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Programas para inversionistas extranjeros: pasaportes a una mejor calidad de vida

Vivir en otro país puede ser una experiencia enriquecedora y llena de oportunidades. Gracias a la globalización; cada vez más mexicanos buscan tener un estilo de vida internacional, impulsados no solo por el hecho de consolidar su estabilidad financiera al acceder a nuevas opciones comerciales o expandir y diversificar sus negocios, sino por la visión de asegurar una mejor calidad de vida para ellos y sus familias.

Una alternativa para lograr este cambio de residencia, e inclusive aspirar a obtener la nacionalidad en países desarrollados, es a través de programas de inversión para extranjeros donde inversionistas y empresarios, invierten su capital para estimular la economía del país de su elección.

Para escoger el programa de inversión ideal se deben de tomar en cuenta los objetivos y aspiraciones de desarrollo personal y profesional, ya que el principal beneficio será que el inversionista y su familia puedan vivir, trabajar y estudiar en el país elegido, de tal forma que se obtenga el mismo trato que reciben los residentes o ciudadanos.

Ya que actualmente, las familias no solo buscan que se les garantice un retorno financiero importante en términos de inversión, también están buscando la manera de asegurar el futuro de la siguiente generación.

Víctor Espinosa, director senior de LCR Capital Partners, empresa de inversión privada y de servicios de asesoría que apoya a familias que se interesan en obtener oportunidades mundiales, asegura que el destino más elegido por extranjeros alrededor del mundo para emigrar es EE.UU. por su estabilidad y seguridad financiera, así como por las oportunidades laborales. Particularmente México, está entre los primeros 10 países que cuentan con inversionistas interesados en colocar capital en dicho país y para ellos, el programa de visas EB-5 representa una gran alternativa para diversificar su patrimonio.

La Visa de inversionista EB-5 consiste en realizar una inversión única, mínima de $800 mil dólares en un negocio estadounidense nuevo que cree por lo menos 10 empleos; esto le proporcionará al inversionista, a su cónyuge e hijos menores de 21 años, una Green Card.

O bien, los empresarios tienen otro programa que, aunque solo otorga una visa temporal, les puede resultar atractivo; nos referimos a la Visa E-2.  Esta brinda una estancia temporal por un tratado de comercio; el inversionista debe tener el 50% de un negocio activo que genere de 2 a 4 empleos. La Visa E-2 le permitirá al inversionista, al igual que a su familia, viajar con gran flexibilidad a los EE.UU. o vivir, trabajar o estudiar, por un determinado periodo, en este país con tiempos de autorización mucho más rápidos y con montos de inversión menores de entre los $150 mil y $200 mil dólares.

Ahora bien, un inversionista puede construir una estructura personalizada utilizando tanto la Visa E-2 como la Visa de inversionistas EB-5 al mismo tiempo. Recordemos que la Visa E-2, por sus tiempos de autorización más cortos, les permitirá ingresar a los EE.UU. mucho más rápido, gracias a que otorga una visa temporal (no una Green Card); posteriormente, el inversionista podrá invertir en una Visa E-B5 donde el beneficios principal será consolidar su estancia obteniendo la residencia permanente y Green Card.

En cambio, si la aspiración es obtener acceso a la Unión Europea, los inversionistas optan por escoger el programa de la Golden Visa, el cual brinda la residencia permanente en Portugal y con ello el ingreso al viejo continente. Para obtener esta visa se debe realizar una inversión, que va de los 280 mil a 500 mil euros en fondos inmobiliarios, bienes raíces o en renovaciones hoteleras.

Dentro de los motivos por los cuales la Golden Visa es muy solicitada es debido a que Portugal es uno de los países más globalizados y pacíficos del mundo, además de que cuenta con instituciones educativas de gran calidad, lo que favorecerá a la formación de los hijos de los inversionistas.  Otro de los motivos por el cual la Golden Visa se ha vuelto tan popular es debido a que los solicitantes solo deben de vivir en dicho país entre 7 y 14 días al año para poder conservar la residencia, a diferencia de la Visa de inversionistas de EE.UU, donde los aspirantes deben de residir al menos 6 meses al año para ser candidatos y mantener su Green Card.

Ahora bien, la inversión en este tipo de programas, por los montos y expectativas, es crítica para el futuro de una familia. Para que sea exitosa, Víctor Espinosa recomienda buscar acompañamiento y asesoría que les permita a los empresarios e inversionistas seleccionar proyectos de buena calidad, que cumplan con los requisitos de desarrollo en cada país; firmas especializadas como LCR Capital Partners serán un gran aliado para el logro de sus objetivos internacionales. El incursionar en este tipo de programas es una forma de vivir en un país diferente y de diversificar su cartera de inversiones a nivel internacional, con las divisas más fuertes del mundo.