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Todos sabemos que generalmente, es más importante el relato que se haga de un hecho, que el propio hecho en sí mismo; a su vez, es fundamental el control de los medios de comunicación, y esto es más fácil si se ostenta el poder, pues siempre se ha dicho que ‘la historia la escriben los vencedores’ (George Orwell, 1903-1950)
Ahora bien, gracias a los medios independientes, a las redes sociales, etc., no es tan fácil que puedan imponernos una lectura ‘oficial’, pero no debemos olvidar que una gran mayoría de la población, distanciada de esos medios ‘más modernos’, por edad, medios económicos, etc., no tienen acceso a las lecturas alternativas de los ‘vencidos’, y a esa población es a la que destinan los discursos oficiales.
Este proceso es circular, ya que el poder establece su relato y lo divulga a diestro y siniestro. Así el proceso es confirmatorio en sí mismo, pues funciona como ‘la profecía auto-cumplida’ o como el efecto de Pigmalión.
Y esos fenómenos los podemos observar en el ‘show’, en el espectáculo que nos están mostrando estos días nuestros políticos independentistas, en el que ERC ha sacado el ‘cristo mayor’, al ‘gran gurú’, Oriol Junqueras, para adoctrinar a su personal, diciendo:
‘Que el gobierno de la Generalitat cumple el acuerdo de investidura, y pide a Junts que continúe en el ejecutivo con lealtad al president Aragonès (asimismo) ha señalado a Junts como responsable de la crisis de gobierno. ‘Han estado desleales cuando han pedido al president que se sometiera a una cuestión de confianza. Está fuera de toda lógica en un gobierno de coalición’, ha dicho en una entrevista a Catalunya Radio. Asimismo, ha querido limitar la crisis a un asunto interno de Junts y ha descartado un avanzar las elecciones. Sobre un posible gobierno en solitario, el dirigente de ERC ha dicho que su partido estaba preparado para asumir cualquier situación.
(…) De todas maneras, ha expresado su perplejidad porque Junts no tenga las mismas dudas internas respecto al pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona. ‘Nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo con el PSOE. Las votaciones conjuntas en Madrid son prácticamente las mismas que Junts’
(…) Sobre el incumplimiento del acuerdo de gobierno que Junts alega para proponer la cuestión de confianza, Junqueras considera que el pacto se cumple plenamente. De todas maneras, ha lamentado que Junts señale tres puntos en concreto -coordinación estratégica del independentismo, coordinación en Madrid y una alternativa a la mesa de diálogo – que cree que no tienen nada que ver con el día a día del gobierno’
(Vilaweb, 30 de setiembre)
Evidentemente, Junqueras nos quiere catequizar (nunca mejor dicho, en su caso) con su lectura monocolor acrítica, con mentiras y erróneas interpretaciones, pues realmente, el gobierno de Pere Aragonès ha incumplido sistemáticamente los acuerdos de investidura, como mostró en su momento la CUP, al no apoyar los presupuestos (lo que le valió a Aragonès, para ‘olvidarse’ de la moción de confianza acordada a mediados de mandato), y no avanzando hacia la independencia, pues la mal llamada mesa de diálogo y ahora con la propuesta de ley de claridad, lo único que hace es tirar la pelota hacia adelante, y que vayan pasando los años.
Asimismo, decir que ERC no ha llegado a ningún acuerdo con el PSOE, quizás sea cierto, pero la realidad nos muestra que quizás no haya un acuerdo ‘formal’, pero nos ha venido demostrando que siempre han apoyado las principales leyes propuestas por el gobierno de Pedro Sánchez. Y decir que ‘prácticamente’ han votado igual que Junts, es una válvula de escape, para no reconocer, precisamente, las notables diferencias efectivas.
Y quejarse de que los acuerdos de investidura no tienen nada que ver con el gobierno de cada día, es una burda pantalla, ya que, precisamente, la crítica de Junts se efectuó en el plenario de política general; así que, si ni en ese momento se pueden pedir explicaciones, ya nos dirá Junqueras cuando se pueden pedir.
Respecto a la pérdida de confianza, aludida por Aragonès, cabría recordarle las traiciones históricas, como:
- la reunión secreta de Oriol Junqueras (siendo vicepresidente de la Generalitat) con Pedro Sánchez, en un hotel de Barcelona, a espaldas del president Carles Puigdemont (el 15 de marzo del 2016), desmentida hasta que la prensa la hizo pública, ante la sorpresa del President.
- las ‘155 monedas de plata’ de un tuit de Gabriel Rufián (ERC), el 26 de octubre del 2017, a Carles Puigdemont.
- la suspensión del pleno de investidura del 30 de enero del 2018, por parte del president del Parlament, Roger Torrent (ERC), el 30 de enero del 2018, poniendo fin a la restitución del president Carles Puigdemont; actuando, de ese modo, como el ‘brazo tonto’ del estado más corrupto.
- igualmente, no permitir que prosperase la candidatura de Jordi Turull (marzo 2018), por el mismo temor de Torrent y de todo el partido de ERC, para no enfrentarse al gobierno central y a su ‘injusticia’ manifiesta.
