Imagogenia
@mar_naa
La gasolina, es un tema ciertamente delicado que requiere de mucho estudio pues aborda varias esferas sociales, especialmente para México, aunque afecta principalmente las esferas económica, de transporte y ambiental. Por lo mismo, el hacer promesas de campaña entorno a este concepto es sumamente delicado, y de no cumplir con dichos compromisos la imagen del político en cuestión puede verse fuertemente afectada, ya que muchos de nosotros vemos el tema reflejado directamente en nuestros bolsillos pues, por ejemplo, si hace unos años el tanque de gasolina se llenaba con 600 o 700 pesos, ahora mínimo son mil pesos.
El caso de la imagen del presidente, Andrés Manuel López Obrador no es excepción y es por esto que ha buscado justificar el precio de la gasolina de mil y un maneras -recordemos que él prometió en campaña bajar el precio de la gasolina a 10 pesos el litro y actualmente está, en promedio, en 22.59-. Vaya, si somos brutalmente honestos, se requerirían de muchísimos subsidios para lograr la promesa que hizo en ese momento y ciertamente el gobierno no está para otorgarlos, sin embargo con las maniobras que realizó al inicio de su administración, si esas que nos dejaron unos meses sin el flujo habitual de este líquido, uno esperaría, mínimo, un decremento en el costo de unos cuantos pesos; sin embargo, no es así. ¡Ah! Pero el presidente presume que en México la gasolina está más barata que en otros países como Estados Unidos, donde su costo es, en promedio, de poco más de 100 pesos el litro, y que esto es gracias a la rehabilitación de las refinerías como la de Minatitlán, en Veracruz.
Y bueno, sobre ese mismo tenor, ahora busca darle vuelo a su otro magno proyecto -que va de la mano del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya- la refinería “Olmeca”, la cual está ubicada en el Puerto de Dos Bocas, Tabasco de la que se dio a conocer la “primera etapa de construcción”a través de un video y un recorrido de las instalaciones por parte del presidente, que para muchos internautas dejó mucho que desear con respecto de cuándo sería factible su operación; y es que si bien el comunicado sobre el tema se encabeza “Presidente AMLO inaugura Refinería Dos Bocas “Olmeca”…” siendo sinceros la obra es una que se presenta a medias, tal y como sucedió con el AIFA que a la fecha le sigue dando dolores de cabeza y que, sin duda, no aporta a su imagen; por lo que habría sido preferible decir que fue sólo un recorrido para informar sobre los avances y que la inauguración se dará próximamente.
La realidad es que el proyecto en esencia ha sido más caro de lo esperado, pues aunque en la zona donde se ubica se produce el 80 por ciento del crudo en México, y su objetivo es reducir la dependencia energética del país, en aras de alcanzar la autosuficiencia en la producción de gasolinas y diésel para ofrecer mejores precios; lo cierto, es que en el entorno digital muchos no justifican el costo económico y ambiental del proyecto pues consideran que el enfoque debería estar en las energías limpias y renovables aunado a que, los analistas de la industria opinan que el negocio de las refinerías es uno difícil que ya no resulta atractivo a los inversionistas.
AMLO, deja en claro, una vez más, que viene de una vieja escuela y que algunas de sus ideas no están acordes a las necesidades y visiones actuales pues las energías renovables y limpias son el futuro, y México, sin duda, tiene mucho que ofrecer al respecto; y a su vez, que una decisión política -por no decir, de capricho- le está saliendo más caro de lo esperado, económica y políticamente hablando.
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