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Solsticio de invierno

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Astronómicamente, hoy, 21/12 es el día del solsticio de invierno, así que, a partir de ahora, el día se hará más largo, pero, a la vez, marca el principio del invierno; lástima que, políticamente, la situación siga esa misma pauta circular, como intento explicar a continuación.

El término solsticio deriva del latín ‘sol’ (Sol) y ‘sistere’ (permanecer quieto), pues las comunidades agrícolas del hemisferio norte empezaban un ciclo de recogimiento forzado por las inclemencias meteorológicas, La gana y la mortalidad era común en invierno, se sacrificaban los animales, pues su mantenimiento era costoso, dada la escasez de alimentos.

Pues bien, tomando esa metáfora, y recurriendo de nuevo a la canción ‘Al Alba’, deLuís Eduardo Aute Gutiérrez-Rapide (1943 – 2020), cabe recordar que, en esa canción, el autor señaló, entre otras, las siguientes ideas:

Presiento que tras la noche / vendrá la noche más larga

Los hijos que no tuvimos / se esconden en las cloacas

Miles de buitres callados / van extendiendo sus alas

No hace falta ser exhaustivos, señalando todos y cada uno de los problemas actuales, pues con el atentado de ayer en Magdeburgo (Alemania) ya es más que suficiente para mostrar lo que comporta la actual tendencia hacia de extrema derecha, hacia la noche más larga.

Y la deriva política en la que nos encontramos, también en España, e igualmente en Catalunya, es que los buitres ya tienen extendidas sus alas, a la expectativa de los largos meses negros y fríos que nos aguardan.

Y como individuos presuntamente gregarios, apenas tenemos soluciones que aportar, ya que nos consideramos sociales, para beneficiarnos de todos los aspectos positivos que eso conlleva; pero, a la vez, queremos defender nuestra individualidad, y para mantenerla, no nos frenamos si debemos pisar la libertad ajena. Así es la ley de la jungla urbana.

Incluso en grupúsculos menores, de ínfima identidad, como es nuestro pequeño colectivo de manifestantes de la avenida Meridiana, es inevitable que surjan diferencias, miembros que se consideren el ‘grupo’, con pretensiones generalistas, sin contar con los otros miembros del colectivo. Y si esto pasa en colectivos insignificantes, sin ningún tipo de valor (a parte del simbólico), cuando hay verdaderos intereses económicos o están en juego prebendas sustanciales, todo acaba complicándose.

Lo vimos en las Madres de Mayo argentinas, que en la actualidad están divididas entre el grupo mayoritario, presidido por Hebe de Bonafini, que mantiene el nombre original, y el grupo de las Madres de la Plaza de Mayo línea fundadora, dirigida por Marta Vasquez hasta su muerte, en 2017.

El grupo teatral ‘Monty Python’ (1969 – 2014), en su magistral película ‘Monty Python’s Life of Brian’ (La vida de Brian), de 1979, presentó esas divisiones enfrentando al ‘Frente Popular de Judea’ y el ‘Frente Judaico Popular’, centrando su máxima discusión su nombre, sus objetivos, su organización, etc., olvidando que su principal enemigo eran los romanos.

Como he dicho, la ambición personal desmesurada, siempre acaba debilitando al colectivo; y así nos va en temas más importantes, pues ¿en qué ha quedado, finalmente, el movimiento independentista?, si nos atenemos, de forma exclusiva a los resultados patentes y objetivos.

Ahora bien, es importante señalar que la situación, todas las situaciones y problemas, deben contemplarse de forma amplia, para contemplar la totalidad de las variables, y así podemos destacar logros menores, pero sustanciales, ya que ahora todos tenemos las ideas más claras, nos conocemos mejor, y sabemos, asimismo, que el enemigo español no dudó ni dudará en utilizar todas sus fuerzas brutas (legales, ilegales, alegales y paralegales), conscientes de que esas irregularidades son aceptadas por la inmensa mayoría de ciudadanos españoles, e, incluso, de buena parte de la ciudadanía catalana.

