Un pueblo indígena mexicano, San Juan Cancuc, se ha convertido en uno de los primeros en desmarcarse del plan de inmunización federal contra la covid. «Aquí la gente no quiere vacunarse porque puede traer efectos negativos. Ni los adultos mayores quieren», asegura este martes Sebastián Santis, uno de sus habitantes.
Ubicado en las montañas de la zona Altos del suroriental estado de Chiapas, el municipio está mayoritariamente poblado por mayas tzeltales y cuenta con una población de alrededor de 40.000 personas distribuidas en unos 45 poblados.