El gobierno de Estados Unidos reabrió el viernes los cruces ferroviarios en dos ciudades fronterizas de Texas, cinco días después de que el cierre de las operaciones ferroviarias allí interrumpiera el comercio y causara indignación.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) cerró el lunes las operaciones ferroviarias en Eagle Pass y El Paso, en Texas, para reasignar a sus agentes a ayudar a la Patrulla Fronteriza a detener a los inmigrantes. Ambas regiones han registrado un fuerte aumento en número de cruces ilegales de la frontera este mes.
Las operaciones se reanudaron en ambas ciudades el viernes por la tarde.
Troy Miller, comisionado interino de la CBP, dijo que los cierres en Eagle Pass y El Paso fueron en respuesta a la mayor cantidad de migrantes que han viajado en trenes de carga recientemente. Miller dijo que las autoridades están viendo llegadas “sin precedentes” a la frontera, que han superado los 10.000 cruces en algunos días de este mes.