Y vemos, asimismo, que muchos compran, acríticamente, los relatos oficiales del estado, incluso el de la conveniencia de hablar el castellano con los inmigrantes, para facilitarles su integración; claro, su integración en la cultura castellana, que es la que consideran que es la que tiene el valor principal. Y también, claro, que pasemos al castellano, para ‘facilitar’ la convivencia con los que no lo hablan o no lo quieren hablar, después de años viviendo aquí.

Otro ejemplo, que he discutido esta mañana, ha sido, al oír a un conocido, alabando las virtudes de la ciudad de Madrid, tras una reciente visita. Y él defendía que la limpieza, el cuidado, la monumentalidad, etc., son ejemplares. Yo le he comentado que con el dinero de las demás autonomías, es fácil hacer milagros. Y él ha argumentado que más bien es debido a una buena gestión. Yo le he contestado que más bien es por apropiación. Y este ejemplo, de un catalán, independentista en el 2017, que ahora ha asumido, acrítica y conscientemente, el relato oficial, no es un caso esporádico, es un convencimiento muy generalizado.

Es evidente que el paso del tiempo, la comodidad, incluso la ambición, entre otros motivos, lleva a la consolidación del poder dominante, y acabamos sometidos, consciente o inconscientemente, hasta el extremo de no ser capaces, ya, de diferenciar los ataques subliminales de los que seguimos siendo víctimas.

El sistema dominante, tradicionalmente, busca la división de los oponentes, el famoso ‘divide et impera’ romano.

Mientras que los subsistemas dominados, nos guiamos más por las bíblicas palabras soñadas por el rey Belsasar: ‘MENE, TEKEL, PERES (o UPARSIN)’, interpretadas por el profeta Daniel (5:24): Mene: contar, contado; Tekel: pesado en la balanza y ser hallado falto; y Peres (Uparsin): reino roto y dado a los medos y persas.

Así, mientras nos ‘distraemos’ enfrentándonos por minucias o por temas relevantes, pero no el sustancial, se facilita la progresiva desintegración de la oposición, y a mayor división, mayor debilidad y fragilidad, para mayor honra y pompa del poder central, el único y plenipotenciario que puede seguir haciendo lo que le plazca, sin problemas.

Esta semana, un informe de los Mossos d’esquadra (la policía catalana) ha informado que de todos los años que Pere Aragonès tuvo el teléfono móvil pinchado y espiado, los 3 primeros (entre el 2018 y el 2020), que era conseller de economía y hacienda de la Generalitat, tuvo intervenido su teléfono mediante el sistema Pegasus, sin la debida autorización judicial, a partir del 2020, incluso años después, al ser president, siguió espiado, pero ya con la autorización judicial.

Y esto no ha merecido ni un comentario menor en la prensa sistémica; y aquí, en Catalunya, no se han oído quejas, ni manifestaciones, ni nada. Incluso los partidos políticos lo tienen ya asumido y amortizado. Todo está asumido, volvemos a ser vasallos. Y todo esto nos lleva a la ‘sumisión voluntaria’

Y volviendo a la ambición, es sabido que el poder es atractivo, y a mayor obsesión, a mayor intento de aproximación, más desplumados se van quedando, como el mito griego de Ícaro, que, al final habiendo desoído los avisos de su padre (el dios Minos), se acercó tanto al Sol, que se le derritieron las alas confeccionadas con cera y plumas de aves.

Y así vemos que los diferentes sub-núcleos de poder son como agujeros negros de sus respectivos ámbitos, atrayendo a sus abejas hacia su panal ‘de rica miel’; pero, claro, el verdadero panal es la corte del reino, y la cúpula de todos los poderes.

En definitiva, ya lo explicó ‘Etieene de La Boétie (1530 – 1563), en su obra póstuma ‘Discurso sobre la servidumbre voluntaria’ (1576); y ese pensador dijo que, para librarse de la tiranía, no era necesario ni imprescindible utilizar la fuerza contra él, pues el tirano caerá cuando el país se canse de él.

Pero, claro, incluso ese cansancio depende de nosotros, pero mientras mayoritariamente sigamos sometidos voluntaria y gustosamente, no haremos ni conseguiremos nada relevante, y así nos irá.

Y la noche será muy, muy larga.