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Poniendo luz en la oscuridad

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Para este escrito tomo el subtítulo (Posant llum a la foscor) de la serie ‘Crims’ (crímenes) de Carles Porta i Gaset, emitida por TV3 (3cat), pues me parece adecuado para referirme a la celebración que efectuamos ayer, en la avenida Meridiana de Barcelona, para conmemorar el día 1714 de manifestación por la independencia de Catalunya, como explico a continuación.

En mi escrito de ayer hice referencia a la mencionada conmemoración, efectuada por tratarse de un número mítico (el año 1714, el ejército Borbónico nos derrotó, y desde ese momento, estamos sometidos); y, no es por decirlo, pero fue un pequeño gran éxito: de convocatoria, de organización y de participación de personajes relevantes del independentismo (Lluís Llach, Laura Borràs, represaliados, la actriz Pepa Arenòs y músicos varios, entre otros), así como los mensajes de audio recibidos y emitidos ayer: del president Carles Puigdemont y del conseller de cultura (también en el exilio) Lluís Puig (éste, leído por su hermana), todos ellos con el denominador común de ser activistas independentistas.

Pero no debemos engañarnos, a pesar de que este acto brillase en la oscuridad de ayer, el independentismo ya no somos, ni podemos considerarnos un movimiento, pues no tenemos la capacidad fosforescente o fotoluminiscente que desearíamos y precisamos.

La fosforescencia o fotoluminiscencia, es debida a los productos químicos que recogen la energía de la luz y la almacenan durante un breve tiempo, para visualizarse cuando la fuente de luz está apagada.

Pero sabemos, y hemos constatado (una vez más) que los medios de comunicación, interesadamente, no han hecho la menor referencia, a pesar de que al final del acto, cortásemos la avenida Meridiana durante unos breves minutos (como hacíamos en los buenos tiempos), pues los mossos d’esquadra (policía autonómica), nos impidieron prolongar el corte.

Así, nos imponen su oscuridad, que Pedro Sánchez y Salvador Illa llaman ‘normalización’.

Pero ¿es normalización reprimir la libertad de expresión?, ¿es normalización destacar, desde primera hora, a una decena de furgonetas de la Brimo (brigada móvil de la mencionada policía)?, ¿es normalización la sonora ausencia de los falsamente considerados líderes independentistas?, ¿es normalización que los medios de comunicación no informen de lo que les desagrada?.

En toda democracia, el periodismo, ha de ser incómodo con el poder, ha de actuar de contrapoder, ya que ha de informar fielmente de lo que sucede, pero, por lo visto, una manifestación que dura 1714 jornadas, no es ni noticia.

El político e historiador Michael Grant Ignatieff (n. Toronto, 1947) dijo: ‘confío en los periodistas que piensan que los hechos son tozudos, en quienes cambian de opinión cuando cambian los hechos, en los periodistas que escuchan más que hablan, en aquellos cuya autoridad viene de haber estado ahí’.

Pero, salvo honrosas excepciones, en la irregular democracia a la española, no hay periodistas; abundan los sometidos subordinados.

Volviendo al acto efectuado, me parece del máximo interés destacar la lectura (por la mencionada Pepa Arenòs) del fragmento de un poema del escritor y director de cine, Pier Paolo Pasolini (1922 – asesinado en 1975), un intelectual de izquierdas (a pesar de ser hijo de un militar que presumía de haber salvado la vida de Benito Mussolini), reclutado durante la Segunda Guerra Mundial, fue capturado por los alemanes, pero logró escapar; a lo largo de su vida sufrió hasta 33 procesos judiciales, al ser perseguido tanto por su obra como por su homosexualidad. 

El fragmento en cuestión fue el siguiente:

Falsamente he abjurado del compromiso,

porque sé que el compromiso es ineluctable,

y hoy más que nunca, les diré

que no solamente hay que comprometerse

en la escritura,

sino también en la vida:

hay que resistir en el escándalo

y la cólera, más que nunca,

ingenuos como bestias en el matadero,

turbados como víctimas, justamente:

hay que decir más fuerte que nunca el desprecio

contra la burguesía, gritar contra la vulgaridad,

escupir sobre la irrealidad que ella eligió como única realidad,

no ceder con un acto o una palabra

en el odio total contra ellas, sus policías,

sus magistraturas, sus televisiones, sus diarios.

Yo desconocía este texto, y he buscado la obra ‘Las cenizas de Gramsci’ de Pasolini, pues, en la lectura se mencionó que pertenecía a esa obra, si bien, leyendo los 6 cantos que la componen, no he sabido encontrar el fragmento, ya que pertenece a su obra titulada ‘Poeta de las cenizas’, en las que el autor describe cómo es, cómo se hizo marxista y porqué.

Pues bien, el fragmento mencionado prosigue así:

‘y aquí

yo, pequeño burgués que dramatizo todo,

tan bien criado por su madre en el espíritu

dulce y tímido de la moral campesina,

quisiera tejer el elogio

de la suciedad, de la miseria, de la droga y del suicidio:

yo, poeta marxista privilegiado

que posee instrumentos y armas ideológicas para combatir,

y mucho moralismo para condenar el puro acto escandaloso,

yo, tan profundamente como es preciso,

hago el elogio, porque la droga, el horror, la cólera,

el suicidio

son, con la religión, la única esperanza que queda:

contestación pura y acción

sobre la que se mide la enorme equivocación del mundo.

No es necesario que una víctima sepa y hable.

Me parece preciso señalar que Pasolini, tras estrenar su película ‘El evangelio según San Mateo’ (1964), un periodista le preguntó al director: ¿cree usted que Jesús es el Hijo de Dios?, y el director respondió que: ‘no, únicamente he sido fiel a un texto, con la precaución de un observador exterior, para no hacer un paso en falso’.  Por eso me parece que su cita a la religión, debe ser contextualizada.

Pero el mensaje que me parece relevante del poema, es la referencia a la ‘contestación pura y acción’ pues, como señala, nosotros, los independentistas catalanes, también somos unos privilegiados que poseemos ‘instrumentos y armas ideológicas para combatir, y mucho moralismo para condenar el puro acto escandaloso’.

En un fragmento anterior, Pasolini , escribió:

¿Quién de entre ustedes lloró

por el joven griego condenado a muerte

por objeción de conciencia?

Hagan un breve examen de conciencia.

Quién no vertió esas lágrimas es un cerdo.

Pero no hago sino un poema. 

En definitiva, me parece claro que Pepa Arenòs, con la referencia a Pasolini, ayer nos puso luz en nuestra oscuridad; y ahora depende de todos nosotros que actuemos como espejos y propaguemos esa luz con nuestras acciones.

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