· Este nuevo Tratado sufrió un largo proceso de negociación que ocultó temas, alargó acuerdos y fue acompañado de incertidumbre, dudas y desconfianza, recuerda
· Hay que evitar que el Presidente de la República siga cediendo dignidad y soberanía, insta
· Está en la memoria de las y los mexicanos, el tema de los narcotraficantes y la libertad que tienen de actuar ante una estrategia equivocada de AMLO que, de nueva cuenta, propició que se ejerciera presión y se chantajeara desde EUA a nuestro gobierno que, otra vez, cedió
· Este es un momento de claroscuros porque el T-MEC da ciertas certezas a la IP que no atina a ver con claridad el destino y futuro en la conducción política y económica del gobierno
Con la firma del protocolo modificatorio al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), realizada esta tarde en Palacio Nacional, habrá que estar pendientes y escuchar con precisión el debate que se dé en el Senado de la República para ratificarlo, recomendó Antonio Ortega Martínez, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados quien dijo además que se debe evitar –mediante los recursos que posibles y necesarios- que el Presidente de la República siga siendo objeto de presiones y cediendo dignidad y soberanía ante la administración de Donald Trump como ha pasado en distintos momentos.
Recordó que este Tratado aún debe pasar por las aprobaciones de los representantes populares en los tres países porque hay una adenda de cuatro temas que obligan al Senado -de nueva cuenta- a abrir el procedimiento para la ratificación. Explicó que la vigilancia que se pide a dichas discusiones, es porque desde la propia Presidencia de la República, se ha hecho evidente la “muy sigilosa” publicación de la adenda y cuatro temas que tienen que ver con: mecanismos para hacer que se cumpla la Reforma Laboral; la eliminación de la protección por 10 años a biomedicinas; así como un arancel estacionario a productos agrícolas.
“Este Tratado sufrió un largo proceso de negociación que ocultó muchos temas, alargó los acuerdos en otros, y –generalmente- fue percibido como un convenio acompañado de gran incertidumbre, dudas y desconfianza que, de una u otra manera, inhibía las intenciones de inversión, particularmente en México”, explicó Ortega Martínez, quien funge también como secretario de la Comisión de Hacienda de este recinto legislativo.
“La duda que planteamos desde el PRD, es que ha habido otros momentos en la administración de López Obrador donde, basta que el gobierno norteamericano (particularmente el Presidente Donald Trump) ejerza cierta presión y encuentre el momento político para ejecutarla. Conocemos los antecedentes y las consecuencias también”, afirmó.
“Habría que recordar cómo el Presidente fue obligado a modificar la política inicialmente planteada en el tema migratorio hacia ciudadanos de Centroamérica. López Obrador y el país mismo, recibió tal presión, tales amenazas que dobló dignidad, decoro y soberanía, y aceptó poner a casi 30 mil elementos de la Guardia Nacional para frenar el éxodo a México, en un hecho oprobioso, vergonzoso de cómo la presión norteamericana nos obligó a dimitir”, refirió.
Después, citó Ortega, el tema de los aranceles: Inicialmente a la fructuosa, después el acero y el aluminio, y –finalmente- el jitomate. En todas ellas, el gobierno norteamericano volvió a encontrar el momento adecuado para presionar y, de nuevo, el gobierno de López Obrador tuvo que ceder.
Finalmente, recordó el legislador, está en la memoria de los mexicanos el tema de cómo los narcotraficantes tienen, de alguna manera, un espacio de libertad para actuar en el país, producto de una estrategia equivocada del Presidente López Obrador que ha generado problemas de salud en Estados Unidos, violencia que –de nueva cuenta- propició que ejercieran presión, chantajearan y el gobierno cedió otra vez en este tema.
Ahora, con el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a pesar de que ya se había dado un evento de los tres presidentes confirmando la negociación, bastó que representantes demócratas en Estados Unidos se negaran a aprobar los acuerdos, para que se abriera -de nueva cuenta- la negociación, se incorporara una adenda de cuatro temas en los que volvimos a ceder y que han generado controversia, reclamos y críticas al gobierno de López Obrador por esta permanente cesión de soberanía, de derechos y de dignidad.
Creo, concretó el legislador perredista, que este es un momento de claroscuros porque el T-MEC (para los momentos difíciles que tendremos en materia económica los próximos años) da ciertas certezas -sobre todo- para la inversión privada que es el problema fundamental del país; y que no atina a ver con claridad cuál es el destino y futuro en la conducción política y económica del actual gobierno, pero que el Tratado pudiera darles ciertas certidumbres.