En la política española y catalana cada día tenemos ejemplos que no son nada ejemplares, que no son modélicos, como etimológicamente cabría esperar; y deberíamos esperar que no fueran prototípicos, es decir, que no reflejasen específicamente a nuestras especies.
Así, ayer vimos que:
- en la fiesta madrileña del Dos de Mayo, la presidenta Isabel Díaz Ayuso vetó el acceso a la tribuna presidencial al ministro Félix Bolaños;
- aquí, en Catalunya, estos días el tema central es el caos organizativo de las oposiciones planteadas por la Generalitat; así como las restricciones de agua; o el caos de los trenes de cercanías;
por citar cuatro casos actuales que reflejan el tipo de políticos que tenemos en ambos submundos.
Respecto al primer caso, la presidenta madrileña, en plena campaña contra el gobierno español, ya que siempre ha aspirado a dar el salto al máximo nivel político, lo que hizo es ridiculizar al ministro, que, protocolariamente no estaba invitado (el gobierno del estado ya estaba representado por la ministra de defensa Margarita Robles, para presidir el desfile militar). Ayuso ha contestado esta mañana en la cadena Ser, que ‘Bolaños no estaba invitado al acto, y que fue a buscar la provocación e intentar, de todas las maneras, reventar el acto’.
Efectivamente, es un juego de niños malcriados y prepotentes, que buscan el protagonismo en esos pequeños detalles, que su prensa magnifica; y, claro, nos muestra que ninguno de ellos tiene ideas y acciones realmente importantes e interesantes para la sociedad.
Ya les conocemos, pues todos siguen sus tradicionales patrones:
- Isabel Díaz Ayuso tiene claro que ‘Madrid es España dentro de España’, como dijo en su momento; es decir, que confirma la tesis de Óscar Pazos en su libro ‘Madrid es una isla’ (Lince, Barcelona 2013), pues es un gran agujero negro que todo lo absorbe. Si no fuera por esa avaricia acaparadora y extractiva, Madrid se independizaría de España, está claro.
- Félix Bolaños, por su parte, es el prototipo de los políticos made in Opus Dei, con la sonrisa y el discurso bonista, pero con la sierra eléctrica escondida, para cercenar todo lo que le haga sombra o pueda incomodar a su jefe, Pedro Sánchez; cumpliendo, de ese modo, de forma perfecta de fiel lacayo.
Centrándonos en Catalunya, los tres casos mencionados son:
El caos organizativo de las oposiciones para la estabilización de los interinos, que, por primera vez, la Generalitat había externalizado en la empresa Cegos España (Grup Internacional Cegos), por 1,5 millones de euros; una empresa con sede en Madrid.
Una convocatoria a la que se presentaron 13.581 candidatos para ocupar 1.825 plazas; que acabó siendo un caos, como denunciaron los participantes y los sindicatos; por lo que seguramente deberá repetirse, con el grave perjuicio para los candidatos, obviamente.
Sería interesante replantearse y analizar el interés privatizador del gobierno de Pere Aragonès (ERC), la conveniencia política de que la asignación de las plazas de la Generalitat, puedan ser externalizadas, el coste de 1,5 millones de euros para organizar esa convocatoria, la elección de una empresa con sede en Madrid, etc.; pero me centraré en la respuesta que ha dado el gobierno al respecto.
El exdiputado Germà Bel, en su twitter, dijo ayer: ‘Caos en oposiciones: publicación del concurso de externalización, 5-09-2022; concurso adjudicado, 22-11-2022; contrato para oposiciones formalizado, 27-12-2022. Han cesado a la directora general de la Función Pública por el caos, pero la directora general tomó posesión en enero del 2023. No lo acabo de entender’.
La portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, informó del cese de Marta Martorell, por el deficiente seguimiento y control de la organización de esos exámenes.
Siempre pasa lo mismo, para salvar a la consejera Marta Vilagrà, se cesa a la directora.
Vicent Partal, en la editorial de ayer comentó:
‘Ese cese nos recuerda que la política profesional es una selva donde todos, cuando pueden, matan para sobrevivir.
(…) En este caso, la ‘victima’ ha sido Marta Martorell, nombrada el pasado 17 de enero, (…) por lo que, en este caso, no puede tener mucha culpa ni responsabilidad personal.
Evidentemente, Marta Martorell es lo que se llama un chivo expiatorio. Simplemente, en esta ocasión le ha tocado a ella (…) el gobierno ha sacrificado preventivamente un peón, para ver si de esta manera calma las fieras y la consejera sobrevive (…) Un peón, eso sí, del partido, que siempre es más fácil por aquello de la obediencia debida.
