a Cuaresma dio inicio en México, el segundo país del mundo con más población católica, con un Miércoles de Ceniza adaptado a las medidas sanitarias impuestas por la covid-19, que impidieron hacer una cruz en la frente de los feligreses.
«Se está imponiendo (la ceniza) en la nuca. De hecho, es como tradicionalmente se debería hacer. Antiguamente es como se hacía la imposición de la ceniza, dejando derramar ceniza sobre la tonsura (coronilla) de la cabeza», explicó a Efe el diácono de la parroquia María Auxiliadora, Francisco Villalbazo.