La frase que he tomado como título del presente escrito, es una copia de la expresada por Marcus Tullius Cicerón (106 a.C.- 43 a.C.), el 8 de noviembre del 63 a.C., en su primera Catilinaria, frase que, en realidad, era: ‘¿Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?’ (¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?), y que, tras las declaraciones de ayer de Oriol Junqueras, he adaptado a ERC, como explico seguidamente.
(*) Lucio Sergio Catilina (108 a.C. – 62 a.C.) senador romano de la facción de los Populares, que protagonizó la conjuración que lleva su nombre.
Oriol Junqueras, presidente de ERC, en una entrevista realizada ayer por Ferran Casas y Carme Rocamora (*), a la pregunta final sobre un deseo, respondió: ‘Que ERC acabe el trabajo sin depender de ‘egoístas’, en referencia a Junts, o de ‘irresponsables’, en referencia al PSC. Equidistancia para abrir juego’
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Efectivamente, el contexto histórico y el actual no tienen ningún parecido, pero me parece que hay un denominador común, ya que Cicerón criticó la conjura preparada por Catilina, criticándole que buscaba el poder absoluto, y ahora, Junqueras atribuye esa pretendida característica, metafóricamente, en el ámbito independentista, a Carles Puigdemont.
En la filosofía psicoanalítica, la proyección es un mecanismo de defensa (y, por definición inconsciente), por el cual el sujeto atribuye a los otros las propias virtudes, defectos, carencias, etc., ya que así, descarga sus sentimientos, consiguiendo una cierta tranquilidad.
Y proyectar a los partidos contrarios el egoísmo y la responsabilidad, realmente refleja un pensamiento carente de la precisa objetividad y, por lo tanto, alejado de la realidad; pues, en ningún aspecto o problema, hay buenos/malos, blanco/negro, sino que hay muchos matices intermedios, toda una gama de grises.
Esa forma de proceder es subjetivamente comprensible, pero, no lo es, en una persona que alardea de su currículum académico de historiador, pues esta actividad exige la mayor objetividad posible; y es menos aceptable, todavía, en personas como Oriol Junqueras, que siempre habla desde el púlpito, dando clases de moralidad.
Y en ese aspecto, considerar egoístas a Junts, por haber abandonado el gobierno de la Generalitat, muestra una miopía interesada, ya que, la militancia de Junts decidió abandonar el ejecutivo, los días 6 y 7 de octubre del 2022, tras el fulminante y unilateral cese del vicepresidente del gobierno, Jordi Puigneró i Ferrer, tras un conflicto entre Junts y ERC.
Realmente, la potestad de todo jefe de gobierno para nombrar o destituir un miembro del ejecutivo es total; pero, cuando se trata de un gobierno de coalición, se requieren ciertos equilibrios y negociaciones previas, y, en esa destitución, no las hubo. Por eso, me parece apropiada la frase de Cicerón, que bien podría arrogarse Junts: ¿Quosque tandem abutere, ERC, patentia nostra? (¿Hasta cuándo abusarás, ERC, de nuestra paciencia?)
Hoy hemos visto la película ‘Los niños de Winton’ (One Life), dirigida en 2023 por James Hawes, que narra la vida de Nicholas Winton (1909 – 2015) que, de joven, en 1938, siendo agente de bolsa en Londres, decide poner en práctica sus ideales socialistas y filantrópicos, por lo que pasó a colaborar con el Comité Británico para los refugiados de la antigua Checoslovaquia, amenazados por Hitler.
Así, logró llevar a Londres a 669 niños y niñas, salvándoles del hambre, la miseria, las desgracias y … la muerte en los campos de concentración (en el holocausto los nazis mataron a miles de niños judíos). A tal fin, organizó 8 expediciones en tren, tras superar los consiguientes requisitos burocráticos, el noveno tren, el que llevaba el grupo más numeroso, de 250 niños, no consiguió partir, ya que Hitler, en marzo del 1939 invadió Polonia.
Por lo que se explica, Winton vivió toda la vida atormentado por los niños que no había logrado salvar, en especial los del último tren que había organizado.
En la película muestra, asimismo, un hito de la televisión británica, ya que, gracias a un programa de divulgación y entretenimiento (That’s Life), realizado en 1988, se hizo pública la proeza de Winton, y consiguió reunir a buena parte de los niños y niñas, ya mayores, explicando que, gracias a haber salvado a aquellos 669 niños, en la década de los 90 había más de 6000 descendientes con vida, entre ellos Karel Reisz (1926 – 2002), director de cine autor de películas como ‘Isadora’ (1968), ‘La mujer del teniente francés’ (1981), etc.
En la película un rabino, en diferentes ocasiones, dice que según el Talmud ‘quien salva una vida, salva al universo entero’ y ‘nunca empieces lo que no vas a acabar’
Esta segunda frase, de entrada, me parece un tanto limitativa y conservadora, pero, a la vez, estimulante, ya que exige una implicación total, especialmente, pensando en personas que presentan el ‘síndrome de las mil ideas’ que nunca acaban, por incapacidad para abordarlas todas simultáneamente, por miedo al fracaso, falta de tiempo, etc.
Y, aplicando esos pensamientos a la política catalana actual, me parece que Oriol Junqueras bien podría considerar la oportunidad de apoyar la actividad de Carles Puigdemont, como president legítimo, destituido de forma alegal e inmoral. Y, asimismo, ERC (igual que Junts) deberían acabar lo que empezaron en el 2017, con el gobierno de coalición (Puigdemont de president y Junqueras de vicepresident)
Y para ello, deberían / deberíamos trabajar todos juntos, unidos, sin caer en falacias como la de la regla del 20/80, que recomienda que debemos centrarnos para que el 20% de nuestra actividad y de nuestras acciones, aporten el 80% de los resultados visibles.
Todos los independentistas deberíamos ser prácticos y centrar nuestras actividades, atendiendo a los siguientes principios:
- Tener claro el objetivo y la estrategia para alcanzar la independencia.
- No permitir distracciones partidistas ni de la oposición.
- Centrarnos en una tarea / acción, cada vez.
- Recompensarnos por cada logro, por pequeña que sea cada acción.
- Trabajar a diario o con una regularidad definida y adecuada.
- No ser demasiado críticos ni demasiado laxos con nosotros mismos.
- No ser perfeccionistas, ya que la perfección no existe.
- Fijarnos plazos progresivos y realistas para cada acción.
- Fijar fechas de finalización para cada actividad, así como para conseguir la meta final.
Sólo trabajando juntos, de forma sincera y abierta, evitaremos los reproches, y dejaremos de preguntarnos ¿hasta cuándo el otro abusará de nuestra paciencia?, y así, superaremos más fácilmente nuestros miedos, ansiedades, incapacidades, confusiones, etc., pues, como dice el refrán, ‘la unión hace la fuerza’ (como recomendaron Homero (s. VIII a.C.) en su Odisea, y Esopo (s. VII a.C.) en muchas de sus fábulas, y, en la actualidad, como lema de muchos países: la República Holandesa, Bélgica, Bolivia, etc.)
Y en este momento, deberíamos seguir el lema de los ‘Tres Mosqueteros’, escrita por Alejandro Dumas en 1844: ‘Uno para todos y todos para uno’, y ese uno, hoy por hoy, es Carles Puigdemont, el president legítimo en 2017.