Buscar

Por investigación que ahonda en los efectos del COVID-19 y la contaminación en la salud, UVM recibe reconocimiento a las mejores prácticas de Responsabilidad Social Empresarial

Los residentes de la mega urbe con pre-SARS-Cov-2 tienen acumulación cerebral de proteínas aberrantes y nanopartículas producto de la contaminación, y por ende, son receptores ideales del virus neurotrópico.

Dra. Lilián Calderón, líder de la investigación: Nanopartículas ambientales, SARS-Cov-2 y neurodegeneración asociados a la contaminación del aire.

Ciudad de México, 14 de septiembre de 2021. Por la investigación sobre Nanopartículas ambientales, SARS-Cov-2 y neurodegeneración, asociados a la contaminación del aire, cuyo propósito es incidir en la creación de políticas públicas para llevar a cabo medidas neuroprotectoras en favor de las poblaciones jóvenes que viven en las ciudades, la Universidad del Valle de México recibió el reconocimiento a las mejores prácticas de Responsabilidad Social Empresarial, en la categoría de Acciones empresariales ante el Covid-19, otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía. 
 
Cada año el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial en México (AliaRSE) y la Red Forum Empresa en Latinoamérica, entregan el Reconocimiento a las Mejores Prácticas de Responsabilidad Social Empresarial en las categorías: Calidad de vida en la empresa, Cuidado y preservación del medio ambiente, Ética empresarial y Vinculación de la empresa con la comunidad. Este año, se incluyó como categoría especial Acciones empresariales ante el COVID19, con el propósito de reconocer las iniciativas que han implementado las empresas, alineadas a su estrategia de responsabilidad social empresarial, para ayudar a contrarrestar los efectos del COVID. 
 
La investigación Nanopartículas ambientales, SARS-Cov-2 y neurodegeneración asociados a la contaminación del aire, liderada desde hace seis años por la Dra. Lilián Calderón, ha puesto en evidencia el daño cerebral que se ha producido en las generaciones actuales de jóvenes, así mismo ha sugerido medidas correctivas para que las autoridades de salud determinen políticas públicas. En el proyecto han participado catorce investigadores en medicina, biología, nutrición, patología, neurología y toxicología  de siete organizaciones, tanto nacionales como internacionales, con lo que se ha logrado dar continuidad a la investigación hacia diferentes direcciones enfocadas en la salud y el medio ambiente, además ser replicable. 
 
La investigadora y neuropatóloga de UVM Lilian Calderón, explicó que las enfermedades de Alzheimer y Parkinson tienen un inicio temprano en las poblaciones jóvenes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Los residentes de la megaurbe con pre-SARS-Cov-2 tienen acumulación cerebral de proteínas aberrantes y nanopartículas, y por ende son receptores ideales del virus neurotrópico. Resaltó que la vía de entrada del virus del COVID-19, viaja por los mismos portales dañados por nanopartículas, incluyendo el epitelio olfatorio nasal, el tracto gastrointestinal y la barrera alveolar-capilar, por lo tanto, producirán un daño más rápido y generalizado. 
 
El virus ARN neurotrópico SARS-CoV-2 produce complicaciones neurológicas y la aceleración de procesos neuroinflamatorios y neurodegenerativos, lo cual es preocupante en poblaciones que ya tienen un proceso neuroinflamatorio bien establecido y relacionado con las  nanopartículas producto de la contaminación. 
 
Ante estas circunstancias, el interés en esta investigación, es establecer los riesgos que existe para la población y las medidas neuroprotectoras que se pueden llevar a cabo para proteger a los jóvenes con cerebros en desarrollo, expuso la Dra. Lilian Calderón.
 
En tanto, el Dr. Gerardo Dubcovsky, Vicerrector Institucional de Investigación de la UVM, señaló que uno de los objetivos principales en la investigación que se realiza desde esta universidad es contribuir con evidencia científica para dar soluciones a las necesidades sociales. 
 
“Recordemos que el COVID-19 se controlará cuando se vacune por completo a la población. Pero no hay vacuna para el aire que respiramos cada segundo que aspiramos. Nuestra responsabilidad, es mostrar con evidencia científica qué está sucediendo, y dar los elementos a las autoridades de salud de diversos organismos para que se generen políticas públicas que protejan a la población”, dijo.
 
Expresó que en las ciudades  se está acostumbrado al semáforo ambiental, sin embargo, no se tiene visibilidad sobre el daño que generan las partículas suspendidas finas (PM2.5) producto de contaminantes atmosféricos. “Cada vez que aspiramos aire, estas partículas ingresan a nuestros pulmones, por su tamaño pasan al torrente sanguíneo y se depositan por millones, en órganos vitales del cuerpo”, dijo. 
 
Las prácticas reconocidas se presentarán en el 5o. Foro Internacional PyMEs Socialmente Responsables, que se llevará a cabo de manera virtual del 29 de septiembre al 1 de octubre del 2021. El panel de la categoría Acciones empresariales ante el Covid-19 se llevará a cabo el día 1 de octubre a las 09:00 hrs.