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Resiliencia de los independentistas catalanes

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

En un escrito anterior (‘El estado español, la Parca de Catalunya) me refería al estado depresivo de muchos de los independentistas catalanes que, sin dejar de ser independentistas ni críticos con el statu quo, se han ido quedando al sofá de casa, abandonando, por lo tanto, toda reivindicación, hasta que la coyuntura no cambie. Y esta es una situación muy comprensible, muy humana.

Asimismo, en otro escrito de unos días atrás (‘Independentismo catalán: entre realismo y realidad’), propuse determinadas acciones revolucionarias, democráticas y legales, que podríamos hacer sin más, sin ningún riesgo, y que a una buena parte de los que todavía nos seguimos manifestando, que, por ser mayoritariamente jubilados, no nos costaría ningún esfuerzo realizar y que, como comenté, serían efectivas.

Hecho este preámbulo, en este momento me parece interesante profundizar en los ‘problemas’ que vivimos los que seguimos manteniendo el espíritu reivindicativo a lo largo y ancho del país, en diferentes modalidades, formatos y frecuencias.

En primer lugar, es propio de todos los movimientos de base, asamblearios, que surjan problemas debido, precisamente, a la ausencia de liderazgo; lo que comporta la operativa práctica de pseudo liderazgos, que se traduce en una aparente obediencia de las respectivas asambleas; etc. Es evidente que la funcionalidad de la anarquía es utópica, aunque gritemos que ‘las calles serán siempre nuestras’, ‘nosotros mandamos, los gobiernos obedecen’, etc. La realidad es que es mucho más cómodo ser mandado. Este fenómeno está muy estudiado por la psicosociología de los conflictos de grupos y microgrupos.

Obviamente, la ilusión es un factor cohesionador, como vimos en el año 2017, que nos permitió la realización del referéndum de independencia, que ganamos, pues cualquier llamada de los líderes políticos y sociales, era seguida de forma muy mayoritaria. En cambio, en este momento, y como ya expliqué, ahora esa ilusión ha desaparecido, la represión que nos aplicaron y siguen aplicando nos ha bajado de las nubes, nos ha hecho aterrizar. Y el comportamiento de muchos de nuestros políticos, no ayudan, más bien al contrario, desmovilizan y potencian el estado depresivo mencionado. Por eso seguimos aferrándonos a unos pocos de ellos, especialmente los que están en el exilio, ya que el trabajo que vienen realizando ante diferentes estancias europeas, especialmente las judiciales, son nuestros únicos ‘salvavidas’.

Por todo ello debemos ser más resilientes, en concreto, en nuestras actividades, en nuestras actuaciones, en nuestras manifestaciones. No es conveniente que entre los pocos que seguimos discutamos. Las asambleas son, o deberían ser, el medio para solventar y aclarar los diferentes puntos de vista, de forma transparente y transversal.

La resiliencia (resistencia + flexibilidad) ‘es la capacidad de salir adelante y, además, usar las experiencias negativas para ello’, es decir, la protección bajo la presión, habilidad para resurgir de la adversidad. (No voy a extenderme al respecto, pues el tema da para mucho, como explicamos con mi amigo Palmer Viñas, libro ‘Análisis grafológico integral centrado en la resiliencia’, Edic. La Patumaire, 2016)

Es decir, sabemos que la pelota de tenis, por ejemplo, al chocar con la raqueta o el suelo, se aboya, pero, inmediatamente recupera su forma esférica inicial. Pero las personas, ante los problemas, nunca volvemos a ser idénticos al momento previo al choque (problema), ya que las experiencias, acumuladas positiva o negativamente, nos modifican, de una forma u otra.

Y volviendo a la situación de los independentistas catalanes que seguimos manifestándonos, y en concreto tras momentos de crisis, deberíamos ser capaces de asimilar, de forma positiva los hechos, para hacernos más fuertes.

Un compañero de la manifestación diaria en la avenida Meridiana de Barcelona me comentó, muy acertadamente, que el ejemplo vivido, era fruto del estrés, del síndrome de la trinchera; incluso hizo referencia a que este síndrome se reproducía históricamente, desde la guerra de Troya, en la que Aquiles ya planteó problemas entre las tropas griegas, según explicó Homero en su Odisea.

Efectivamente, buscando información al respecto, he encontrado una gran documentación sobre estudios realizados tras la primera y segunda Guerras Mundiales, la guerra de EUA en Vietnam; y, colateralmente, tras la pandemia del Covid, por el denominado ‘síndrome de la cabaña’; pero sería muy extenso profundizar en todo ello, si bien, lo aconsejo al lector que tenga un mínimo de interés, ya que me parece que todos podemos sacar excelentes conclusiones sobre el particular.

El nombre de Aquiles, en griego, es la combinación de äxoc akhos, dolor y pena junto con laóc laos, pueblo y tribu; y, paradójicamente, el ‘héroe de las penas’ junto a la visión convencional de ‘héroe del kleos, gloria’, nos muestra que, al final, a veces, lo que persiste en la memoria colectiva, es la victoria, no las penas intermedias, por grandes que puedan ser, como lo fue la pérdida de Patroclo para Aquiles, según la obra mencionada.

En definitiva, todos sabemos que estos años hemos ido perdiendo ilusiones, que vemos nuestros objetivos difícilmente alcanzables, que vamos acumulando años, pero no debemos entrar en el estado depresivo predominante, por mucho que nos insulten los unionistas, ya que, si nos quedamos en el sofá, quizás nuestros nietos, en su día, explicarán nuestra historia limitada a las penas, cuando, en realidad, son piedras en el camino para una gloria futura que, ojalá, ellos puedan alcanzar.

Y a nivel personal, todas las vivencias actuales debemos asumirlas de forma positiva y enriquecedora, no perder las ilusiones, rebobinar nuestro pasado y soñar en el futuro en el que nuestros sueños puedan realizarse; y para eso, debemos seguir picando piedra, picando hierro, por muy resistente que sea. Es decir, debemos ser resilientes para vencer la parca que representa el estado español. No debemos perder nuestras ilusiones, nunca, y nunca es nunca.