es el motor que ha movido a la humanidad a lo largo de toda la historia, y sigue perfectamente engrasado en la actualidad, pues la corrupción es su engrase.

Y el engaño es hacernos creer que existe la democracia, la ética y la moral; cuando, en realidad, todo es mera apariencia. Una pseudo-democracia no es una democracia; como tampoco lo son una democracia defectuosa, una democracia parlamentaria (supeditada a partidos como los actuales), una monarquía parlamentaria (antinomia suprema), etc.

Y en ese caldo de cultivo putrefacto en el que nos dejan ‘sobrevivir’, pretenden que, asimismo, nos auto-engañemos para creernos felices.

Un nuevo ejemplo de ayer, lo tuvimos con la sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido vetando el futuro referéndum de independencia escocés.

En ese caso, el autodenominado Reino Unido, ha demostrado su verdadera cara, ya que ha confirmado que esa unión es una cárcel.

El ‘Acta de la Unión’ firmada el 16 de enero de 1707 entre los reinos de Inglaterra, de Escocia y de Gran Bretaña, fue consensuado de forma voluntaria por los respectivos parlamentos de esos reinos, si bien, en el parlamento escocés, ‘engrasado’ con sobornos efectuados por el barón de Glasgow.

Pero esa ‘voluntariedad’ ficticia, ahora dicen los magistrados del RU que no puede romperse unilateralmente, ya que afecta a la totalidad de los ciudadanos del RU.

Paradójicamente, que la votación del Brexit en el año 2016, decidida de forma mayoritaria en Inglaterra, pero no en Escocia ni en Irlanda del Norte, sí que se puede imponer en contra de la voluntad popular de los escoceses, demostrando, claramente, que el ‘demos’ escocés es de segunda división.

El primer ministro británico David Cameron, autorizó el referéndum del 2014 diciendo ‘soy un gran apasionado del RU pero también soy demócrata y por ello pensé que se debía dejar decidir a los escoceses’, pero esa declaración maximalista fue puesta en evidencia al ver las promesas y falsedades que ejerció durante la campaña electoral; promesas que, años después, se han visto incumplidas. Asimismo, autorizó el referéndum, porque sabía que no ganarían los independentistas. En definitiva, una gran farsa más.

Muchos sabemos que la constitución europea no deja de ser una simple utopía, ya que fue rechazada por los Países Bajos (2005) y Francia (2008), tras sus respectivos referéndums. Pero, aún así, toda la burocracia europea con toda su maquinaria, ‘funciona’, ya que hay muchos intereses personales, partidistas, de lobistas, etc., que hay que proteger.

Ante la sentencia del RU y la situación catalana, Vicent Partal, director de Vilaweb, ha escrito en su editorial:

‘(…) solo se me acuden dos posibles salidas para los movimientos independentistas de nuestro continente:

La primera es la renuncia. Institucionalizarse al estilo de los otros partidos y hacer de la independencia no un proceso nacional de liberación, si no un reclamo electoral para gestionar más poder autonómico o federal. Igual que hay socialistas y a nadie se le ocurre ni tan solo pensar que quieran implantar el socialismo, hace toda la sensación que empieza a tomar forma un independentismo, aquí y en Escocia, que no tiene ninguna pretensión de hacer la independencia. Y que si en un tiempo hubo una ola verde, que parecía diferente y ha acabado siendo un partido más con los vicios de todos los otros, ahora podría pasar que hubiera una ola independentista, que acabase dónde empieza, también vacía de realidad.

Y la segunda salida, que actualmente deberíamos decir que es la única que puede llevar realmente a la independencia, es hacer de la independencia un proceso factual (…) conseguir la independencia en base a hechos, concretamente, de hechos que los otros no puedan impedir. Hacerla, no pedirla ni pactarla’.

(Vilaweb, 24 de nov. 2022)

Y ya vemos que ERC y buena parte de Junts, ha adoptado la primera opción, traicionando los deseos de la voluntad popular expresada en octubre del 2017.