El hecho curioso es que Marta Martorell, politóloga de estudios y profesión, ahora ha pagado un precio como subordinada que no le correspondía, pero antes había actuado como jefa y ya había provocado una crisis monumental. Martorell había sido alcaldesa de Tiana por ERC, entre junio del 2019 y abril del 2022, cuando fue destituida por un acuerdo entre el partido local Junts per Tiana, Junts y el PSC. Resulta que Junts la había investido el 2019 y poco después el PSC se había unido al pacto. Pero su gestión había sido especialmente convulsa, y por eso, el 2021 Junts abandonó el pacto, que Martorell pudo salvar haciendo una maniobra con un tránsfuga. El PSC aguantó hasta final de octubre, pero finalmente anunció que también abandonaba el gobierno municipal, de manera que dejó sin opciones a Martorell, que inició una especie de moción de censura. El nuevo alcalde de Tiana, el periodista Isaac Salvatierra, al tomar posesión del cargo, no dudó a calificar de ‘retroceso democrático’ el convulso período de gobierno de Marta Martorell, a la que incluso, gente que protestaba contra ella, llevó a un juicio -y lo perdió. Martorell se fue en medio de acusaciones graves de prevaricación y con la dimisión del secretario municipal, que no quiso sancionar sus maniobras.
Pero el caso es que, a pesar de todos estos antecedentes poco afables, medio año después, ERC la repescó para el gobierno, como directora general. Y ahora resulta que el nuevo cargo tampoco le ha durado sino unos pocos meses.
(…) Parece que se cerrará para ella un ciclo vertiginoso de cuatro años en los que ha subido y bajado en los escalafones del poder como si fuera una auténtica montaña rusa.
La cosa, y la lección, es que la política profesionalizada, la política-negocio, funciona así. Ganas cargos importantes de una manera relativamente fácil si te sabes mover, si tienes suerte y si estás en el lugar adecuado, incluso sin importar lo que has hecho antes. Cargos importantes y muy bien remunerados, demasiado bien remunerados, incluso cargos que te pueden dar poder real sobre algunos temas. Pero, a la vez, estos cargos son frágiles como la porcelana más fina. Por qué, así como te suben te bajan, así como el partido te hace subir te hace bajar, tanto de fichan como te despachan. Y todo depende no de su trabajo, sino de la coyuntura política. Esto es, en definitiva, una pirámide cruel. Cualquier regidor es en potencia un chivo expiatorio de su alcalde. Y de la misma manera cualquier cargo de confianza es, en potencia, un chivo expiatorio de cualquier consejero, igual que cualquier consejero es, en potencia, un chivo expiatorio del presidente. El de arriba siempre mata al de abajo para mantenerse en el puesto.
(…) No es que me haga ninguna pena nada de todo esto, pero constato que es una auténtica selva, cruel y despiadada. Especialmente, cuando no hay proyecto y todo se limita no a vivir para hacer política, sino a vivir de la política’.
(Vilaweb,2 de mayo del 2023)
Este caso, perfectamente expuesto por Vicent Partal, retrata la política actual en Catalunya, y que es extrapolable a España, claro, así como a otros muchos estados. Por eso, todo ello reafirma las ideas de Eudald Carbonell, que debemos prescindir de los líderes.
Moverse en este mundo político (como en la empresa privada), es como nadar entre tiburones.
El colectivo Oirec Etnem, en su blog, explica las reglas para sobrevivir en ese mundo infestado de tiburones:
- Todos los peces no identificados son tiburones.
- No sangrar.
- Contestar rápidamente a toda agresión.
- Salir del agua si alguien está sangrando.
- Usar correctivos anticipadamente.
- Desorganizar un ataque organizado.
Y, sobre todo, aprender a reconocer las aguas más infestadas de tiburones. Estas aguas se suelen dar en entornos con mucha resistencia al cambio, con estructuras rígidas y obsoletas, aguas donde abundan actitudes negativas y destructivas. Por tanto, esta agua resultará extremadamente peligrosa para personas que intentan poner en marcha cambios e iniciar mejoras. Pero si ha aprendido a nadar entre tiburones, esto le dará un plus de valía con cada ataque que sufra y del que salga ileso.
