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Quito busca contener contagio de coronavirus con carpas médicas y brigadas en barrios

QUITO, 28 jul (Reuters) – Las autoridades de la capital de Ecuador están desplegando nuevos centros móviles sanitarios para aumentar las pruebas de COVID-19, en busca de aliviar la presión “crítica” sobre el sistema de salud pública que está siendo nuevamente desafiado por un explosivo aumento en los casos.

Quito se ha convertido en el nuevo epicentro de los contagios de COVID-19 de Ecuador y recientemente el número de casos superó a los de Guayaquil, la segunda ciudad más grande del país, que en marzo y abril sufrió uno de los peores brotes de América Latina.

La capital andina ahora tiene 12.747 casos -898 más que Guayaquil- del total de algo más de 82.000 contagios a nivel nacional, según las cifras del Gobierno. Más de 600 personas han muerto en Quito de un total de 5.584 fallecimientos relacionados con la enfermedad en todo el país.

“Los casos son muchos. Está en crecimiento la curva y la idea es detener esta expansión del virus”, dijo Martha Gordón, coordinadora de atención ambulatoria del Municipio de Quito, que instaló unos 21 puntos de atención a lo largo de la ciudad.

El Gobierno reconoció que Quito “vive una situación crítica” ya que las unidades de cuidados intensivos y las camas de hospitalización han alcanzado su capacidad total.

Las autoridades están adaptando diversos edificios para atender a cientos de pacientes, en un intento por evitar lo que sucedió en Guayaquil cuando muchas víctimas murieron en sus hogares debido a la falta de camas en los hospitales públicos.

En varias escuelas distribuidas en los distritos críticos se instalaron carpas para realizar un triaje a la población con síntomas asociados al COVID-19, mientras que en centros culturales y un coliseo cerrado se ausculta pacientes para decidir su nivel de gravedad.

Brigadas médicas enviadas por el Ministerio de Salud también recorren los barrios con altas tasas de infección para aplicar pruebas de detección del COVID-19 y así tener una alerta temprana para reaccionar ante la expansión del virus.

“Lo que está pasando en Quito y en otras ciudades es un contagio pausado, un contagio que nosotros podemos, contando con infraestructura sanitaria, controlar”, dijo el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, al canal público.

“La primera experiencia de Guayaquil fue dolorosa, pero nos sirvió (…) para mejorar la capacidad de infraestructura y personal”, agregó.

El nivel de contagio en Quito ha sido proporcional al incumplimiento por parte de la población de medidas de bioseguridad y un toque de queda nocturno que aún rige en la ciudad, según los organismos de seguridad.

Desde hace varios días cientos de militares y policías recorren las calles de Quito para realizar controles, pero la presencia de los uniformados no ha podido disminuir la gran cantidad de vendedores informales, grandes aglomeraciones en los espacios públicos y cientos de fiestas clandestinas.

Escrito por Alexandra Valencia. Editado por Javier Leira