En definitiva, todo son falsedades, y la ciudadanía, en general, nunca valemos ni contamos para nada. Siempre nos manipulan como quieren. Hoy hemos tenido nuevos ejemplos:

  • el nefasto Felipe VI fue a Qatar, para ver el mundial de su ‘roja’, pero, claro, ningún medio de comunicación institucional, ni ningún otro, han facilitado ninguna fotografía del susodicho Borbón en la tribuna del estadio, ni de su llegada ni de su partida.
  • hasta ayer, todos los políticos unionistas, así como todos los ‘opinólogos todólogos’ del abrevadero, decían que el caso escocés no se podía comparar con el catalán. Pero, claro, tras la sentencia de ayer, sí que hacen la comparación, pues les favorece.
  • etc.

Y claro, la ciudadanía seguimos como borregos todo lo que nos dicen, así:

  • vemos la guerra de Rusia contra Ucrania, como si viéramos una serie televisiva de una de sus plataformas, por lo que nunca tendremos la información suficiente para tener una opinión crítica.
  • seguimos confiando en la política de la UE, como si realmente existiera, cuando no deja de ser más que un club de mercaderes ávidos de mantener su statu quo.
  • como tampoco tendremos información de la ‘resolución’ de la pandemia; comentaron que el comité científico efectuaría un balance evaluando los pros y contras, para estar mejor preparados de cara a futuras pandemias, ya que se corregirían las deficiencias observadas; pero, ‘magia potagia’, pasada la fase más crítica de la pandemia, todos los partidos se han negado siquiera a efectuar comisiones parlamentarias al respecto, para ocultar sus vergüenzas.
  • aquí en Catalunya tenemos un gobierno de ERC, minoritario en el parlament, pero la diabólica geometría variable entre los diferentes partidos de la oposición, impiden una moción de censura, que pudiera corregir la falta de ética de Pere Aragonès, que se resiste a presentar una moción de confianza.
  • etc.    

Está claro que estamos enganchados en una gran telaraña, de la que no podemos salir, y sólo nos queda esperar que vengan a devorarnos, cuando les plazca.

Yo suelo decir que visto lo visto, un día me iré a la isla de Tonga, para olvidarme de todo; pero sé que incluso allá seguiría en la misma telaraña, pues, como en el ‘País de nunca jamás’ (Neverland), la isla ficticia ideada en 1911 por el escocés James Matthew Barrie (1860-1937), habitada por niños perdidos, liderados por Peter Pan, también existían temibles piratas, como el Capitán Garfio.

Por todo ello, me parece que sólo tenemos dos opciones:

  • alienarnos de todo, y vivir una subsistencia zombi, conformándonos con el pan y circo’ y con la obediencia a nuestros amos (no en vano el término ‘poder’ viene del latín ‘posere’ y a su vez, de la raíz indoeuropea: ‘poti’: amo, dueño, esposo), y, claro, debemos ser sumisos y no pretender divorciarnos, a pesar de que, como nos recuerda el catedrático Ferran Requejo (Ara de hoy): ‘Según Woody Allen: algunos matrimonios acaban bien, y otros, en cambio, duran toda la vida’ ; o
  • intentar mantenernos como verdaderos ciudadanos, es decir: informados (en la medida que nos sea posible), radicalmente críticos, y soñadores (que no quiere decir dejar de ser pragmáticos; esa es otra de las falsas críticas que nos hacen a los independentistas). 

El escritor Joan Salvat i Papasseit (1894-1924), entre sus muchos poemas, escribió ‘Si jo fos pescador’, musicada por Rafael Subirachs Vila e interpretada por varios cantantes como Ovidi Montllor, Joan Manuel Serrat, etc., tiene la siguiente letra:

‘Si yo fuera pescador pescaría la aurora

Si yo fuera cazador atraparía el sol

Si fuera ladrón de amor me abrirían las puertas

Si fuera bandido mejor

Que vendría solo.

Los carceleros del mundo no conocerían nunca mi sombra

Si fuera ladrón y bandido no sabrían de mi vuelo

(…)

(traducción propia)

En esa línea, si realmente fuésemos independentistas, nos independizaríamos. No hay otra.