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amadeopalliser@gmail.com
David Fernández, activista social y exdiputado del Parlament de Catalunya, titula así su artículo al Ara de hoy (jueves 12), para referirse a las presuntuosas declaraciones de Pedro Sánchez dando por finalizado el conflicto catalán y aniquilado el movimiento independentista.
Me parece muy inspiradora esa frase, ‘Roma locuta, causa finita’ (Roma ha hablado, el caso está cerrado), que:
‘indica que un determinado asunto ha sido zanjado por alguien que tiene una autoridad inapelable (…) El origen de esta frase lo encontramos en San Agustín (354-430); para cerrar la controversia pelagiana, el Papa Inocencio I condenó esa herejía con tal rotundidad en el año 417, que motivó a San Agustín de Hipona a pronunciar esa frase famosa el 23 de setiembre de 417, en su sermón número 131.10’
(Wikipedia)
Efectivamente, la frase en cuestión la puede expresar alguien con una autoridad inapelable en el tema; y esa ‘autoridad’ se la atribuyen, infundadamente, Pedro Sánchez y sus ministros acólitos, pero, también, líderes de ERC, como trataré de explicar.
Obviaré al narcisista Pedro Sánchez, pues ya traté sus opiniones en anteriores escritos. Ahora me centro en Oriol Junqueras y Pere Aragonès, presidentes de ERC y la de Generalitat, respectivamente.
Y al respecto, me baso en sus declaraciones más recientes, en las que ‘intentan’ justificar y defender la posición esquizofrénica de su partido ante la próxima cumbre hispano – francesa, prevista para el próximo jueves 19, en Barcelona.
Pues bien, ayer noche, en un canal de televisión privado (8tv), Junqueras expresó, finalmente, que él presidirá la manifestación de ERC, que estará en primera línea, pero no para mostrar su desacuerdo con la cumbre, pues está a favor, si no, para mostrar que su interés por la amnistía, el derecho a decidir y la república catalana, siguen intactos.
En ese programa televisivo (El pentàgon), su director, Vicent Sanchis, le preguntó ‘si era posible estar en misa y repicar’, Junqueras contestó, con un gran ímpetu y verborrea, que sí que se puede, con una larga cuerda; así, se puede estar en misa y hacer repicar las campanas.
Sobre el particular, Pere Aragonès, en una entrevista de esta mañana en TV3, la televisión pública catalana, ha dicho que él, como máximo representante de Catalunya, debe asistir a la cumbre, para poder atender a Emmanuel Macron, ya que Catalunya tiene muchos intereses comunes con Francia. Asimismo, podrá explicar al mandatario francés que, si bien se han obtenido algunas importantes mejoras, como la eliminación del delito de sedición, el conflicto con España no se ha solucionado.
Y Aragonès no ve ningún problema en defender su presencia en la cumbre (para la cuál, ha remitido a Sánchez, una relación de temas a tratar, relevantes para Catalunya), y la participación de su partido en la manifestación.
Con esos argumentos simplistas, Junqueras y Aragonès, sin expresar la frase ‘Roma locuta, causa finita’, quieren dar a entender que ellos tienen ‘la autoridad inapelable’, así que, tema cerrado, y todos a callar.
Y, obviamente, los independentistas de base no somos criaturas acríticas, ya estamos muy curtidos, estamos suficientemente documentados y hemos madurado, como para aceptar, así, callados, la ‘bronca’ de los émulos de la institutriz Rottenmeyer (Fräulen Rottenmeier), el personaje de ficción de la novela de Heidi, publicada por la escritora suiza Johanna Spyri en 1880, y llevada a la televisión mediante una serie de dibujos animados, por la productora Nippon Animation (1974).
‘La mencionada institutriz, una mujer de edad madura con personalidad severa, fría, rígida y amargada que trabaja en la mansión de la familia Sessemann en la ciudad alemana de Fráncfort, en la segunda mitad del siglo XIX. Allí se ocupa de la formación y el bienestar de Klara Sessemann, la hija del dueño de la casa, una niña de doce años, que vive postrada en una silla de ruedas. La monótona existencia de los personajes que habitan en la casa se ve profundamente alterada con la llegada de Heidi, una niña suiza contratada como señorita de compañía de Klara.
