· Inadmisible concentrar el riesgo y responsabilidad de que el Banco de México adquiera las monedas extranjeras que no son repatriadas a sus países de origen (particularmente EUA). Pone en riesgo al país y a su sistema financiero, sostiene
· El problema de las monedas extranjeras que se quedan en México no apareció la semana pasada, tiene tiempo y -de manera equivocada- se pretendió la semana pasada desde el Senado, darle una solución, señala
· Algunos actores involucrados “nadaron de muertito”, “no hicieron la tarea”, “dejaron pasar” y el problema se ha complicado, reprocha
· Banxico debe avanzar en la búsqueda de “corresponsalías bancarias” para que haya una ruta de salida a los dólares acumulados en las instituciones financieras de nuestro país, plantea
Antonio Ortega Martínez, Secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y miembro del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, propuso dar tiempo y espacio a esta soberanía para que, junto a los sectores involucrados en el tema de dinero extranjero acumulado en México (y para el cual se ha propuesto que lo absorba el Banco Central), puedan encontrar una solución consensuada e impedir que la propuesta -ya aprobada por el Senado- afecte y ponga en riesgo al país y a su sistema financiero.
En el marco de una reunión extraordinaria de trabajo, convocada por la Comisión de Hacienda con Luis Niño de Rivera, Presidente de la Asociación de Bancos de México, y directivos de diversas instituciones financieras en nuestro país, se habló de la Minuta con Proyecto de Decreto aprobada el pasado 9 de diciembre en el Senado para reformar la Ley del Banco de México.
Sobre la misma, Ortega Martínez llamó a la autocrítica. Dijo que el problema no surgió la semana pasada y reprochó que “algunos actores involucrados ‘nadaron de muertito’, ‘no hicieron la tarea’, ‘lo dejaron pasar’ y ahora se ha complicado”; pero igualmente, apreció, con las modificaciones aprobadas en el Senado se pretendió dar una solución, solo que igual de equivocada.
Refirió entonces que será la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados –no una persona- quien defina si dicha Minuta es reformada o pospuesta para recibir opiniones, puntos de vista y el consenso o rechazo. “No será el Senador Ricardo Monreal (impulsor), ni el Presidente de la República quienes resuelvan; tendrá que ser esta Comisión”, precisó
Ortega Martínez hizo énfasis en que para encontrar una salida, el Congreso de la Unión requiere la participación de los actores involucrados pues, de no hacerlo así, “parecerían actos autoritarios en donde una mayoría, por el hecho de serlo, impone su voluntad en algunos casos por equivocación y en otra por intereses sesgados. Creo –citó- que este tipo de decisiones deben considerar la opinión de todas las partes y desechar posiciones autoritarias y poco plurales”.
La solución aconsejable, expuso, es dar tiempo a la Cámara de Diputados, a los actores involucrados y encontrar una solución consensuada, responsable donde no se estigmatice a nadie.
Y por lo que se refiere al Banco Central, Antonio Ortega destacó que “debe asumir su responsabilidad y –como su Gobernador propuso la semana pasada en reunión con esta Comisión- avanzar en la búsqueda de corresponsalías bancarias (particularmente los Estados Unidos) para que todos los bancos tengan ruta de salida a sus dólares en bóveda, acumulados”.
“Evidentemente la propuesta de plataforma tecnológica que garantice certezas de que pudieran ser perfectamente identificadas todas las operaciones de clientes, personas morales y de las actividades con dólares –agregó-, me parece válida, y considerar también la otra propuesta del Gobernador del Banco de México: ‘Respaldos financieros’ (de carácter provisional) para resolver alguna problemática urgente en la que pudieran encontrarse los bancos”.
Lo que es inadmisible, concluyó, es concentrar el riesgo y la responsabilidad en Banxico… obligarlo a comprar todas las monedas extranjeras acumuladas en nuestro territorio pone en riesgo al país y a su sistema financiero, además de que limita la acción y lesiona la autonomía del Banco.
