México entró este domingo en la recta final de campaña de la inédita y polémica consulta popular del 1 de agosto sobre enjuiciar a los expresidentes del país por corrupción y otros delitos, cuyos impulsores tienen el enorme reto de lograr una participación del 40 % para que sea vinculante.
«La mayoría de la gente es receptiva y está dispuesta a participar en esta consulta con todo el ánimo. Algunos dicen que los metan a la cárcel, que devuelvan todo lo robado, que paguen», comentó a Efe Narciso Monsiváis, ciudadano que promueve el referendo en el norte de Ciudad de México.