La espontaneidad e ímpetu de la recién llegada alteran sobremanera los nervios de la señorita Rottenmeier, que contempla, impotente, cómo se desmoronan una a una todas las normas que durante tantos años se ha empeñado en imponer (…)’
(Wikipedia)
Pere Aragonès cree que tendrá un papel en la cumbre, pero, tal como indica Quim Bertomeu:
‘La Moncloa reserva a Aragonès un papel testimonial en la cumbre (…) fuentes de la Moncloa explican que se aplicará el mismo guion de las tres cumbres bilaterales recientes convocadas por el gobierno español: la que hubo entre España y Portugal en Extremadura en octubre del 2021; la hispano-alemana de A Coruña el octubre pasado, y la hispano-rumana de Castelló, el noviembre, también del 2022. En estos tres casos, el presidente autonómico participó en la salutación inicial, no habló, y su papel acabó en el. momento de comenzar el encuentro. También confirman que al lado de Aragonès habrá, como mínimo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y la delegada del gobierno español en Catalunya, Maria Eugènia Gay. Desde la Moncloa argumentan que es el modelo habitual, y que no varía en ninguna dirección: ni para realzar la figura del anfitrión ni para menostenerla. La Generalitat todavía no quiere dar nada por hecho (…)’
(Ara, 12 de enero del 2013)
Veremos cómo acaba, pero me parece un fallo de principiante, por parte de Aragonès, haber aceptado su presencia, sin haber acordado, previamente, el formato de la misma. Y, encima, que hoy nos diga que ha enviado una lista de temas a tratar, olvidando que es una cumbre entre dos estados centralistas, jacobinos, muy críticos con las demandas de lo que siguen considerando simples ‘regiones’.
En el supuesto de que finalmente, el papel de Aragonès se limite a la fotografía del besamanos, ¿habrá valido la pena, políticamente?
Para Sánchez, sí, pues es lo que busca, así, internacionalmente, se verá una ‘normalidad institucional’, confirmando su tesis, y, se quedará satisfecho, ya que seguirá convencido de que ‘Sánchez habla, tema zanjado’.
Respecto al comentario de Junqueras, sobre estar en misa y repicando, mediante una larga cuerda, sólo recordar que, en la manifestación de la Diada, esa cuerda metafórica, no la quisieron utilizar.
Asimismo, con la presencia de ERC en la manifestación, con un mensaje discordante con el acordado por las diferentes asociaciones, romperán el sentido de unidad de la propia manifestación, contraria a la realización de la cumbre en Barcelona o en cualquier otro lugar de Catalunya. Así, ERC hará de quintacolumnista.
De este modo, vemos que todos los ‘líderes’ mencionados, Sánchez, Junqueras y Aragonès, nos aplican su rodillo ideológico, con matices en función de sus respectivas parroquias, pero con la misma finalidad, tenernos callados y parados, como en la siguiente fábula:
‘El experimento de los cinco monos
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas.
Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo golpeaban.
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron una tremenda paliza.
Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales palizas.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. Y el primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato.
Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y, finalmente, el quinto de los veteranos fue sustituido.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con certeza la respuesta sería: ‘no sé, aquí las cosas siempre se han hecho así’.
Sabemos que no debemos acabar como esos monos, que cumplen disciplinadamente las normas, sin cuestionarlas, como en la popular fábula del banco pintado en el cuartel.
Por eso, debemos ser conscientes de la situación, ver qué nos quieren vender, cómo actúan, y qué fines persiguen. Y si carecemos de respuestas a esas premisas, o no nos gustan, no seguirles el juego; pues ellos siempre irán de prepotentes, como la pantera en la siguiente fábula:
‘El perrito, la pantera y el mono
Un señor va de cacería a África y lleva con él a su perrito. Un día, el perro se aleja del grupo y se extravía por la selva. En eso, ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera.
Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué puede hacer. Está en eso, cuando ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos.
Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: ‘¡Ahhh, qué rica pantera me acabo de comer!’. La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorido pensando: ¿Quién sabe qué animal es ése? Mejor me voy antes de que me coma.
Un mono que estaba en un árbol oyó y vio la escena … Sin más, salió corriendo tras la pantera para contarle cómo la había engañado el perrito: ‘¡Cómo serás de tonta … esos huesos ya estaban ahí¡ Además, es sólo un perrito! La pantera, enfurecida, sale corriendo a buscar al perro con el mono montado en el lomo. El perrito ve a lo lejos que viene la pantera con el mono montado en el lomo. El perrito ve a lo lejos que viene la pantera con el mono y se da cuenta de que se han percatado del engaño.
¿Y ahora qué hago?, piensa asustado. Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda, como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito exclama: ¡Este mono maldito, hace media hora le mandé a traerme otra pantera y aún no aparece!
Al oír eso, la pantera dio media vuelta y se fue despavorida’
En definitiva, que debemos ser lo suficientemente astutos para lograr encontrar la salida precisa en cada momento, para actuar de la mejor forma posible, sin perder el objetivo que todos los independentistas de base perseguimos. Si bien, como afirmó Albert Einstein (1879-1955):
‘Solo hay dos cosas infinitas en el mundo: el Universo y la estupidez humana; y del Universo no estoy seguro’