Volcanes y fósiles milenarios, montañas de colores, desiertos, glaciares y una cueva con pinturas rupestres. Cada viajero puede elegir su propia aventura en un road trip por la ruta más increíble de Argentina.
En Argentina, marzo es el mes de la Ruta 40, se trata de una ruta que nace en la altura de la montaña, a 3442 metros sobre el nivel del mar, y que termina entre los pingüinos al sur del país. Pocos caminos evocan tanta pasión, con su mística combinación de paisajes y colores con sonidos, aromas y sabores que despiertan todos los sentidos.
Desde el fresco de Cabo Verde en Santa Cruz, hasta las cálidas temperaturas que durante el día abrazan La Quiaca en Jujuy, esta ruta conecta el país de norte a sur acompañada por el espectáculo que ofrecen la Cordillera de los Andes con sus lagos, glaciares y los bosques de lengas. En el recorrido se atraviesan cinco patrimonios de la humanidad y parques nacionales además de más de 60 pueblos.
Andar por esta particular carretera es una de esas experiencias que se atesoran con ansias de repetirla. Y una de las mejores formas de vivirla es hacer un road trip donde la inmensidad y la libertad de la naturaleza se hacen protagonistas en los caminos de ripio y asfalto. Pero, ¿qué es lo imperdible en este trayecto de 5.200 kilómetros?
En realidad, todo el recorrido es de ensueño y en cualquier momento puede sorprender una llama corriendo junto al camino, un zorro que pasa por el lugar o una montaña de esas que por su inmensidad piden que quien las mira se aleje para apreciarlas completas. Pero hay paradas que son obligadas.
La Quebrada de Humahuaca
La Ruta 40 se puede conocer a través de los patrimonios de la humanidad que une, y uno de ellos es la Quebrada de Humahuaca. Con sus cactus y montañas verdes, azuladas, rojizas y amarillas llega a lo más profundo de los corazones viajeros y conquista con la cultura que atesora. Se trata de un valle que está habitado de manera ininterrumpida desde hace 10 mil años.
Un pequeño desvío a los pueblos de La Quiaca, Humahuaca, Tilcara y Purmamarca será suficiente para conocer, entre carnavalitos, la gastronomía típica, las artesanías y la arquitectura que dan cuenta de la influencia de los pueblos andinos y de los colonizadores españoles.
Una perlita en el camino
La Ruta 40 es la segunda más alta del mundo. A 4.895 metros sobre el nivel del mar se atraviesa el punto más elevado en el paso de montaña Abra del Acay, en la provincia de Salta. A través del camino zigzagueante, se pueden disfrutar increíbles vistas de las rocas volcánicas con más de 7 millones de años y apreciar un sistema volcánico. Lo más recomendable es hacer este tramo con vehículos todo terreno.
Los dinosaurios en la ruta
En la provincia de La Rioja otra increíble parada espera en el Parque Nacional Talampaya, fiel testigo de la Era de los Dinosaurios. Entre sus tierras rojizas y en los paredones del cañón del río Talampaya se pueden encontrar fósiles de animales que vivieron en estos suelos hace casi 200 millones de años. Además, la compañía de maras, tortugas o guanacos es imperdible.
En el desierto del Parque Provincial Ischigualasto o Valle de la Luna de San Juan, también es fácil imaginar a los dinosaurios caminando por las rocas erosionadas por el agua, el sol y el viento. A bordo del automóvil se puede hacer con un guía el circuito tradicional de 42 kilómetros o el circuito de luna llena para apreciar esta zona virgen en todo su esplendor en las noches estrelladas.
Parque Nacional Los Glaciares
Desde el desierto nos dirigimos a los hielos patagónicos que custodian los Andes, en la provincia de Santa Cruz. Otra vez, se viaja al pasado al ver estos gigantes blancos de millones de años que actualmente conforman el tercer campo de hielo continental actual más grande del planeta.
En este Parque se sugiere bajar del automóvil por un momento para ponerse los crampones y disfrutar de la increíble aventura de hacer trekking sobre el hielo
de los glaciares Viedma y Perito Moreno. A propósito de este último, es de los más elegidos entre los turistas por su fácil acceso y las rupturas que se pueden ver desde las pasarelas.
Cueva de las Manos
Es hora de volver a subir al vehículo y emprender el viaje hacia el quinto Patrimonio Mundial de la Humanidad, nada menos que una cueva de arte rupestre: la Cueva de las Manos. Sobre las paredes, las manos estampadas y los guanacos dibujados dan cuenta del paso por este sitio de los cazadores recolectores. Según la UNESCO, estas pinturas fueron hechas entre los años 13.000 y 9.500 antes de Cristo.
Más destinos en el camino
A lo largo de la Ruta 40, los atractivos son infinitos. Además de los patrimonios de la humanidad que atraviesa, otros imperdibles del recorrido son la imponente Quebrada de las Flechas, en Salta, o la mágica Ruta de los Siete Lagos que une Río Negro y Nequén, solo por mencionar algunos.
Tips para disfrutar un road trip por Argentina
Ahora, ¿qué hay que tener en cuenta para recorrer la Ruta 40 en automóvil? Como se trata de una carretera de gran extensión, lo mejor es planificar el viaje según el tiempo del que se dispone. También, es recomendable consultar el estado de los caminos, principalmente en época invernal, y un buen sitio para hacerlo es https://www.argentina.gob.ar/obras-publicas/vialidad-nacional/estado-de-las-rutas.
Para cuidar los espacios naturales, los parques nacionales cuentan con ciertas reglas a cumplir, como no arrojar basura ni hacer fuego en las áreas protegidas. Por este motivo es importante no interferir en la vida de las especies que habitan cada uno de estos maravillosos paisajes. Es decir, hay que conocer sin dejar huella.
Por otra parte, para ingresar a la Argentina se debe presentar el certificado de vacunación completa y un seguro de salud Covid-19. Quienes viajan desde un país no limítrofe, también deben contar con un PCR negativo o un test de antígenos de hasta 48 horas o un PCR negativo practicado hasta 72 horas antes de emprender la travesía. En ambos casos deben completar y descargar una declaración jurada en https://ddjj.migraciones.gob.ar/app/home.php.
