· ANPEC se solidariza con las personas damnificadas por el huracán John en Acapulco y por el huracán Helene en la península de Yucatán.
· Es necesario contar con un presupuesto que se acumule y reserve específicamente para atender los daños causados por desastres naturales.
· Hacemos un llamado a que se decrete la refundación del puerto para que resurja con el mayor espíritu de modernidad que se tenga al alcance.
Ciudad de México a 30 de septiembre de 2024.- El sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha resultado ser un periodo golpeado fuertemente por la naturaleza. Ahora mismo la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) se une a la profunda pena que embarga a las personas damnificadas por el paso del huracán John en Acapulco y del huracán Helene en la península de Yucatán. En estos momentos difíciles extendemos nuestra solidaridad y apoyo a muchos compañeros pequeños comerciantes que se la están viendo complicado, ya que además que sus hogares han resultado severamente dañados, han perdido muchas mercancías de sus negocios, sustento de sus familias. Les deseamos una pronta recuperación.
“Al respecto, es necesario traer a colación el Fondo de Desastres Naturales (FONDEM), creado en 1985 con el objetivo de contar con un acumulado de recursos económicos que aseguraban una rápida y efectiva respuesta para la atención de emergencias y la reconstrucción de áreas afectadas por desastres naturales, y que en el 2020 fuera cancelado y sustituido por un enfoque basado en atender las emergencias haciendo uso sólo de recursos del presupuesto del gasto corriente, dejando a los damnificados en apuros, en una suerte de indefensión contra el tiempo, pues esta nueva manera de atender las desgracias fomenta que la ayuda del gobierno sea insuficiente y no expedita”, declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Como muestra un botón, Acapulco, la perla del Pacífico, uno de los más icónicos puntos turísticos de nuestro país, ha recibido candela, siendo duramente azotado en el último año por huracanes y fuertes lluvias. En octubre del 2023 fue golpeado por el huracán más destructor y agresivo en la historia del puerto, Otis, que barrió con miles de hogares, negocios, hoteles, etc., y afectó todo el mapa urbano de esta hermosa y bulliciosa ciudad, dejándola destruida.
Desde entonces Acapulco no ha logrado restablecerse. La mayoría de los hoteles siguen sin funcionar y, puesto que ahí se vive del turismo, ello se convierte en un indicador claro sobre el nivel de afectación que aún se vive. Así las cosas y la naturaleza lo vuelve a atacar, ahora con el huracán John, que les mantiene desde hace días prácticamente bajo el agua. Los recursos, dinero, trabajo y esfuerzo que se van a requerir para poner de pie al puerto de Acapulco son infinitos, pero se va a exigir aún más de la voluntad política del gobierno para, sin cortapisas, plantear una estrategia que dé cuenta de una verdadera refundación del puerto.
“Dirían los japoneses: las grandes crisis son en realidad áreas de oportunidad. Qué mejor oportunidad para la doctora Claudia Sheinbaum, presidenta de México, que arrancará su primer día de gobierno visitando Acapulco para darse cuenta de la magnitud de la desgracia. Resultará indudablemente necesario anunciar la refundación de Acapulco y recuperar una política de estado de prevención ante los desastres naturales. Nuestro país debe contar con un presupuesto que se acumule y reserve específicamente para atender estas enormes calamidades, así como pólizas de seguros confiables que permitan responder las graves emergencias que la naturaleza nos plantee”, planteó Rivera.
No podemos darnos el lujo de prescindir de ese fondo y esos seguros, pues ha quedado demostrado que del presupuesto corriente no puede ser atendida la magnitud de estos problemas en el tiempo humanamente necesario, que es el menor tiempo posible.
Gran reto le ha plateado la naturaleza al gobierno entrante. Podría decirse que arranca con el pie izquierdo, pero es una valiosísima oportunidad para asestar el cambio necesario para mejorar la seguridad y la calidad de vida de los mexicanos, demostrar de qué está hecha la futura presidenta y transformar ese arranque pisando con el pie derecho.
Hacemos un llamado a no declarar Acapulco en estado de emergencia, que se decrete la refundación del puerto, que resurja el Acapulco del siglo XXI con el mayor espíritu de modernidad que se tenga al alcance. México lo merece y los acapulqueños más.
Algunos de los desastres naturales más destacados del sexenio saliente incluyen:
1. Terremoto en Oaxaca (2021): Un sismo de magnitud 7.1 se registró en junio de 2021, causando daños significativos en algunas comunidades. Pérdidas humanas: Al menos 11. Damnificados: Aproximadamente 5,000 personas. Pérdidas económicas: Superaron los 1,000 millones de pesos.
2. Huracán Grace (2021): Este huracán afectó principalmente a los estados de Veracruz y Puebla, causando inundaciones y deslizamientos de tierra. Pérdidas humanas: Al menos 11. Damnificados: Aproximadamente 50,000 personas. Pérdidas económicas: Superaron los 2,000 millones de pesos.
3. Huracán Delta (2020): Impactó la Península de Yucatán, causando daños en la infraestructura y evacuaciones en varias localidades. Pérdidas humanas: Al menos 6. Damnificados: Aproximadamente 40,000 personas. Pérdidas económicas: Ascendieron a más de 2,000 millones de pesos.
4. Inundaciones en diversas regiones (2021-2022): Durante los ciclos de lluvias intensas, se registraron inundaciones en varios estados como Tabasco y Chiapas. Pérdidas humanas: Al menos 12. Damnificados: Aproximadamente 85,000 personas. Pérdidas económicas: Superaron los 2,500 millones de pesos.
5. Huracán Otis (2023): Otis tocó tierra el 25 de octubre de 2023 en la costa de Guerrero, cerca de Acapulco, lo que resultó en inundaciones y devastación en Acapulco y áreas circundantes. Pérdidas humanas: Al menos 48 muertes. Damnificados: Aproximadamente 580,000 personas. Pérdidas económicas: Superan los 15,000 millones de pesos.
6. Huracán John (2024): El paso del huracán John por los Estados de Guerrero y Oaxaca trajo como consecuencia cuatro días de lluvias. Pérdidas humanas: Al menos 20 muertes. Damnificados y pérdidas económicas: aún por calcular, ya quemuchas personas permanecen atrapadas en sus casas debido a las inundaciones.
Lamentablemente los desastres naturales no pararán y seguirán vulnerándonos, dejando sus huellas de dolor entre nosotros, por lo que estamos más que emplazados a estar preparados debidamente con recursos financieros, a tener protocolos efectivos de protección civil y a fortalecer una cultura de prevención que nos permita anticiparnos a la llegada de los fenómenos naturales. Esta es una asignatura más a la larga lista de tareas por resolver del gobierno entrante.
#RefundemosAcapulco
#ApoyoInmediatoALosDamnificados