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Preparación, respeto, dignidad y poder

Martha Nava Argüelles
Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Todo parece indicar que de nueva cuenta el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador no se preparó lo suficiente para una visita diplomática, pues la llegada de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris evidenció esto ya que a sorpresa de propios y extraños en el momento en el que AMLO la recibe en Palacio Nacional tuvo a mal, no sólo decirle “presidenta” sino que también pronunció incorrectamente su nombre “Kabala” algo que los republicanos de Donald Trump hacían, en su momento, para denigrar a la entonces senadora. Desde ahí empezamos mal.

Claro está que esto hubiera pasado desapercibido, pero hoy todo está a merced de las redes sociales y el video que se compartió del momento en el que Obrador recibe a Harris -sin duda uno histórico- se hizo viral, lo que no favoreció la imagen de éste, pues los internautas no sólo notaron las fallas diplomáticas de AMLO, sino que también fueron evidentes diversos detalles que no sumaron a una percepción positiva:

Primero el presidente no portaba un cubrebocas y es que aunque tanto ella como él estén vacunados, él mismo presidente dijo en una mañanera que aunque algunos estados pasen a “semáforo verde” tenemos que seguirnos cuidando, lo que implica la sana distancia y el uso de cubrebocas. No obstante recibió a una de las mujeres más poderosas del mundo sin uno y aunque evitó el saludo de mano hoy en día portar un cubrebocas es un tema de respeto que, sin duda, deprecia la imagen del presidente.

Segundo, alguien debió asesorar al presidente respecto de su vestimenta. Esta se veía desgastada y aunque tenga un muy buen sastre en Ecatepec, este debió cuidar que su “cliente” portara un traje que realmente le quedara bien, que no tuviera polvo, que no se viera brilloso, que la camisa se asomara por igual en ambas mangas, que el largo fuera igual en ambas piernas, que no debía abotonar el segundo botón del saco y que usara unos zapatos boleados -para aclarar aquí, nadie dijo nada de nuevo o costoso- vamos un traje portado a la altura de las circunstancias; y es que parecería frívolo o un detalle menor la vestimenta del Presidente pero en este caso, comunica y éste se encontraba en la mira del mundo entero y por lo tanto su apariencia física tenía que estar a la altura y como no fue así, millones de usuarios en las redes lo notaron.

Finalmente, el hecho de que el AMLO, amante de las conferencias, se haya negado a dar una conferencia conjunta con la Vicepresidenta -quién se dice sí tenía interés en que se llevara a cabo- refleja lo poco confiado que estaba sobre los resultados que se darían en este evento y, claro está, también remojó sus barbas una vez que vio la conferencia conjunta que vivió su homólogo de Guatemala, Alejandro Giammattei donde la prensa internacional no tuvo merced con él y además abordó temas relacionados a la corrupción donde México salió a la luz.

En conjunto todos estos detalles, hacen que tanto el presidente como México pierdan poder sobre de la percepción mundial y por lo tanto la imagen de nuestro país pierde y pierde mucho, independientemente de la de Andrés Manuel quien, a pesar de buscar aligerar su desliz al decirle “presidenta” y “Kabala” señalando “me camuqué” entre risas, reflejó a un político/figura pública que no controla sus nervios y este no es un tema al que debamos restarle importancia pues, a la larga, resta confianza y credibilidad en su audiencia que, no sólo somos los mexicanos, son políticos del mundo, empresarios, inversionistas y más.