- las dificultades originadas por ERC durante toda la presidencia de Quim Torra (17 de mayo del 2018 al 28 de setiembre del 2020) y, privándole, finalmente su apoyo al ser inhabilitado por un juicio farsa, por una pancarta pidiendo la libertad de los presos políticos. En ese proceso, fue vergonzosa la forma de Torrent, quitándole su participación en el Parlament.
- el voto, con los partidos del 155, para destituir a la presidenta del Parlament (Laura Borràs), de Junts, el pasado 28 de julio, asumiendo, con anterioridad al juicio, las culpas declaradas por la fiscalía; y, obviando la presunción de inocencia.
- y ahora el cese del vicepresidente (Jordi Puigneró), de Junts, como represalia por la petición de la moción de confianza. Esa es la ‘muestrita’ de poder de Aragonès, pues no se atrevió a cesar a todos los consellers de Junts (ERC querría que marcharan, pero no quieren asumir el riesgo electoral de romper la baraja)
- y todo esto, sin contar las múltiples críticas a Carles Puigdemont, y al Consell de la República; todas ellas vergonzantes e interesadas, entre ellas, las efectuadas por Marta Rovira.
Es evidente que Junts tampoco es el ángel de la guardia del independentismo, siempre han ido a remolque. Y han mostrado, asimismo, una falta de ética, al no rehabilitar al exdiputado Eduard Pujol (que presentó la renuncia en octubre del 2020, imputado por acoso sexual; si bien la justicia finalmente le absolvió, al mostrar que todo había sido un montaje); otro tema que esperamos que nos aclaren, es la dimisión y abandono de la política activa por parte de la diputada y regidora Elsa Artadi, el pasado 6 de mayo, ‘por razones personales’, cuando en enero de ese mismo año había sido proclamada precandidata por Junts para la alcaldía de Barcelona; etc.
Asimismo, Junts se ha venido mostrando carente de una hoja de ruta para la independencia, pues una cosa es hablar, y otra actuar; el temor no es patrimonio de ERC y la CUP. En la pasada Diada (11 de setiembre) apoyaron la propuesta de la ANC, de efectuar una candidatura cívica; pero eso no deja de ser una mera farsa, para aprovechar el momento, ya que esa lista, precisamente, comportaría la desaparición de Junts, no de ERC, que se desmarcó.
Y vemos que ese oportunismo de Junts, lo aprovechan también ahora, ya que no quieren ‘bajarse los pantalones’ antes de la manifestación de mañana (quinto aniversario del referéndum), pues temen oír las críticas que, con toda seguridad, les haríamos. Y, claro, mañana se moverán como los ‘puros’ y, pasado mañana, ya se bajarán los pantalones, pues no quieren perder las actuales poltronas en el gobierno de la Generalitat, con los 150 puestos de ‘trabajo’ derivados (según se dice), entre directores, subdirectores, asesores, etc.; todos ellos muy bien retribuidos, claro, y con infinidad de contactos en diferentes esferas de poder, máxime cuando ese ‘poder’ de influencia será determinante en las próximas elecciones municipales (mayo 2023)
Como vemos, la condición humana es muy compleja, máxime cuando hay importantes cuotas de poder por medio. Todo son luchas cainitas.
Olvidando que precisamente Caín, según la Biblia, fue la primera persona nacida (no creada), y que el ‘culpable’ fue Jahvé, por preferir la ofrenda de Abel, es decir, por mostrar su preferencia por la ofrenda sangrienta (un animal) de Abel a los frutos de Caín, pues, siguiendo con esa leyenda, en ese momento ya se había producido la especialización de trabajo, Caín (agricultor) y Abel (ganadero). Todo es una pura farsa, claro. Y esperar la comprensión de Caín, siguiendo con esa farsa, escapa a toda lógica humana; como también el asesinato, por el que fue castigado, a pesar de no haber, todavía, ningún código ni reglas.
Pero este ejemplo me parece útil para efectuar un atrevido símil, e igualar a los ganaderos con ERC, que se creen los elegidos, por tener, ese partido, más de cien años de historia; y obviando y despreciando a los agricultores, es decir, a los que no son ganaderos, como ellos, a los que condenan al ostracismo por los siglos de los siglos; y esperan que su máximo representante, Puigdemont, siga vagando por la galaxia (eso sí, olvidando que Yahvé le había puesto una marca para que nadie le matara, o le infligiría un castigo siete veces mayor), pero, aún así, ERC no para de buscar ocasión para matarle políticamente, es decir, no pierden la ocasión de perder la ocasión de ofenderle y vilipendiarle.
En definitiva, y volviendo al escrito de ayer, la solución ha de salir del movimiento independentista de base, de la hoja de ruta que se vaya improvisando, pues llegará un momento, ‘el gran momentum: ímpetu, movimiento’, que saltará la chispa y seremos imparables; y los partidos políticos deberán ir a remolque, pero sin los personajes actuales, ya que los únicos que han mantenido su ética, son los cuatro que están exiliados en Bruselas, con Carles Puigdemont a la cabeza. Espero que la manifestación de mañana, convocada por primera vez por el Consell de la República, sea un gran éxito. Y si hay partidos políticos que se desmarcan, espero que queden marcados como lo fue Caín y, en su momento, encuentren a su Tubal