(https://communityofinsurance.com)
El escritor Albert Sánchez Piñol, escribió:
‘En la película de Steven Spielberg, ‘Jaws’ (mandíbulas), que en España se tradujo pomo Tiburón, en la primera parte de la película, el auténtico enemigo no es la bestia, sino los tiburones de tierra. O sea, el alcalde de la localidad costera, que se niega a hacer pública la presencia del monstruo por miedo a perder los ingresos turísticos. En realidad, el tema de Jaws no son los tiburones; es un cuento moral contra la avaricia y el uso perverso del poder. En Catalunya vivimos un caso remotamente similar, pero mucho menos épico. Bien, de hecho, es uno de los episodios más cutres de nuestra vida municipal. A principios de los años noventa un tiburón blanco de cinco metros embarrancó en una localidad de la Costa Brava. Y es sintomático que la primera idea del alcalde catalán fuera exactamente la misma que en Jaws: que aquel puñetero bicho iba a joder el negocio, así que decidió esconderlo. A partir de ahí el asunto se convierte en una comedia bufa. ¿A quién se encarga hacer desaparecer el monstruo? A la Guardia Civil. Pero la Benemérita, fuera por pereza o desinterés, se limitó a trasladar el enorme corpachón hasta el vertedero municipal con una grúa. Ahora bien, si abandonas un bicharraco de media tonelada de peso, y cinco metros de longitud, en un pequeño depósito al aire libre, que, por cierto, usa todo el vecindario, es muy probable que alguien lo vea (…)’
(https://www.lavanguardia.com)
El tercer caso mencionado, la ‘gestión’ de la sequía que padecemos en Catalunya, además de repetirnos la necesidad de que toda la ciudadanía nos concienciemos en tomar medidas para racionar el agua, mientras, claro, todos los partidos utilizan esa crisis, para criticar lo que se hace o lo que se deja de hacer; todos buscan un beneficio de cara a las próximas elecciones municipales del 28 de este mes de mayo.
Y el colmo lo he oído esta mañana, en una entrevista en RAC1 a Samuel Reyes (n. 1981), director de la Agencia Catalana del Agua, al ser preguntado por un escape de agua que hay en un barrio de Badalona, por el cual se pierden 180.000 litros diarios, desde el 2005. El ‘personaje’ (prototipo en su especie), ha dicho que ese escape apenas representa el 0,5% del caudal que pasa por ese conducto, y que su reparación, que está en estudio, costará 35 millones, y que tardaría 2 o 3 años; por lo que también están estudiando el uso de esa agua para limpiar la ciudad.
Que en 18 años no se haya reparado esa fuga, habiendo pasado ya una importante sequía en el 2008, y no pase nada; que desde el 2005 hayamos tenido gobiernos de todos los partidos, y sigamos perdiendo esa cantidad de agua, es imperdonable. Y que todo un director diga que apenas es un 0,5% …, pero que sigan aconsejando que tomemos medidas los ciudadanos.
También se le ha preguntado que según las informaciones difundidas hace un par de meses, uno de cada cuatro litros del sistema se pierde, el director ha dicho que en realidad es un 24% (no el 25%), pero que entender ese porcentaje es complejo, ya que en él inciden muchos elementos: consumos irregulares, consumo de ayuntamientos para el riego de la localidad, etc., en total, todo han sido balones fuera.
Como dijo Partal en la editorial que he transcrito: ‘Cargos importantes y muy bien remunerados, demasiado bien remunerados, incluso cargos que te pueden dar poder real sobre algunos temas’.
Y todos esos cargos asignados por los respectivos partidos. Los directores de todas las áreas son cargos políticos; hasta el de subdirector son funcionarios.
A esos cargos políticos les llaman ‘cargos de confianza’, cuando, viendo la realidad de los chivos expiatorios, y la de los tiburones, me parece que más que cargos de confianza, son cargos de conveniencia.
El último caso, el de las constantes averías en los trenes de cercanías de Catalunya, pues, históricamente, en 8 de cada 10 días hay problemas, averías. Y este fin de semana una grave que tardarán en reparar tres semanas.
Claro, la responsabilidad de la gestión es de Renfe y de Adif, es decir, del estado español, pero a éste nunca le ha interesado invertir en la renovación de nuestra red de trenes; tenemos la mayor parte de comarcas sin conexión viaria, el corredor Mediterráneo nunca lo veremos acabado, pues España no quiere dejar de ser radial.
Estamos cansados, todos los gobiernos, todos los ministros españoles han prometido lluvia de millones para invertir, pero al final nada de nada.
Pero eso sí, Pere Aragonès, con cara de gran enfado, ha convocado a los responsables de Renfe y Adif, para pedir explicaciones …
No tenemos nada que hacer con un gobierno y con unos políticos como los que tenemos en Catalunya (y en España), debemos romper esa dinámica, eliminarlos, como dijo Eudald Carbonell; sólo así iniciaremos una nueva fase, más madura y humana. Esa debería ser nuestra principal labor, arreglar nuestra casa, pues es básico si queremos conseguir la República Catalana; y que los políticos españoles sigan con su habitual rollo, ya se lo confitarán y que les aproveche.
Debemos hacer lo todo lo posible, y lo imposible, para erradicar la mencionada estrategia del colectivo Oirec Etnem, en su blog, es decir: las reglas para sobrevivir en ese mundo infestado de tiburones:
- Todos los peces no identificados son tiburones.
- No sangrar.
- Contestar rápidamente a toda agresión.
- Salir del agua si alguien está sangrando.
- Usar correctivos anticipadamente.
- Desorganizar un ataque organizado.
Debemos derrocar a los aplican esos mandamientos para sobrevivir políticamente.