- El Organismo Defensor se pronunció por la no violencia y educar con amabilidad y firmeza, sin golpes ni amenazas.
Toluca, Estado de México, 06 de febrero de 2024.- La crianza positiva se basa en el respeto entre las personas, el amor y la cultura de la no violencia, señaló la promotora de derechos humanos de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Cynthia Paola Serna Salgado, durante la videoconferencia “Crianza positiva. Educar con amabilidad y firmeza” impartida en el marco de las actividades de corresponsabilidad en la vida laboral, familiar y personal.
Ante personas servidoras públicas, explicó que las relaciones entre padres e hijos se generan con vínculos, amor, respeto y confianza; y si bien se debe educar con firmeza y disciplina, no debe recurrirse a golpes ni amenazas; además, deben saber que niñas, niños y adolescentes son titulares de derechos y sus opiniones deben ser tomadas en cuenta en decisiones que les impactan.
Detalló que la crianza es la forma en que la madre, padre, tutora o tutor decide guiar a hijas o hijos y la crianza positiva es equilibrada y democrática, en la que se ponen límites, pero sin golpes ni gritos, con el objetivo de generar condiciones óptimas para el desarrollo saludable y emocionalmente íntegro de niñas, niños y adolescentes.
Hay diferentes tipos de crianza: en la permisiva el control absoluto de la situación lo tiene la niña, niño o adolescente, ya que la madre, padre o tutores ceden a sus caprichos; en la crianza autoritaria la respuesta de padres y madres es “No”, sin explicar el motivo, además privilegia los golpes y amenazas; y la crianza negligente, incluye a los “huérfanos digitales” porque madre, padre o cuidador, se convierten en proveedores económicos y no en proveedores emocionales, incluso dan una “nana celular” o “nana tablet” pero no explican temas importantes para el desarrollo humano.
La promotora de Derechos Humanos agregó que las niñas, niños y adolescentes no son propiedad de padres y madres, y la solución de conflictos no debe ser con violencia ni sobreprotección; deben ser padres y madres presentes y de tiempo completo, para compartir tiempo de calidad y jugar con ellos, escucharlos y conocerlos, a fin de contribuir al bienestar de hijas o hijos.
Los fundamentos de la crianza positiva son: padres, madres, tutores o cuidadores siempre deben dar un buen ejemplo; entender y respetar la personalidad de cada hija o hijo; comprender que siempre hay una necesidad detrás de un comportamiento como los berrinches, enojo o lágrimas; animarlos y ayudarles a expresar sus necesidades y sentimientos; entrenar a su familia en el principio de participación”; corregir a tiempo y sin castigos, pero sí con consecuencias; y mostrar respeto absoluto hacia los demás.
Invitó a padres y madres a trabajar consigo mismo, reflexionar cómo crían a sus hijos, cómo se relacionan con ellos, qué impide su conexión y cómo puede mejorar; no juzgarse como mamá o papá malo, ni dejar de vivir el aquí y el ahora al estar pensando que van a repetir los errores que cometieron sus papás cometieron y escuchar a sus hijos e hijas sobre sus conflictos, motivar el cambio de conducta cuando lo amerite la situación y evitar amenazas, golpes y gritos, ya que deben hacerles sentir que son ellas y ellos lo más importante y valioso.