29 de junio de 2020.- El enoturismo y el gastroturismo representan dos sólidas alternativas de recuperación y desarrollo para el turismo de América latina en los próximos años, las cuales se encuentran en fase de consolidación a pesar de lo cual son firmes alternativas para la llegada de visitantes locales y del exterior cuando la pandemia sanitaria comience a superarse.
La conformación de rutas gastroturísticas están en proceso de desarrollo o de consolidación y mantenían crecimientos importantes como centros turísticos de manera especial en países como Chile, Argentina y México.
Especialistas mexicanos convocados por la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (ACTUAL), confirmaron lo anterior y añadieron que es fundamental que se puedan crear complejos gastronómicos y enológicos a los cuales se les pueda dar un evidente uso turístico y configurar así verdaderas experiencias para los visitantes.
Antonio Montesinos, consultor de destinos gastrónomos sostenibles, dijo durante la conferencia remota que un ejemplo de este tipo de polos turísticos basado en la enología y la gastronomía es La Rioja en España y destacó la ventaja que tiene un país como México que, a diferencia de las bodegas chilenas o argentinas, el 80% de sus zonas productoras de vino como Baja California o Parras, están conformadas por firmas nacionales.
Miguel Echavarría, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Parras de la Fuente, en el estado de Coahuila, dio una clara explicación del desarrollo de este lugar como centro productor de vino de clase mundial, el cual incluso logro generar recientemente el mejor Cabernet Sauvignon del mundo con la medalla obtenida en este mes por Vino Don León, el cual objeto dicho reconocimiento en el Concours internacional Des cabernets
Parras tiene actualmente 680 hectáreas productoras de vid y vinos, 10 importantes proyectos vitivinícolas y algunos más en formación, algunos de los cuales son de reconocimiento mundial como Casa Madero, lo que permitió que en el 2019 llegaran a la zona 200 mil turistas y se tenía la expectativa de un crecimiento de por lo menos el 30% en el presente año.
Las rutas enoturísticas de Parras, añadió, están totalmente operables y podrían entrar en uso una vez que la contingencia de salud pueda ir disminuyendo.
Finalmente, Juan Ignacio Magos, promotor de campañas de difusión y mercadotecnia de turismo gastronómico y enológico, afirmó que los proyectos de difusión de estas rutas en América Latina latina deben para por procesos de investigación, planeación con fortalezas, comunicación y evaluación para llegar a ser exitosos.
Aseguro que, de las seis mayores rutas enogastronómicas del mundo, dos están ubicadas en América Latina que son Mendoza en Argentina y el Valle de Guadalupe en Baja California México.
El enoturismo y el gastroturismo no deben dejar de verse, dijo, como mercados emergentes ya que ello permitirá mantener el esfuerzo y aprovechar todo su potencial cuando la pandemia en las naciones latinoamericanas vaya cediendo.
Finalmente, Armando Bojórquez, presidente de la ACTUAL y anfitrión de la conferencia remota, aseguró que el enoturismo y el gastroturismo tienen en América Latina un carácter único, ya que poseen algunas de las mayores características que difícilmente se pueden encantar juntas en algunas zonas del mundo como son: un vino de gran calidad, una gastronomía única que sólo se encuentra en nuestros países, bellezas naturales y la reconocida calidez de los latinoamericanos.