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Para que se de un verdadero debate, ha de haber una controversia, pues, en caso contrario, no dejan de ser debates a la búlgara, es decir, debates cerrados, en los que el candidato gana por un escandaloso 100% de los votos, o el 99,99%, y eso es por la disciplina de voto, como trato a continuación.
La referencia ‘a la búlgara’ se originó en los congresos del partido comunista Búlgaro, entre los años 60 y 70, en los que siempre fue elegido por mayoría aplastante Tòdor Hrístov Jívkov (Zhikov, 1911 – 1998) que dirigió ese partido entre los años 1954 y 1989.
Pero no tenemos que ir tan lejos, en el referéndum organizado por el ministro de información y turismo, Manuel Fraga Iribarne (1922 – 2012) en 1966, para aprobar la ley orgánica del estado, y como explica Paul Preston (n. 1946) en su libro ‘Franco, Caudillo de España’ (1994), ‘en algunos lugares la eficacia y el entusiasmo de los funcionarios hicieron que Franco obtuviera el voto del 120% del electorado local’.
Como podemos ver, en realidad, ‘Spain is different, ni mejor ni peor, Spain es un destino exótico’, como dijo el mencionado franquista Fraga, en la campaña publicitaria orquestada en 1960.
Está claro que en el corrupto reino español predomina la fagotrofia (*), que es el comportamiento de las células y organismos que obtienen los nutrientes por ingestión de organismos enteros o partes sólidas de ellos.
(*) se opone a la osmotrofia, que obtiene los nutrientes por absorción osmótica de sustancias disueltas.
Pues bien, este fin de semana el PSOE está realizando su 41 congreso federal, que está súper blindado, entorno al candidato único, Pedro Sánchez, y con los temas cruciales sobre la presunta corrupción, al margen del debate. Y, para evitar controversias, el tema de la financiación singular de Catalunya no está tampoco recogida explícitamente en las ponencias, para evitar un tema tan caliente, por lo que se limitará a objetivos descafeinados, como la mejora generalizada de la financiación, el mantenimiento de la solidaridad entre autonomías, etc.
Si este proceder se siguiese en países como Venezuela, las críticas del estado español, y de sus partidos sistémicos, serían muy duras. Pero, ya lo dice el refranero: ‘de ser tuyas a ser mías, ¿cuántas me comería?
Hoy también se efectúa el 30 congreso nacional de ERC, para elegir al nuevo presidente y secretario general; y, como recordará el lector, en un escrito de hace unos días comenté que se habían presentado 3 candidaturas.
Pues bien, siguiendo con el confusionismo y falta de trasparencia, el candidato Oriol Junqueras, ha seguido ocultando qué votó en el referéndum sobre el pacto de investir al represor Illa.
Junqueras, con su verborrea ‘cantinflanesca’, ‘justifica’ que no lo dice, para no dividir el partido; y eso es retorcer la lógica de la necesidad de ‘luz y taquígrafos’, tan necesaria. Pues es evidente que una decisión tan importante como ésta, no puede ni debe ocultarse a los 8.030 militantes que votarán hoy, y que deberían conocer con exactitud, qué perfil, qué estrategia es la seguida por el candidato Oriol Junqueras. Pues, querer que le voten, sin más, es confiar en su carácter mesiánico inapelable, que impondrá su voluntad a todos con su mano de hierro, como ha hecho durante los 13 años que ha ejercido la presidencia del partido, retorciendo sus propios estatutos, argumentando que estuvo casi 4 años en prisión, y no pudo ejercer sus funciones.
Y siguiendo a su maestro, el también ‘cantinflanesco’ Joan Tardà, ex portavoz de ERC en el congreso de diputados, en una entrevista realizada ayer, dijo las siguientes paridas:
‘ERC debería dejar de ser exclusivamente independentista, si bien, en el partido, ese es un debate minoritario que Junqueras lo ve diferente, pero que él era del parecer que república catalana e independencia no eran conceptos antagónicos, pero tampoco habían de ser idénticos, y este es un debate propio de la Catalunya del 2030, para ver cómo nos convertimos en el depósito de todos los soberanismos y apelamos a la mayoría de catalanes que no han crecido en las coordenadas del catalanismo político, pero comparten ideas’
(Vilaweb, 29 nov. 2024)
A estas alturas hacer este tipo de planteamientos, es no haber entendido nada del pensamiento de Julià de Jòdar, que transcribí hace unos días. Además, parece que tiene in mente a las extintas repúblicas socialistas soviéticas, 15 repúblicas, de las que ahora algunas persisten en el sistema, como países ‘independientes’ (una independencia que solo tiene el nombre, pues Bielorrusia, Azerbaiyán, etc., pues están sometidas y subordinadas a los deseos del ‘gran’ Vladimir Putin)
Me parece claro que Oriol Junqueras y Joan Tardà, son representantes de ‘Las peores izquierdas que puede tener un país, ya que son unas izquierdas hipócritas’ (como apuntó el citado Julià de Jòdar)
Volviendo a la idea inicial de la necesidad de unos debates realmente críticos y transparentes, todos los partidos políticos (y los gobiernos) deberían aplicarse la mencionada ‘regla del décimo hombre’, que es una táctica del sentido común que indica que siempre que nueve personas están de acuerdo en que algo es cierto, debe incorporarse una décima persona, para defender las tesis contrarias (al margen de que ésta, personalmente también esté de acuerdo con las otras nueve). Sólo así se puede estar preparado ante nuevas eventualidades o tesis improbables.
Los que acumulamos ya muchos años, recordamos la película ‘Doce hombres sin piedad’ (12 Angry Men), dirigida en 1957 por Sidney Lumet (1924 – 2011), basada en la obra teatral escrita por Reginald Rose (1920 – 2002), que muestra la valentía y honradez de un miembro del jurado, que analiza las pruebas de forma pormenorizada y con diferentes perspectivas, lo que le hace votar en contra del voto unánime de los otros 11; y tras las discusiones, por la incomodidad, la superación de los prejuicios y estereotipos, al final, acaba consiguiendo que los otros miembros se replanteen su dictamen de culpabilidad.
Los gobiernos, partidos, empresas, etc., deberían tener ese ‘Pepito Grillo’. Qué diferente hubiera sido el resultado de la gota fría (DANA) en las tierras valencianas, si años atrás, se hubieran replanteado todos los protocolos, estudiando hipótesis de fallos y errores en cada una de las fases y puntos neurálgicos del sistema.
Ya sé que, en los congresos de los partidos, la inclusión de esa figura sería complicado; pero, en realidad, esa figura debería ser la inclusión de todos los temas calientes (no dejando al margen el tema de la presunta corrupción, como hace el PSOE), pues, así, todos los militantes podrían expresarse al respecto.
Pero ese proceso de transparencia democrática es laborioso, y puede poner en apuros a los candidatos mesiánicos, como Sánchez y Junqueras; y está claro que es más cómodo el sistema del control férreo, a la Búlgara.
Por eso, el sistema imperante, es el que expresa la siguiente fábula:
‘Un político en campaña electoral muere trágicamente y San Pedro le ofrece pasar un día entero en el infierno y otro en el paraíso, para que después elija dónde quiere quedarse para toda la eternidad.
En el infierno lo pasa de maravilla, porque es un enorme campo verde en el que hay hermosas mujeres, comida gourmet y un diablo que cuenta chistes divertidos y baila de lo lindo.
En el paraíso también lo pasa bien, saltando de una nube a otra y tocando el arpa.
Elije, pues, el infierno. Pero, cuando San Pedro lo lleva hasta el fondo de ese abismo, las cosas no son como le habían mostrado, y aquel campo verde es, en realidad, un depósito de basura y sus amigos que antes disfrutaban con champán y jugaban al golf, estaban hechos una miseria entre desechos.
No entiendo, dice el político contrariado, no es lo que me habían mostrado. Y el diablo, el verdadero, sonríe: ‘ayer estábamos en campaña. Hoy … ya votaste por nosotros’.
(https://search.app/MrBjG93zfJmnNMpi7)
En definitiva, si tuviéramos unos gobiernos, políticos, empresarios, etc., éticos y morales, actuarían de forma sincera, transparente y crítica, evitando todo tipo de manipulación; pero eso sí que es una utopía, una quimera. Y, por ello, sólo nos queda espabilarnos por nuestra cuenta, informarnos bien, y no dejarnos engañar, pues, como el diablo en la parábola anterior, una vez les hemos votado, hemos perdido nuestra fuerza, ya que no hay sistemas de contrapeso, por lo que, los falsos gurús, una vez obtenido nuestro voto, lo utilizarán a su mera conveniencia, sin el menor pudor.